Puerto de Chaitén pierde acceso marítimo por embancamiento y amenaza conectividad al sur: Colapso por la acumulación de sedimentos provenientes del volcán

(El Mercurio, 11/06/2010)

por Soledad Neira

Situación pone en riesgo abastecimiento de pequeñas localidades de la Región de Los Lagos y el norte de Aysén.

PUERTO MONTT.- Una crítica condición que puede dejar sin conectividad marítima a Chaitén, a Palena y al norte de Aysén muestra la única rampa del puerto de Chaitén, amenazada por un severo embancamiento, que hoy sólo permite su operación en la media o alta marea.

El colapso del puerto generaría graves problemas de abastecimiento por territorio chileno para Chaitén, Futaleufú, Palena, Lago Verde y localidades como La Junta o Puerto Cisnes, advierten autoridades de la zona.

Las barcazas cubren las rutas marítimas entre Chaitén y Puerto Montt o Chaitén-Quellón. Los camiones llevan abastecimiento y mercaderías, y retiran la producción local, principalmente ganadería.

Marcelo Torres, gerente de la Naviera Austral, explica que “una lluvia muy fuerte” podría acelerar aún más el embancamiento de la bahía producido por continuos desbordes del río Blanco.

La bahía de Chaitén, que antes de la erupción registraba profundidades de entre 8 y 36 metros, es hoy una playa de varias cuadras, formada por millones de toneladas de sedimentos provenientes del volcán, arrastrados por el río Blanco y depositados en el fondo marino.

El avance desordenado y sin contención de los sedimentos se ha intensificado en las últimas semanas a “un ritmo muy acelerado, que no habíamos visto antes”, afirma Torres.

“Tienen que atajar el río”, dice el ejecutivo, afirmando que aún es tiempo de salvar el puerto. Pero la fuerza del agua está empujando de manera constante el sedimento hacia la rampa.

Profundidad

La empresa había advertido en noviembre de 2009 a la Dirección de Obras Portuarias del Ministerio de Obras Públicas (MOP) de lo que estaba ocurriendo. Lo mismo hicieron el alcalde de Chaitén, Pedro Vásquez, y los chaiteninos retornados una vez que el volcán disminuyó su actividad eruptiva.

Basada en batimetrías, que miden las profundidades marinas para determinar la topografía del fondo del mar, la naviera aportó en 2009 datos que revelaban que “en el centro de la bahía, el fondo había subido 12 metros, para quedar en menos de un metro de profundidad”.

El seremi del Ministerio de Obras Públicas de la Región de Los Lagos, Enrique Hoelck, dijo que están haciendo “todo lo posible por salvar el puerto”. Informó que iniciaron trabajos en el sector sur, tras pruebas que confirmaron que era posible instalar un tipo de defensa para desviar el curso y evitar que avance al norte, donde está el puerto.

“Vamos a consolidar el talud, para que no vuelva a salir”, y asegura que la próxima semana se iniciará el dragado del área que rodea la rampa, para impedir que se obstruya completamente.

Hoelck advierte que trabajar en la zona es complicado, porque no es sólo lo que aporta el río. “También está lo que aportan las mareas”, dice.

Se trata de garantizar cuando menos que puedan “operar las barcazas mientras tenemos una solución definitiva”, explica el seremi. Y esa solución sería la construcción del nuevo puerto en Fandango, en un lugar no precisado de la bahía, que se ubica a cuatro kilómetros al norte del actual puerto.

El intendente de Los Lagos, Juan Sebastián Montes, estuvo hace algunos día en el lugar, que es una extensa playa de piedras. Hoelck confirma que se están preparando las licitaciones para los estudios de ingeniería para que “cuanto antes se puedan concretar obras” en el sector, pero desestima comprometer plazos hasta no tener los estudios.

El mayor problema es la falta de alternativas. La más cercana es Puyuhuapi, 196 kilómetros al sur de Chaitén, que tiene sólo un piedraplén que ha permitido sacar ganado en pie. En la localidad Raúl Marín Balmaceda hay una rampa pequeña para camiones de no más de 10 mil kilos, y además tiene problemas de acceso: una senda de penetración y el cruce del río Palena.

Varios meses de aislamiento

Arturo Carvallo, alcalde de Futaleufú, dice que la situación es “tremenda. Nosotros ya lo estábamos viendo cada vez que pasábamos en la barcaza”. Dice el edil que todo el abastecimiento de alimentos, verduras, frutas, lácteos, de materiales de construcción, todo viene por mar. “Todo el comercio de Futaleufú, de Palena y hasta Puerto Cisnes se abastece de los camiones que vienen en barcazas”, comenta.

En Cisnes, el alcalde Luis Valdés recuerda “los problemas que se generaron en el sector norte de la Región de Aysén tras la erupción, cuando el puerto estuvo cerrado. Aquí es muy complejo entrar o sacar mercaderías”. Lo peor, dice Carvallo, es que con el puerto embancado no es una cosa de días. “Podemos quedar meses aislados”, explica.