Metro termina estudios de suelo en Irarrázaval e Independencia y alista inicio de líneas 3 y 6

La estatal, además, ha sostenido reuniones para afinar la ubicación de estaciones y recoger inquietudes municipales.

por Manuel Valencia
(La Tercera – 24/02/2011)

Las obras de las líneas 3 y 6 de Metro ya alistan su inicio en el primer semestre de este año. El martes, el Presidente Sebastián Piñera se reunió con el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, y el presidente de Metro, Raphael Bergoeing, para resolver las definiciones finales de las líneas: cuándo debiesen anunciarse y cómo se va a trabajar en su ejecución para cumplir con el compromiso de inaugurar, al menos un tramo importante, en 2014.

Actualmente se pueden observar algunas excavaciones que realiza la consultora geotécnica Petrus en Ñuñoa, Independencia y Conchalí. En Independencia hay piques con pruebas de calicatas (estudios de suelo) en seis puntos, mientras que en Irarrázaval se ya se ejecutan obras similares en otros cuatro puntos.

Según anticipa el director de Obras Municipales de Ñuñoa, Carlos Frías, los estudios ya arrojan que el suelo de Ñuñoa es de buena calidad, porque está compuesto por ripio, “lo que da una buena garantía a la construcción que se realice”, explica.

Fuentes del proyecto apuntan a que las obras de las nuevas líneas no debieran iniciarse más allá de abril, lo que coincide con el plazo planteado por el gerente general de Metro, Roberto Bianchi, quien, durante la inauguración de la Línea 5 a Maipú, estimó que en marzo podría haber inicio de obras.

Una de las definiciones que alista la estatal apunta a establecer estaciones más espaciadas, en lugares en que la demanda las justifique y que permitan ahorrar costos operativos. En ese sentido, algunos puntos de detención anunciados en la Línea 6 serán reconsiderados. Lo mismo sucede con el proyecto original de la Línea 3.

El experto en transportes de la UDP Louis de Grange comparte los lineamientos. “Eso asegura una mejor velocidad comercial de los trenes. Con menos estaciones los ciclos de los viajes son más cortos y se requieren menos trenes. Además, los usuarios igual usan una estación que les quede a menos de un kilómetro (de sus casas)”, señala.

Plaza de Ñuñoa

El director de obras de Ñuñoa señala que aún no se definen las ubicaciones exactas de las estaciones, pero que desde ya se han confirmado detenciones en Plaza Egaña (combinación con Línea 4), Ramón Cruz, Plaza de Ñuñoa, Irarrázaval Oriente (la intersección con Pedro de Valdivia, donde se proyecta una estación de transferencia con la futura Línea 6) e Irarrázaval (combinación con Línea 5).

Aún son tentativas las ubicaciones de las estaciones en Manuel Montt y Salvador Sur.

Frías señala que se ha solicitado a Metro no construir una estación debajo de la Plaza de Ñuñoa y desplazarla al oriente, hacia la calle Brown Norte.

“No queremos que esté ahí, porque podría pasar lo mismo que con la Plaza Egaña, que se echó a perder. Nuestra propuesta es que se ponga en Brown Norte donde, primitivamente, el plan regulador consideraba la instalación de esa estación. Además, cerca de esa calle está el colegio Manuel de Salas, el hospital de Investigaciones y universidades. La plaza es un lugar cívico y de encuentro. Tener una estación al medio es contaminante, porque se ponen los vendedores ambulantes”.

El urbanista y socio de la oficina Atisba, Iván Poduje, discrepa: “No creo que una estación de Metro vaya a generar un perjuicio urbano en la plaza. Lo que va a hacer es inyectarle más población, lo que va a reactivar la demanda de comercio”, opina.