Tarifas en autopistas urbanas suben hasta 174% en 5 años en tramos más transitados

Varios de los pórticos de Costanera Norte y Vespucio Norte están entre los más caros. Sin embargo, el precio promedio por kilómetro en horario no punta, es muy similar entre todas las carreteras capitalinas. El fuerte incremento del parque automotor en Santiago, con más de cien mil vehículos nuevos por año, podría congestionar aún más las vías, reduciendo la calidad en el servicio y aumentando las tarifas.

Gabriel Angulo y Eric Robledo
(El Mercurio – 18/03/2011)

Trasladarse en vehículo por Santiago es cada vez más caro. Año a año los usuarios han tenido que ajustar su presupuesto a las alzas en las tarifas del tag, contempladas en las bases de licitación que tienen las autopistas urbanas con el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

Este año, el reajuste fue en promedio de 6,3%, de acuerdo con la información proporcionada por el MOP. Esta variación se calcula sumando el IPC de noviembre a noviembre, más un incremento autorizado de hasta 3,5%. Sin embargo, el aumento se percibe con mucha mayor fuerza cuando se comparan las tarifas actuales con las que regían al inicio de las concesiones.

Por ejemplo, un trayecto en auto en hora punta desde Lo Echevers hasta Guanaco, por Vespucio Norte, cuesta hoy $724. El mismo viaje, a las mismas horas, costaba $264 en 2006; esto es, 174% más caro.

En otro tramo, si una persona que conducía por la Costanera Norte en las horas punta pagaba $1.120 desde La Dehesa hasta Vivaceta (centro) en 2006, por el mismo trayecto paga hoy $1.518, con un 35% de alza.

A estas variaciones se agregan las tarifas de saturación, que son los mayores precios que cobran algunas autopistas por transitar en horas puntas. La lógica es económica: el precio de un servicio (la autopista) sube cuando crece la demanda por éste.

Así, una persona que utiliza la Costanera Norte entre La Dehesa y Vivaceta en horas de saturación, podría gastar $4.098 por viajes de ida y vuelta, llegando en el mes a pagar más de $80 mil pesos por días laborales.

Algunos usuarios se quejan por estos aumentos en los precios, en especial quienes transitan durante las horas de mayor congestión. “Hace cinco años pagaba $12 mil mensuales por el tag y ahora pago casi $20 mil. Esto es un abuso de parte de estas empresas”, cuenta Francisco Gallardo, usuario de las autopistas de la capital.

Asimismo, los pases diarios para autos, motos y camionetas han aumentado 34% de precio en el mismo período, pasando de $3.500 a $4.700.

Deterioro en el servicio

El incremento del parque automotor en la Región Metropolitana -donde, según el INE, transitan 1,3 millones de vehículos-, sumado al mayor flujo vehicular -por la mala calidad del Transantiago-, podrían encarecer aún más el servicio en los próximos años, en caso de aplicarse la tarifa de saturación variable, un mecanismo que hasta ahora no se ha implementado pero que está considerado dentro de los contratos de licitación.

Ricardo Giesen, profesor de Ingeniería en Transporte y Logística de la Universidad Católica, explica que a medida que vayan aumentando los viajes en la ciudad, van a ir aumentando también los tramos donde se podrían cobrar las tarifas máximas.

Con el mayor flujo vehicular, además, se arriesgaría un deterioro en el servicio. Clemente Pérez, presidente de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa), explica que existe una directa relación entre el aumento del parque automotor y el desempeño de las autopistas urbanas. “El impacto es positivo, en cuanto a que aumentarán los flujos en las horas valle; sin embargo, en las horas punta aumentará la congestión, pudiendo afectar, en algunos casos, la operación de la autopista y la satisfacción de los usuarios”, asegura.

Es por eso que algunas concesionarias han realizado estudios de ingeniería, junto al MOP, para enfrentar las futuras dificultades. Actualmente se encuentran en estudio 10 proyectos de mejoramiento vial, por US$ 300 millones.

Pero el problema de la congestión vehicular, no sólo podría solucionarse con más obras viales. El titular del MOP, Hernán de Solminihac, señala que la congestión también puede solucionarse a través de un cambio en los hábitos de transporte. “Lo importante es que la gente se pase al transporte público, de modo que no tengamos que crecer permanentemente con infraestructura vial”, dice.

Dadas las bases en los contratos, las tarifas seguirán ajustándose al alza hasta el fin de la licitación. Esto es, 30 años por autopista. Clemente Pérez dijo que el reajuste de hasta 3,5% real está fuera de discusión. Para este año, los analistas esperan una inflación de entre 3,5% y 5%, por el alza de los combustibles, la energía y los alimentos.

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6,3%

fue el promedio del reajuste tarifario aplicado este año, según la información entregada por el MOP.

Los camioneros dicen que pagan hasta 300 mil al mes

En una escala de cobro completamente distinta se encuentran los camiones de carga. Juan Araya, presidente de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones (CNDC), explica que un transportista de reparto en la capital paga al mes entre $200 mil y $300 mil, lo que representa entre 15% y 20% de sus costos. Según Araya, la cifra corresponde a más del doble de lo que pagaban en promedio hace cinco años. “El camionero común y corriente, además, no sabe del costo de los TAG, porque no ingresa a los sitios web ; para ellos es un costo no calculado”, se justifica el presidente del gremio.