La Calera busca recuperar estación de trenes para la cultura y el esparcimiento

Albergará un museo ferroviario, un centro cultural y hasta un sector comercial. Ese proyecto costaría $1.500 millones.

HERNÁN CISTERNAS
(El Mercurio – 11/04/2011)

Durante 40 años sirvió como nexo al sistema ferroviario, uniendo la zona norte y sur del país. Sin embargo, la estación de La Calera, en la Región de Valparaíso, hoy está en absoluto abandono, siendo lugar de reunión para drogadictos y alcohólicos.

En 1931, la inauguración de su estructura curva de 400 metros de largo y 1.600 m2 construidos simbolizó la llegada a Chile de la arquitectura industrializada.

Hoy, quienes usaron la estación parar abordar el “Longino” -tren de pasajeros a Iquique, que desapareció en 1975- o conocieron sus andenes al desplazarse entre Valparaíso y Santiago -servicio que terminó en 1987- se impresionan al ver el deterioro en que se encuentra.

De la “Y” griega que formaba el edificio ya no existe el extremo norte, que era el punto de partida de los Ferrocarriles del Estado hacia las regiones septentrionales.

Sólo permanece en pie la curvatura proyectada hacia Santiago y el puerto de Valparaíso, pero está convertida en baño público, botadero de basuras y es usada por algunos para beber y drogarse. Sus terminaciones, puertas, ventanas y vidrios se esfumaron.

El médico Eduardo Martínez Machuca, alcalde de La Calera, se propuso salvar la edificación, reciclarla y lograr que vuelva a ser orgullo de los caleranos.

Tomó como ejemplo lo que pasó en Santiago con la Estación Mapocho -convertida en centro cultural- y la de Concepción, reutilizada como sede de la intendencia regional.

Hasta ahora ha obtenido éxito en el primero de tres pasos del proceso que ideó con ese fin. Hace seis meses, la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) entregó la administración del recinto, por 20 años, a la municipalidad. Ahora, en convenio con la Universidad de Valparaíso, se encuentra elaborando el expediente que se presentará al Consejo de Monumentos Nacionales para que la estación sea reconocida como monumento histórico. El estudio obtuvo financiamiento del Fondart y estará disponible a fines de julio.

Una vez que se le otorgue ese carácter, el siguiente paso es postular a fondos destinados a la restauración y conservación de monumentos nacionales.

El edil estima una inversión de $1.500 millones para habilitar la estructura como museo ferroviario, centro cultural y artístico, albergando también oficinas municipales y un área comercial que lo haga sustentable. Todo ello, para compartir el espacio con actividades que revitalicen el casco histórico de la “capital del cemento”.

Rol social y vínculo entre dos ejes ferroviarios

El arquitecto Manuel Hernández, director del Centro de Estudios y Gestión del Patrimonio de la Universidad de Valparaíso, explica que el expediente técnico que se está preparando recogerá la importancia histórica de la estación ferroviaria de La Calera, al ser el vínculo de los dos ejes ferroviarios principales que tuvo el país, lo que le hizo jugar un rol importante en el desarrollo económico y social de Chile durante gran parte del siglo XX.

En la recopilación de antecedentes sobre identidad se ha recogido el testimonio de cientos de personas que recuerdan que el recinto ferroviario tuvo para La Calera un rol equivalente al que cumplen las plazas públicas en otras ciudades. Allí se hizo la vida social.

Hernández destaca el estilo arquitectónico característico de la estación, correspondiente al desarrollo del cemento portland, hecho a base de marcos de hormigón armado y con junturas de dilatación adecuadas a la longitud extensa del edificio.

A pasos del recinto se localiza la compañía Cemento Melón, empresa que se relaciona con la identidad de La Calera.

En la elaboración del expediente de postulación, la Universidad de Valparaíso aplicará la experiencia exitosa que tuvo con la presentación a monumento nacional que hizo de la iglesia de Nuestra Señora de la Merced de Petorca.

El arquitecto puntualiza que a pesar del abandono que se prolongó por dos décadas y del terremoto del año pasado, la estructura de le estación está en buenas condiciones y no presenta daños de consideración.