El oasis rojo de Jean Nouvel en el Hyde Park de Londres

En medio del verde Hyde Park londinense hay ahora un muro rojo de 12 metros de altura que da la bienvenida a una extraña construcción, también toda roja, donde la gente se distiende como si estuviera en un oasis de parque. Es el pabellón de verano de la Serpentine Gallery, este año diseñado por Jean Nouvel, reputado arquitecto francés -Pritzker 2008-, quien describió su obra como “una máquina de sol”.

Estos pabellones ya son una institución. Cada año diseña uno un arquitecto de renombre -y que aún no haya construido obra en Reino Unido- con presupuesto ilimitado, y sabiendo que será una estructura temporal. “El arquitecto puede jugar a ser artista”, dice Nouvel.

Ya han sido convocados Toyo Ito, Daniel Libeskind, Zaha Hadid, Frank Gehry, Óscar Niemeyer, Álvaro Siza, el estudio japonés SANAA y Rem Koolhaas. Una lista que ahora aumenta Nouvel, entre cuyas obras más conocidas están la Torre Agbar en Barcelona y el Museo Quai Branly de París. También la ampliación del Reina Sofía en Madrid, en la cual ya usó y abusó del rojo. Pero ahora es más: el pasto se ha cubierto de suelo rojo, las mesas y las sillas son rojas, la barra es roja y los refrigeradores tras la barra, también. El techo, los pisos y los poufs son rojos. Nouvel escribió “green” (en los vidrios rojos) con letras transparentes, y por ahí se cuela el parque. “Quería que esta fuera una sinfonía de distintos rojos. Más que un ejercicio de arquitectura bella, un lugar que se recuerde por las sensaciones”, dijo Nouvel, en la inauguración.

Durante el día el pabellón funciona como una cafetería y hay mesas donde la gente conversa. Una pareja juega pimpón con una pelota también roja. Un grupo de niños se golpea con cojines rojos en una esquina, y un joven lee en un colchón inflable rojo. Por la noche, las sillas se dispondrán como para auditorio y se proyectará una película.

Como siempre, después de los tres meses de verano el pabellón será rematado a privados. Este año, el cierre coincidirá con la inauguración de la primera obra permanente de Nouvel en la ciudad; un centro comercial y edificio de oficinas frente a la Catedral de Saint Paul: “One more change”. El mismo que el príncipe Carlos intentó boicotear; le escribió a la inmobiliaria, pidiendo que cancelaran el proyecto y optaran por uno más tradicional. Antes ya había detenido una construcción de Richard Rogers en Qatar. Pero ahora la polémica se hizo pública y el gremio de arquitectos ingleses se levantó a recordarle que eso no se hace.

Por Macarena García (El Mercurio 10/08/2010)