Victory City: El sueño de un hombre

Soñar, pensar y diseñar una ciudad perfecta, es lo que se propuso Orville Simpson II cuando a penas tenía 13 años en 1936. Desde ese entonces hasta ahora este hombre sigue empeñado en cumplir su sueño y dejar como legado una ciudad sustentable que pueda ser replicada en todo el mundo.

Aunque nunca abandonó su idea de crear Victory City, se guardó su sueño hasta 1960. Después de hacer una pequeña fortuna invirtiendo en bienes raíces, decidió dar a conocer su idea y dedicarse por completo a ella. Hoy su único trabajo es desarrollar la que él llama “La ciudad del futuro”.

El nombre de “Victory City” fue elegido debido a que este modelo de ciudad, lograría ganarle a todos los problemas que hoy poseen nuestras ciudades, como la contaminación, la delincuencia y la injusticia social, entre otras cosas.

De a poco fue haciendo los dibujos y escribiendo manuales de cómo debería ser su funcionamiento, desde los sistemas de producción de comida, hasta la planificación de servicios, como tiendas, hoteles y hospitales.

Orville Simpson II

Hoy Orville Simpson II se encuentra en proceso de crear la Corporación Victory City, para atraer financiamiento y lograr que Vicory City sea una realidad algún día y así cumplir su sueño de hacer el mundo un mejor lugar para vivir.

Según Simpson los beneficios para quienes habiten estas ciudades serían muchos, entre los que están: menos contaminación, más seguridad y más tiempo libre.

Cafetería

Además las personas no tendrían que cocinar, porque existirían cafeterías, que tendrían una capacidad de hasta 16.300 personas, las cuales abastecerían a toda la ciudad. Otra de las ventajas, según este inventor de ciudades, es que mantener una “Victory City” costaría 1/10 de lo que cuesta actualmente mantener una ciudad moderna.

En el sitio www.victorycities.com se pueden ver todos los detalles, como por ejemplo el sistema de moneda, el transporte y el sistema de correos que usarían estas ciudades. Todo ha sido pensado.

Loco, soñador, ridículo y visionario, han sido sólo algunos de los adjetivos que la prensa norteamericana ha usado para describir a este hombre que ha puesto su vida y también su dinero a disposición de este sueño.

La verdad es que Orville Simpson II puede ser un loco y un soñador, pero independiente de eso, es interesante ver que existan personas en el mundo, que de forma independiente, dediquen su vida entera a planificar mejores ciudades.