Carta – Borde costero de San Antonio

(El Mercurio. 19/08/2009)

Señor Director:

Visitando el día de ayer la ciudad-puerto de San Antonio, vi con asombro y estupor las obras casi terminadas de un nuevo casino-hotel-mall o similar. Bien por una ciudad que contará con nueva infraestructura y posibilidades de desarrollo económico, pero mal, porque se ha destruido en la ciudad un valor irreemplazable como es el paisaje.
El borde de mar es para nuestras ciudades una magnífica oportunidad de desarrollo, y, siendo un “país de borde”, debiéramos dar el mejor ejemplo al mundo en nuestras intervenciones costeras. Pero proyectos como éste, que entregan a unos pocos privilegiados la “vista al mar” y que permiten que se ocupe la primera línea con rentables moles ciegas, que no sólo impiden la vista al resto de la ciudad y de sus habitantes, sino que además se niegan a él, no dan cuenta de esta capacidad y responsabilidad.

Para sus habitantes y visitantes, San Antonio ya no será lo mismo, no podremos ver desde el cerro la hermosa bahía continua que tan bien recuperada había sido con la costanera. Esa ballena azul varada será el triste recordatorio de la muerte de una especie en extinción: las antiguas soluciones urbanas, que pensaban en el bien común y en el patrimonio que pertenece a todos, no sólo en interesantes oportunidades económico-inmobiliarias.

María Paz Valenzuela B.
Académica
Facultad de Arquitectura y Urbanismo
Universidad de Chile