Marcial Echenique vaticina el Santiago del futuro

(El Mercurio. 29/08/2009)

Romina de la Sotta Donoso

Hace un mes, la reina de Inglaterra condecoró con la Orden del Imperio Británico al arquitecto y urbanista Marcial Echenique. “Nunca había estado en el Palacio de Buckingham. La reina me habló de Chile, se acordaba de la gran recepción que le hicieron cuando vino. Te dan un escudo heráldico y estandarte. Es muy divertido”, cuenta.

Hace poco dejó su cargo de decano de Arquitectura en la Universidad de Cambridge, para concentrarse en la investigación.

En Buckingham, la reina también le comentó el estudio “El futuro de Cambridge”, por el cual el chileno recibió el Premio Nacional de Urbanismo 2000 de Gran Bretaña, y que está siendo replicado en varias ciudades. Con él, cambió para siempre a la paradigmática localidad inglesa y demostró que podía adelantarse al futuro.Camisa de fuerza

A inicios de los 50, explica el especialista, para proteger el casco histórico y la coherencia patrimonial de Cambridge, se estableció un cinturón verde, limitando su expansión. Pero la situación, dice, era insostenible: “La ciudad estaba con camisa de fuerza: había una densidad muy alta, y no podía crecer. Las viviendas eran más caras que en Londres. Los grupos medios y bajos estaban siendo desplazados, había segregación y problemas de transporte y congestión”.

Al terminar el estudio, eso sí, no hubo recomendaciones. “No dijimos qué hacer, sino que mostramos siete alternativas posibles, con modelos de simulación para predecir qué iba a pasar en 50 años. Y se hizo un plebiscito. Curiosamente, la mayoría estuvo a favor de expandir la ciudad. La municipalidad combinó las opciones más votadas, y por primera vez en 50 años Cambridge está creciendo. En los próximos 20 años crecerá en un 50%”, revela.

Y eso no es todo. Esta estrategia ya se está aplicando en el sur de París y en Coimbra (Portugal), y pronto será el turno de Lo Barnechea. “Haremos proyecciones de qué puede pasar en los próximos diez años. Y también decidirá la comunidad”.

Patrimonio en peligro

Este estratega de la planificación urbana asegura que en las ciudades compactas, esas que crecen hacia arriba y no hacia los lados, “los costos del suelo se vuelven altísimos. No puedes ejecutar la vivienda progresiva, porque es imposible incluso ampliar un baño. En cambio, en ciudades dispersas, los valores de los terrenos son menores y tienes espacio para desarrollar viviendas y comercio. Y eso permite la movilidad del transporte”.

-¿Y qué sucede en uno y otro caso con el patrimonio?

“Si uno empieza a densificar la ciudad, peligra el patrimonio histórico. Pero la dispersión no genera esta presión, pues hay menos demanda de regenerar las edificaciones”.

-¿Cuáles sitios de valor patrimonial sobreviven en Santiago?

“La Moneda es muy bonita y el Barrio Cívico es colosal, demuestra que hubo una conciencia cívica de espacio público. Y precisamente de esta calidad de espacio público se trata hoy el rescate del patrimonio. Y eso es tener buenos pavimentos e iluminación, veredas bien diseñadas y mucha arborización. Y soterrar los cables, que es urgente”.

-¿No cree que justo en el espacio urbano existe inequidad?

“Sí. Al sobrevolar el oriente, se ven árboles. Pero no es así hacia el poniente o el sur. Eso pasa por comprimir la ciudad en una forma ilógica. Hay que preocuparse de las vías, que son lo que hace grande a una ciudad”.

-Usted plantea que la ciudad del siglo XXI es dispersa y tiene varios centros. En Santiago, ¿cuáles podrían ser estos centros?

“Sanhattan se ha convertido en un centro empresarial enorme, reforzado por el metro; y en Pudahuel habrá un polo de desarrollo importante. Lo mismo Talagante y San Bernardo. Y Ñuñoa promete bastante. En las ciudades dispersas, la gente elige dónde quiere vivir, en alta o baja densidad. Incluso hay gente a la que le gusta vivir en departamento, pero es la minoría. A casi todos les gusta tener su jardín, un poco de verde, poder hacer un asado. La mayoría quiere tener espacio e independencia”.

CONFERENCIA

El jueves 3, en la U. de los Andes, Echenique comparará la planificación urbana de París y Santiago. www.uandes.cl
Sanhattan

“En Chile, los ministerios son sectoriales e intervienen en la ciudad a parches. No están coordinados. Es necesario contar con una institucionalidad que tenga responsabilidad territorial”, denuncia Echenique. “En el nudo de Sanhattan, por ejemplo, las calles no tienen capacidad para el flujo que tendrá. Yo los hubiera obligado a pagar un tercio de los costos de mitigación a cada uno: los inmobiliarios, porque ellos generan el problema; las municipalidades, porque dieron permisos, y el Estado, porque son flujos de paso de todo Santiago”.