Vecinos de Matta Sur: el rescate de su identidad

Por: Eduardo Canteros Gormaz

En medio del ruido de la ciudad y su constante crecimiento se escucha, desde hace un tiempo, la voz de diferentes organizaciones de vecinos que defienden su barrio y luchan porque estos tengan un desarrollo armónico con su identidad. Matta Sur es uno de estos barrios, que en el actuar de sus vecinos critica el desarrollo urbano actual y propone su ciudad deseada.

Hacia el sur de la comuna de Santiago nos podemos encontrar con uno de los pocos bandejones centrales de la ciudad de Santiago. Es la avenida Manuel Antonio Matta, en honor al diputado y fundador del Partido Radical de Chile, eje protagónico del denominado barrio Matta Sur, al cual se puede acceder por cualquiera de las calles que lo atraviesan: Portugal, Sierra Bella, Santa Rosa o Nataniel por nombrar sólo algunas.

Una de las principales características del barrio es su fachada continua, donde no existe el antejardín, sino más bien, donde las puertas se unen a la calle.

Las aceras, por su parte, forman un pasadizo que de un lado nos muestra pequeños trozos de jardines, tierras y árboles y por el otro lado, un recorrido variopinto de puertas de madera, rejas protectoras, murallas de colores y ventanas que acogen el dormir de animales domésticos.

Esta configuración produce una fuerte unión entre lo doméstico y lo público. Con sólo dar un paso afuera de la casa se entra de manera abrupta y radical en la vida pública del barrio. Esto hace también que las primeras habitaciones de dichas casas tengan siempre, como música de fondo, los sonidos de la calle, sus conversaciones y ruidos.

Estos y otros elementos cotidianos son los que dan identidad al barrio, y los que han llevado a un grupo de vecinos a defenderlo. Primero, organizados en el comité Matta Sur y ahora en el Centro Cultural para la recuperación y defensa del barrio Matta Sur y en la Red de Vecinos Matta Sur, han comenzado a hablar del barrio, a defender sus cualidades y aporte para la ciudad.

Vladimir Huichacura, vocero de la Red Matta Sur y Presidente del Centro Cultural, nos cuenta algunos de los hitos que los han reunido en la defensa de su barrio. Primero, los perjuicios provocados por el cierre de Santa Rosa, Sierra Bella o Carmen cuando se construían los corredores de transporte público para el Transantiago; luego, la amenaza de desaparición del bandejón de Avenida Matta; finalmente, la elaboración de un plan seccional para el barrio, donde los vecinos participaron en diferentes diálogos organizados por el Municipio, y que culminaron en la Iglesia San Antonio.

Cada uno de estos hitos ha construido a la organización y al Barrio. Así, se han ido dando cuerpo en pequeñas protestas durante los fines de semana, o recolección de firmas en la feria, o en reuniones con las autoridades el Barrio y las organizaciones de vecinos. No tan sólo en la descripción de su pasado o en los déficit del presente, sino también en su propuesta para el futuro del barrio.

Para Vladimir, este barrio no es un lugar aislado con límites rígidos dentro de la ciudad, sino más bien está demarcado por los lugares hasta donde se puede caminar. Parque O’Higgins, Persa Bío-Bío, Vicuña Mackena, Plaza Bogota, Plaza Gacitúa aparecen como parte del barrio. Para él una definición amplia de barrio permite sentirse dueño de la ciudad, sentir que en conjunto con otros sectores conforman Santiago, renunciando así a los límites políticos administrativos que encasillan e individualizan la experiencia urbana.

Las casas de colores y techos altos construyen un barrio residencial de buena calidad donde, almacenes y distribuidoras, ofrecen todo lo necesario para la vida cotidiana de sus habitantes. Situación muy diferente a la ofrecida por algunas edificaciones en altura, donde su oferta de pocos metros cuadrados destruye el barrio que ofrece. Vladimir afirma que la calidad con que se puede vivir en estas casas y calles deja en evidencia la ilusión y el falso paraíso ofrecido por la oferta inmobiliaria de altura dirigida a sectores medios.

Matta Sur, histórica cañada de los monos, tiene una voz en la construcción de la ciudad… “la historia de este país la construyeron grandes palacios como el Cousiño, pero también, casitas de fachada continua, bajitas como Matta Sur… construimos el país, la ciudad, todos juntos”.

Finalmente plantea que los vecinos no están contra el progreso en sus calles, sino que su defensa apunta a que los cambios necesarios consideren en primer lugar la voz de los habitantes, y en segundo lugar, se desplieguen en armonía y respeto de lo existente.

A esto apuntan sus propuestas para densificar el barrio, plasmadas en el trabajo realizado para el plan seccional. Donde, en la búsqueda por armonizar mayor densidad con respeto a su identidad urbana, se proponía diferentes alturas y usos para diferentes sectores del barrio. Intentando contrapesar la visión del barrio como simple contenedor de edificaciones que se puede desprender de algunas lecturas inmobiliarias.

Finalmente podemos plantear que tal como ocurre en otros barrios de la ciudad, la reacción inicial de los vecinos a algunos cambios al poco tiempo se transforma en propuestas. Así, desde algunas calles de Santiago se espera conjugar defensa y protección con desarrollo y participación como piedra fundamental para el desarrollo de nuestras ciudades.