Urbanalización ¿La homogenización del paisaje urbano?

Se ha discutido mucho el fenómeno de la globalización y de cómo ésta afecta a todas las esferas de la vida. Parece claro que si todo lo que nos rodea se hace global, lo mismo debería estar pasando con las ciudades. En esta línea, se enmarca el trabajo del geógrafo catalán Francesc Muñoz, quien acuño el término urbanalización para referirse a las transformaciones similares que presenta el paisaje urbano en lugares muy diferentes del planeta. 

 

Si bien las ciudades siempre han constituido un espacio claramente diferenciado en el territorio y han mantenido rasgos y paisajes comunes, en la actualidad una serie de procesos hacen que las ciudades acaben produciendo cada vez más un tipo de paisaje estandarizado y común. El hecho de que las ciudades estén orientadas de forma muy clara hacia el consumo y las actividades relacionadas con el ocio, la cultura o el turismo global, mientras que sus periferias vienen acompañadas de procesos de suburbanización, parece reflejar que la experiencia urbana en lugares culturalmente disímiles es similar e intercambiable. 

El autor señala que más que de urbanización podemos hablar de urbanalización, ya que los espacios públicos son utilizados como lugares de ocio de forma estandarizados, se establecen programas de seguridad y vigilancia de manera generalizada, se desarrolla un consumo del territorio a tiempo parcial, se multiplican los barrios residenciales de casas en hileras, entre otros elementos. 

Así, ciudades como Londres, Buenos Aires y Barcelona conllevan ciertos patrones comunes, donde la impresión de recorrer una autopista o su centro histórico –guardando sus matices- puede parecer un paisaje cada vez más repetido y reincidente. Observamos entonces un fenómeno de naturaleza ciertamente compleja que pone sobre la mesa un tipo de urbanización banal del territorio, que se puede repetir y replicar en lugares diferentes. 

 

En relación a esto cabe preguntarse ¿Qué tan cierta es la homogenización del entorno urbano en lugares distintos del territorio? ¿Se aplican actualmente medidas y políticas urbanas estandarizadas y comunes para experiencias internacionales disímiles? ¿Representan los paisajes urbanos entornos genéricos donde la similitud de los programas de diseño urbano va de la mano con los usos y comportamientos equivalentes que pueden tener cabida en ellos? 

En último término, el geógrafo señala que se hace evidente la inexistencia de un proceso global de homogeneización de los territorios urbanos, ya que a pesar de que existir transformaciones y formatos espaciales similares –como espacios comerciales, las recurrentes áreas turísticas y de consumo-, lo cierto es que siempre existirán diferencias entre una ciudad y otra. 

En esta medida, el concepto de urbanalización se refiere a que si bien los espacios urbanos no son idénticos, las particularidades y peculiaridades propias del lugar se gestionan tan similares como lo permiten. Así, pues, el concepto no tiene tanto que ver con la homogeneización de las ciudades, sino que, por el contrario, con la gestión de sus diferencias que apelan a diseños y planes cada vez más estandarizados. 

Nueva York

 

Tokio

 

Fuente: Urbanalización. Paisajes comunes, lugares globales. Francesc Muñoz, Ed. GG