El cementerio de los “huevitos” del Teleférico

Las cabinas se guardan en el cerro San Cristóbal, esperando el nuevo teleférico que abre a fines de 2011.

por Consuelo Terra
(La Tercera – 08/11/2010)

Colgados en hilera y al interior de la antigua estación Oasis de Pedro de Valdivia Norte, están guardados los 72 “huevitos” del extinto Teleférico del cerro San Cristóbal. Desde que dejaron de funcionar, hace 16 meses, han permanecido encerrados en el hangar que originalmente era la estación de partida. Estas cabinas de colores desde 1980 permitían volar a los santiaguinos y trasladar a los pasajeros desde los pies del cerro hasta la cumbre de la Virgen. Hoy ya no les hacen mantenciones ni ningún tipo de revisión periódica. Simplemente, sus dueños se aseguran de que queden bien aislados de la lluvia y la humedad.

Iconos de la ciudad

Un año tardó la construcción del primer teleférico de Santiago, que fue inaugurado el 1 de abril de 1980. Lo más complejo fue enclavar las 12 torres que sostienen las cabinas, por la resistencia que mostraba la roca volcánica que conforma el terreno del cerro. Con sus cabinas redondas que recorrían el Parque Metropolitano desde las alturas, con privilegiada vista de la capital y casi rozando la copa de los árboles más altos, este medio de transporte aéreo se convirtió en uno de los paseos más típicos de las parejas, familias y grupos de turistas que visitaban el cerro San Cristóbal.

Sus 72 “huevitos” avanzaban a una velocidad promedio de 14,4 kilómetros por hora y demoraban unos 20 minutos en recorrer los 4.800 metros entre la estación de partida Oasis, en Pedro de Valdivia Norte, y la estación Cumbre, donde se unía con el funicular. Durante casi 30 años estas icónicas cápsulas con capacidad para cuatro personas llevaron – junto al funicular – en promedio a 1 millón de personas al año. Pero tras acumular fallas recurrentes, que en 2008 dejaron a 20 personas atrapadas en las alturas por una hora, el sistema cesó su funcionamiento en junio de 2009.

Actualmente, un comité técnico del Parque Metropolitano está terminando de trabajar las bases para licitar la reparación del teleférico con un comité técnico durante el próximo año.

“Es una licitación internacional para modernizar el sistema de teleférico, manteniendo por ahora el mismo recorrido original. Los equipos que están viejos, cambiarlos, repararlos y dejarlos operativos. Esto también incluiría el cambio de las antiguas cabinas por otras nuevas y más seguras, con capacidad para 4 a 6 personas”, dice el director del Parque Metropolitano, Bernardo Küpfer. Parte de la infraestructura, como las tres estaciones y las torres que sostienen los cables, se volverá a reutilizar. “Queremos tener listas las bases ojalá dentro del próximo mes para presentarlas a las autoridades de Gobierno. El objetivo es que la licitación esté lista en el primer trimestre de 2011 y tener el nuevo teleférico ya funcionando en diciembre de 2011”, agrega Küpfer.

¿Cuál será el futuro de los viejos “huevitos” parados en la estación? Su destino todavía no está definido, dice el director del Parque Metropolitano. Pero lo más probable es que no volverán a surcar el aire.

Sin embargo, entre los profesionales del Parque Metropolitano ya se están barajando algunas ideas. “Los huevitos del teleférico son una pieza histórica que ha servido 30 años al Parque Metropolitano. Atendiendo a que son un hito que está en la memoria de todos los santiaguinos, una opción es incorporarlos en algún museo. Otra, es aprovecharlos en una actividad artística o recreativa, como un concurso donde se pinten figuras sobre ellos”, dice Küpfer. Sin embargo, aclara, son propuestas que hoy en día están en nivel preliminar. “Una vez que tengamos clara la licitación, podremos hacer el segundo paso, que es darle una segunda vida a los huevitos”, finaliza.