Obras bicentenario: en busca de una impronta

(El Mercurio, 24/05283617616_obras_bicentenario.jpg/2009)

¿Cómo se recordará el Bicentenario un siglo más tarde? ¿Qué proyectos marcarán un hito y serán vistos como un aporte de esta época al Chile del futuro? ¿Qué “relato” de país se vislumbra a partir de los proyectos de orden nacional? Diversos actores del mundo de la academia y las artes entregan su visión sobre las 20 iniciativas emblemáticas con las que se celebrarán los 200 años de Chile. Por Evelyn Erlij.

El pasado 21 de mayo, la Presidenta Michelle Bachelet abrió su cuarta Cuenta Pública sobre el estado de la nación remarcando que, tal como lo prometió desde un comienzo, el suyo sería un gobierno de cambio social. Y aunque no se refirió en detalle a las grandes obras y proyectos con que se celebrarán los 200 años de Chile -más allá de mencionar algunos-, su “política bicentenaria” ha sido reflejo de esa impronta. “Lo que a la Presidenta le interesa es tener una mirada inclusiva, de participación ciudadana; la idea es tener un Bicentenario que pueda llegar a todos los rincones”, explica Omer Novoa, secretario ejecutivo del Directorio de Obras Bicentenario.

Atrás quedó, entonces, el ambicioso plan de su predecesor Ricardo Lagos de idear megaproyectos de infraestructura pensados para construir “ciudades más bellas, menos contaminadas, más expeditas”, como solía decir en sus discursos. El quiebre entre ambos enfoques fue notorio. Pero se siguió adelante con un híbrido que hoy rescata algunos de los planes originales de Lagos, inspirados en las ideas de François Mitterrand para la Francia de los 200 años de la Revolución Francesa, y los une con las iniciativas de Bachelet, enfocadas principalmente en la participación ciudadana, siguiendo el modelo que impulsó Barcelona para las Olimpíadas de 1992, según explica Pablo Allard en su texto “¿Populismo, pluralismo o pragmatismo?”.

La transformación del perfil de las celebraciones también se debió, en parte, por la modificación del directorio de la Comisión Bicentenario que hizo la Presidenta en 2008. “Con el cambio de gobierno, el plan se desdibujó, ha perdido trascendencia”, opina Jorge Atria, ex director de la Comisión de Patrimonio del Colegio de Arquitectos. “Desgraciadamente, por mirar parcial y políticamente el tema del Bicentenario, se han querido hacer algunos proyectos representativos de ciertos gobiernos, más que de la generación de este tiempo”, afirma.

El resultado actual es una lista de 20 proyectos y obras bicentenario nacionales que incluye al Centro Cultural Gabriela Mistral (ex Diego Portales), el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, un Congreso de la Lengua Española, un “Satélite Bicentenario”, una red sismológica y de vigilancia volcánica nacional, ciclorrutas y fiestas ciudadanas, entre otras iniciativas.

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  • Germán del Sol, Premio Nacional de Arquitectura 2006, considera que detrás de estos proyectos nacionales se vislumbra el sello de la actual Mandataria.

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  • “Como conjunto de obras, se refleja bastante la actitud que ha tenido el gobierno de repartir las platas y proyectos entre muchas personas. Sin embargo, hay una dispersión de ideas. Hay muchas que son buenas, pero no hay una principal que a uno le deje algo en el aire. No se sabe muy bien qué es lo que proponen”, comenta.

    Algo similar opina la antropóloga Sonia Montecino, ex miembro del Comité Asesor Bicentenario, entidad creada por Lagos y hoy disgregada en subcomités de trabajo: “La lista es heteróclita, en el sentido de ‘irregular’. No es fácil encontrar a primera vista una orientación o un horizonte de significados a todas las obras del listado. ¿Qué reflexión las coloca como relevantes? ¿Cuál es el «relato» sobre el Bicentenario que se asoma en la diversidad de proyectos consensuados como importantes?”, se pregunta la escritora y académica de la Universidad de Chile.

    Categoría “nacional”

    Iniciativas para celebrar los dos siglos de Chile hay muchas, y van desde premios, concursos, foros y publicaciones, hasta cientos de programas, obras y proyectos regionales. Sin embargo, los planes de mayor impacto y trascendencia son los denominados “nacionales”, ideas hito que buscan convertirse en el legado de esta época a las generaciones futuras.

    Omer Novoa explica que esta lista de proyectos emblemáticos se definió como tal desde distintas perspectivas. “Aun cuando una obra o proyecto pertenece a una región específica, como el Centro Cultural Gabriela Mistral, se define como nacional a partir de su significancia para el país. Otros, como la red de estadios o la red sismológica y de vulcanología, tienen una cobertura en todo el territorio, y por eso están en esta categoría”.

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  • En el caso de proyectos como la Ciudad Parque Bicentenario y el Plan Maestro de Ciclorrutas para la Región Metropolitana, la idea es instalar modelos que se sigan replicando en el futuro. “El plan del Bicentenario es mirar no sólo lo que hicimos, quiénes somos y qué estamos haciendo, sino también qué es lo que vamos a hacer a futuro”, argumenta Novoa. Da como ejemplo la ciclorruta que se construyó en la Región de la Araucanía en enero, y explica que más que las acciones físicas de construcción, el Plan Maestro tiene que ver con un ejemplo de coordinación y planificación que busca ser imitado.

    Sobre estos criterios, la Presidenta y su grupo de asesores tienen la última palabra en cuanto a qué proyecto es catalogado nacional o regional. El único caso especial fue el Nuevo Teatro Teletón, plan que la institución presentó y que la Mandataria timbró inmediatamente. En cuanto a agrandar la lista con más proyectos emblemáticos, la posibilidad existe.

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  • Si bien se ha hablado de ciertos atrasos en algunos proyectos, como es el caso del Parque Cultural de Valparaíso (ex cárcel), la premisa del gobierno en cuanto a los plazos parece no ir por la idea de entregar todo antes de septiembre de 2010 a como dé lugar. “Si uno lo mira desde el punto de vista histórico, más que realizar proyectos Bicentenario con una fecha determinada, se trata de un período en el cual se toman decisiones. En el centenario, por ejemplo, mucha gente se olvida que varios proyectos como el Palacio de Bellas Artes y el Parque Forestal se terminaron después de 1910”, comenta Novoa.

    Hitos y discursos

    Casi una década después del inicio de los planes de celebración del cumpleaños 200 del Chile republicano, aún parece haber cierto desconocimiento del conjunto de obras y proyectos emblemáticos a nivel masivo. “A un año y medio del Bicentenario, tenemos poca información, o ella está tan dispersa, que no se percibe algo coherente y coordinado. Hay muchas instituciones públicas y privadas que tienen proyectos, algunos muy interesantes. Ellos se han dado a conocer por las respectivas patrocinadoras de manera separada, y aún falta que se reúnan en una información comprehensiva y sistemática”, opina Carlos Aldunate, director del Museo de Arte Precolombino.

    Sí hay proyectos que han dado que hablar, como es el caso del Centro Cultural Gabriela Mistral, considerado por Omer Novoa el proyecto hito que se recordará de aquí a 100 años, ya que recuperará, a su juicio, un espacio controvertido y albergará ahí un Teatro Nacional que hasta hoy no existe. “Desde el punto de vista arquitectónico, probablemente sea de las obras más trascendentes de este listado. Será una intervención emblemática, ya que recuperará parte de la memoria de ese lugar y va a hacer lo posible por suavizar un poco la imagen de la arquitectura de ese edificio, que es bastante controvertida”, opina el experto en patrimonio Jorge Atria.

    Otra de las obras conocidas es el Museo de la Memoria, frente a la Quinta Normal, cuyo objetivo será dar a conocer las violaciones a los derechos humanos cometidas entre 1973 y 1990. “Es interesante, pero me parece que es preciso ir más allá de la memoria reciente, pues en la pasada se esconden muchos de los mecanismos socioculturales que hicieron posible la transgresión a los derechos humanos en el siglo XX”, comenta Montecino, quien también destaca el Programa de Desarrollo de las Humanidades, las Artes y las Ciencias Sociales. Por su parte, Germán del Sol y Francisco Brugnoli -este último, director del Museo de Arte Contemporáneo- rescatan el Sendero de Chile, por la nueva conciencia y dimensión del territorio que creará esta iniciativa en los habitantes del país.

    Sin embargo, a nivel de conjunto, los entrevistados no tienen muy claro el “discurso bicentenario” que hay detrás del listado nacional. “Creo que son proyectos que apuntan en lo general a un cambio estructural de nuestra sociedad. Sin embargo, la diversidad de estos planes me confunde respecto de cuál es la visión país que tenemos de futuro, de cómo nos vemos de aquí a cincuenta años. En este sentido, no estamos levantando un hito, y no hablo de un monumento, sino de un tesoro de imaginarios urbanos y nacionales”, opina Brugnoli.

    ¿Será, quizás, que la heterogeneidad de la lista corresponde a un signo de nuestros tiempos? Sonia Montecino responde: “Podríamos pensar que el orden posmoderno no necesita de ningún relato y que interrogar a ese listado por un horizonte o por una ‘regularidad’ no tiene cabida en un mundo desgajado de los antiguos paradigmas unitarios. Sin embargo, sí tiene sentido preguntar cuando consideramos que hemos construido social y políticamente un ‘hito Bicentenario’ y, más aún, cuando lo hemos oficializado desde el 2000 en adelante”.

    Lo que faltó

    Respecto de las carencias de los planes nacionales, los consultados apuntan a la mantención y recuperación del patrimonio, aspecto representado en la lista por la renovación de la Quinta Normal. “Un bicentenario implica dos cosas: memoria y proyección futura. Pero resulta que la memoria del Parque Forestal, de las colecciones en los museos y de la mantención de monumentos nacionales sufre un deterioro grave”, comenta Brugnoli.

    De acuerdo al director del MAC, esto pone en relieve un problema con el que concuerda Jorge Atria, quien considera al proyecto de la Quinta Normal como uno de los más valiosos: “Hay un mundo por hacer en cuanto al patrimonio arquitectónico y cultural, y aquí este tema no está lo suficientemente resuelto. Hay mucha arquitectura que debe ser investigada, recuperada, intervenida y puesta en valor; ésa es una deuda que tiene nuestra generación muy grave y dolorosa. El Estado de Chile tiene mucha responsabilidad en esto, ya que no ha sido capaz de actualizar sus normativas”, aunque las esperanzas están puestas en la pronta aprobación del Instituto del Patrimonio, anunciado en el discurso del 21 de mayo.

    Sonia Montecino también detecta esta carencia. “No hay apuestas de rehabilitación de edificios emblemáticos, una gran obra como la ampliación del Museo de Bellas Artes. Tampoco se ven gestos menos materiales como educar para conservar y valorar lo que fuimos capaces de edificar como República”, considera la antropóloga.

    Y aunque los tiempos han cambiado, las comparaciones con el centenario son inevitables: “El proyecto bicentenario es una oportunidad para generar ciertos hitos emblemáticos que perduran en el tiempo, que son reflejos de la cultura y la realidad de la época. Hoy nadie pone en discusión el Museo de Bellas Artes; es un símbolo clarísimo que se ha conservado en el tiempo. Ésa es la dimensión en que tenemos que ser capaces de actuar hoy: tener cada mes a miles de personas mirando y habitando un edificio que se hizo hace 100 años”, comenta Atria. Desde esa perspectiva, el Centro Cultural Gabriela Mistral podría, quizás, constituirse en el hito del Bicentenario.

    ¿Cómo se recordará un siglo después el legado del Chile de 2010? El directorio de Obras Bicentenario espera que estas celebraciones se perpetúen en la memoria como una instancia de participación que permitió el mejoramiento de la vida de los chilenos. “El bicentenario es una oportunidad para generar proyectos que se puedan cobrar en un siglo más”, considera Jorge Atria. Habrá que esperar, entonces, 100 años más para saber si la meta del Chile bicentenario se cumplió.
    Estado de avance del programa nacional

    Sendero de Chile: Se contempla, el primer semestre de 2010, la inauguración de un “sendero de las artes” de 8 km. en el Parque Metropolitano. Incluye seis “plazas interpretativas” a cargo de artistas como Antonio Gil.

    Parque Cultural de Valparaíso: Se eligió el proyecto ganador (de Martín Labbé y otros arquitectos) para construir un centro cultural en los terrenos de la ex cárcel. Las obras comenzarían en diciembre.

    Centro Cultural en Buenos Aires: Se emplazará en los jardines de la embajada de Chile, contará con 650 m2. En fase de diseño.

    Parque tecnológico: Centro educacional en el ex aeródromo de Los Cerrillos. Promoverá la innovación tecnológica industrial. Se está diseñando el plan maestro.

    Parque de la infancia: Espacio dirigido en especial a niños menores de 6 años. Se ubicará en el Parque Metropolitano, sector Recoleta. Está en etapa de “diseño arquitectónico”.

    Satélite Bicentenario: Se espera contar para 2010 Chile con el primer “ingenio satelital”, que satisfaga la demanda de imágenes satelitales y la investigación científica.

    Recuperación Quinta Normal: Renovación del parque inaugurado en 1841, y también los recintos que alberga en su interior. Está en etapa de diseño.

    Red de estadios: Busca ampliar y mejorar la oferta de recintos deportivos del país.

    Programa de centros culturales: Construcción de un centro cultural en cada comuna de más de 50 mil habitantes. En 2009 se inaugurarán seis.

    Centro Cultural Gabriela Mistral: Definido por el gobierno como “la obra más emblemática” en infraestructura. El ex edificio Diego Portales será un centro de difusión de teatro, música y artes visuales. De sus tres etapas, el término de la primera está previsto para el primer trimestre de 2010.

    Parque “eco cultural” Quebrada Verde: Situado a 10 kms. al sur de Valparaíso. Busca generar un espacio (100 has.) de recreación natural. Está siendo diseñado.

    Plan de ciclorrutas: La idea es contar, en 2012, con 640 kms. de ciclorrutas, 550 urbanos y 140 rurales.

    Ruta Patrimonial G. Mistral: Senda con 16 hitos y lugares de significación mistraliana. En etapa de proyecto, en agosto se llamará a licitación para el “centro mistraliano”.

    Red sismológica y de vigilancia volcánica: Cubrirá desde Visviri a Punta Arenas. La red de vigilancia volcánica agregará al observatorio de Temuco tres instalaciones, en el norte, centro y extremo sur. Se está comprando el instrumental.

    Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos: Espacio de 45.700 m2. Recordará las violaciones a los DD.HH. ocurridas entre 1973 y 1990. Se inauguraría a fines de año.

    Teatro Teletón: Espacio para uso artístico, convenciones y para la organización de la Teletón. Se puso la primera piedra el 29 de abril de 2009.

    Congreso de la Lengua Española: Se realizará entre el 2 y el 5 de marzo de 2010 en Valparaíso, con la asistencia de los reyes de España.

    Trienal de Chile 2009: Instancia similar a la bienal de Sao Paulo, el último trimestre del año tendrá presencia en varias ciudades del país.

    Desarrollo de humanidades, artes y ciencias sociales: Las Úes del Consejo de Rectores podrán concursar con estrategias de desarrollo en estas áreas.

    Chile+Cultura: Iniciativas de arte y cultura a nivel regional que estimulan procesos de diálogo ciudadano.