Reconstrucción de Dichato potenciará turismo gastronómico ligado a la pesca artesanal: Plan requiere US$ 49 millones, y se piensa cumplir antes de cuatro años

(El Mercurio, 05/07/2010)

por Fabián Álvarez

Cámara de Comercio local planea, además, levantar un centro comercial culinario provisorio por $100 millones, mientras se rehabilita esta localidad del Biobío.

DICHATO.- Una reconstrucción completa por US$ 49 millones se planea para esta devastada localidad del Biobío, donde casi la mitad de sus 3.488 habitantes hoy viven en la mayor aldea de emergencia del país, tras el maremoto del 27 de febrero.

La fuerza del mar barrió con el 70% del poblado que despuntaba como un pujante polo turístico. Pero un proyecto de la intendencia promete que Dichato se desarrollará 50 años más rápido que antes del terremoto.

Como factor clave se potenciará la vocación ligada a la playa y la gastronomía asociada a la pesca artesanal, explica la intendenta Jacqueline van Rysselberghe, quien asegura rapidez, pues plantea que antes de que culmine el actual Gobierno, la reconstrucción ya estará lista.

“Así como Talcahuano, Dichato es prioridad, porque es una comunidad emblemática, y hay mucha gente afectada”, dice.

La reconstrucción incluye vialidad, urbanización de zonas donde no quedó nada, defensas costeras, paseo costanera, obras hidráulicas y dos parques de mitigación, uno de los cuales estará en el estero que da el nombre a la localidad (ver infografía).

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La intervención en este último punto es vital, porque la inundación que causó el maremoto entró al balneario por este cauce, asegura el arquitecto Sergio Baeriswyl, a cargo del proyecto.

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Una obra no incorporada en este plan maestro, pero que se piensa para futuro, es construir un espigón para hacer una marina. Esto cumpliría doble función: brindar seguridad al área donde desemboca el estero y servir como punto comercial para la actividad pesquera artesanal.

Mall provisorio

La Cámara de Comercio de Dichato, junto a su par de Chillán, planea, además, levantar un centro comercial provisorio por $100 millones, mientras se reconstruye la localidad. El fin es que la gastronomía marina, el sello de esta zona, no decaiga.

“Pensamos albergar a unos 60 comerciantes, el 70% de ellos dueños de cocinerías, en una estructura de módulos de 1.000 metros cuadrados en el sector de la línea férrea”, explica Jaime Eriz, vicepresidente de la Cámara de Comercio.

A través de bingos, colectas y fondos de los pequeños empresarios ya han reunido $10 millones en un mes y medio de campaña. “El resto de los recursos pensamos conseguirlos con empresas o con el Gobierno, porque ya le presentamos el proyecto a la intendenta y al Presidente Sebastián Piñera”, comenta Eriz.

Expropiaciones

Jacqueline van Rysselberghe afirma que será necesario expropiar terrenos para generar una franja de seguridad. “Pensamos partir comprando, a valor comercial, casas de veraneo de gente que no reconstruirá y que ha tomado contacto con nosotros, de manera de dejar en el sector a residentes que realizan actividades turísticas”, adelanta.

Esto último ya ha generado resquemores en algunos veraneantes, pero la intendenta llama a la calma, pues aún no está definido cuánto se requerirá expropiar. Acota que la franja de seguridad tendrá, como máximo, 80 metros desde la línea de alta marea y aclara que “cualquier resolución, en todo caso, contará con la participación ciudadana”.

Barrial vuelve a la mayor aldea del país

Mientras se concreta el plan de reconstrucción, los damnificados de Dichato deberán pasar al menos dos inviernos en la villa de emergencia “El Molino”, la más grande del país, con 400 familias y unas 1.500 personas. Allí, la intensa lluvia que cayó ayer volvió a complicar a sus habitantes, sobre todo por el barrial que se forma en sus calles.

En este campamento -el mismo donde el Presidente Sebastián Piñera durmió en una mediagua para ver el debut de la Roja en el Mundial- no se han terminado los trabajos de alcantarillado para habilitar los baños comunitarios, lo que impide cubrir el terreno con material de estabilizado, explican los vecinos.

“Todo ha estado lento. Cuando vino el Presidente nos dijeron que en una semana estaría todo listo, pero ya pasó su visita, vimos el partido, lo pasamos bien y se olvidaron de nosotros”, comenta Leticia Galindo, dirigenta de la aldea.

Sergio Giacaman, seremi de Planificación del Biobío, explica que a través de la Subdere se entregaron $1.400 millones a los 13 municipios de esta región más afectados por el terremoto. El dinero es para instalar los servicios sanitarios modulares (baño, ducha y lavamanos) y estabilizar los terrenos. Al igual que en Dichato, otro sector que inquieta por el barrial en las aldeas es el de las caletas de pescadores de Arauco.

Giacaman acota que la lentitud en la ejecución de las obras puede obedecer a las persistentes lluvias registradas en las últimas tres semanas en la región, lo que retrasa los trabajos. Sin embargo, afirma que apurar el tranco es tarea de los municipios, porque ya cuentan con los recursos.