Vecinos que viven junto a fábricas se quejan de malos olores, contaminación y riesgo de incendio

En varios sectores de la capital, muchos habitantes deben soportar las consecuencias de tener una fábrica en el barrio.

SEBASTIÁN SOTTORFF O.
(El Mercurio – 21/01/2011)

Con más de 40 parques industriales, la región metropolitana presenta la concentración de fábricas más alta del país. Más del 60% de las industrias de todo Chile se ubican mayoritariamente en las comunas del gran Santiago.

Al mismo tiempo, estas comunas registran el mayor número de denuncias por contaminación y molestias, generadas por la proximidad entre las industrias y las viviendas.

Problemas con el ruido

El parque industrial de La Reina tiene una extensión de 33 hectáreas y en él conviven empresas e industrias de rubros variados, como alimentarias, farmacéuticas, de gas y metalúrgicas.

Según sus vecinos, el gran problema de este complejo es el imparable ruido que se origina en sus instalaciones. “Es algo de todo el día y todos los días. Es una mezcla de sonidos que no paran y que incluso continúan en la noche”, alega Elsa González, habitante de una villa de Carabineros que se ubica frente al complejo industrial.

“Nos cansamos de reclamar, porque se trata de muchas empresas. Varios vecinos sufren estrés o problemas nerviosos con los ruidos”, agrega María Teresa Marchant.

Olores y vibraciones

De la misma manera, un grupo de vecinos del conjunto “Las Brisas” en San Bernardo, sufre por el olor y las constantes vibraciones de sus casas, ubicadas a metros de la fábrica de repuestos para minería Vulco.

“Ni siquiera sabemos si ese olor que respiramos todos los días es tóxico”, afirma Claudia Faúndez, que con ocho meses de embarazo convive además con los constantes movimientos y vibraciones. “Ya no sabemos qué hacer. Mi casa tiene cuatro años y ya han venido dos veces de la constructora a reparar las fallas ocasionadas por la fábrica”, añadió.

Cristián González reconoce que su vivienda es la más afectada. “Justo atrás de mi patio hay un motor empotrado en el pavimento, así que debo soportar las vibraciones todo el día y nadie responde”.

300 evacuados la noche de Navidad

Uno de los casos actuales de esta tensa convivencia se vivió el 24 de diciembre pasado, cuando se incendió la fábrica de productos plásticos Serplas en Cerrillos. En esa oportunidad se debió evacuar a más de 300 personas, justo cuando se comenzaba a celebrar la víspera de la Navidad.

“Bomberos tuvo que romper las panderetas para controlar el fuego y tengo el patio abierto”, declaró María Yolanda Martínez, que tiene su casa justo en el límite entre Serplas y la fábrica de cables Cocesa. “Hemos soportado muchos años de contaminación, ruidos y vibraciones. Nos sentimos como el patio trasero de estas industrias”, agregó.

A más de un mes del siniestro, vecinos de la industria afectada afirmaron que durante el día de ayer tuvieron una reunión con la empresa para finiquitar los arreglos correspondientes. Así, los residentes deberán realizar un presupuesto de los daños, para que próximamente se les reparen sus viviendas.