Multas complican viabilidad de operadores del Transantiago

Como consecuencia de ello, varias empresas están ajustando sus programas de mantención, y retrasando cambios de piezas y de aceite y el pago a los proveedores.

RODRIGO CERDA QUINTANA
(El Mercurio – 27/12/2010)

Los descuentos mensuales que se les aplican a las empresas de buses del Transantiago cuando incurren en incumplimientos de regularidad, frecuencia y pasajeros transportados por km/hora están afectando gravemente la situación económica tanto de los alimentadores como de los troncales.

Esto, sumado a la evasión que se sigue registrando entre los usuarios, ha hecho que varias compañías hayan comenzado a ajustar sus programas de mantención, retrasando cambios de piezas y de aceite, como también el pago a los proveedores.

Los descuentos los inició el ex ministro de Transportes René Cortázar en noviembre de 2008, para que las empresas cumplieran con la cantidad de buses en la calle y la regularidad y frecuencia necesarias para eliminar los “trencitos de buses”.

En el Ministerio de Transportes confirman que gracias a estas mediciones el sistema ha mejorado desde julio pasado. Pero, como un efecto colateral, las multas están poniendo en riesgo la viabilidad económica de algunos operadores.

Entre el 5 de enero de este año y el 5 de diciembre pasado, los descuentos han fluctuado entre $1.137 millones y $7.389 millones por empresa (ver infografía). “No hay otro rubro económico en el país que por no cumplir tal o cual obligación se le apliquen multas tan altas durante un año”, explicó un operador, que prefirió el anonimato para no tener problemas con las autoridades de Transportes.

Lo extraño es cómo a dos años de la entrada en vigencia de estos descuentos los operadores no logran ajustar su operación para evitarlos. Algunos de ellos opinan que la situación del tránsito es la principal razón de los incumplimientos.

El coordinador del Transantiago, Raimundo Cruzat, refuta lo anterior e insiste en que las empresas no trabajan como deben hacerlo, porque la medición de regularidad y frecuencia no se hace en la ruta, sino en el “cabezal” (calle) donde el bus inicia su recorrido. “Si un bus se topa con un taco producto de un choque o un accidente, la metodología con la que los medimos no castiga a ese recorrido”, asegura.

Actualmente un equipo de expertos en transportes está haciendo un rediseño del Transantiago para mejorarlo y se estima que debiera quedar “ajustado” hacia 2012. A ese trabajo se debe sumar la licitación de los alimentadores contemplada para el segundo semestre del próximo año.

Sin embargo, entre los operadores existe la duda de si realmente eso ocurrirá o si al final extenderán las concesiones por algunos meses, a la espera de la aprobación del proyecto de ley que le otorga amplios poderes a Transportes, como por ejemplo, la compra de una o todas las actuales concesiones.

De hecho, el propio Cruzat reconoció que aún no está claro si se relicitan los alimentadores.

“Teniendo claro que a los alimentadores ya se les termina la concesión, el Estado podría adquirir las cinco empresas troncales, que a esa fecha pueden estar económicamente más complicadas que ahora -Alsacia, SuBus, Express, Buses Vule y Metropolitanos- para luego relicitar nuevos recorridos”, estiman varios operadores.

Asimismo, creen que las concesiones de los troncales no deberían costar más allá de US$ 1.500 millones y que se podrán comprar con los dineros de la Ley del Transantiago.