Las diez mejores ferias libres de Santiago

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(El Mercurio, 29/03/2009)

Destacan aquellas que han invertido en el servicio al cliente, con mayores estándares de higiene y seguridad. Por Rodrigo Silva

Ni para bien ni para mal ha afectado la crisis económica a las ferias libres del Gran Santiago, según sus locatarios. Sin embargo, admiten que tampoco se han “puesto las pilas”.

Prueba de ello es que desde comienzos de los años noventa no se han creado más de cinco ferias, a pesar de que desde 1992 a la fecha la población de la ciudad ha aumentado en más de un millón de personas.

El gremio afirma estar empecinado en modernizarse para ganar más clientes.

A raíz de ello, “El Mercurio” le pidió a la Asociación Chilena de Organizaciones de Ferias Libres (ASOF) que elaborara la lista de las diez mejores posturas de Santiago (Ver infografía).

La idea de la agrupación es cambiar las carpas viejas, los fierros oxidados y la falta de higiene en las 406 ubicaciones que hay en la Región Metropolitana, que van rotando durante la semana para asegurar 120 ferias diarias en la capital.

El presidente de ASOF, Héctor Tejada, explica que “a nuestra gente le falta mentalidad de emprendimiento. Esta debe ser de las pocas actividades que no invierten en el negocio. Gastan en mercadería, pero les da lo mismo mejorar la carpa o cambiar la camioneta”.

Por ello es que en el último tiempo han aparecido varios ejemplos de “ferias modelo”, en donde los locatarios se han organizado para tener toldos nuevos, calles limpias e incluso pasillos cubiertos para proteger a las “caseras” -sus clientas más fieles- del sol o la lluvia.

El gremio también está apostando a mejorar sus condiciones mediante una capacitación a los feriantes en el tratamiento de los alimentos y en cómo invertir en sus negocios.

Incluso pretenden que esos cursos se sumen a los requisitos actuales para instalarse con un puesto, que son tener 18 años, no tener antecedentes penales, vivir en la comuna, no tener un puesto en otra comuna y un informe social.

Problemas pendientes

Con todo, hay más temas que inquietan a los feriantes.

El plan de descontaminación de Santiago, que planea en los próximos dos años sacar de circulación a cerca de 35 mil vehículos no catalíticos, los golpeará significativamente ya que, según Tejada, 20 mil de esos automóviles y camionetas están en las ferias.

Quieren además terminar con los “coleros”, aquellos que se instalan al final de una feria sin permiso municipal, sobre todo los fines de semana. “Siempre han existido, pero se institucionalizaron con la crisis asiática. La gente descubrió que allí podían vender cualquier cosa. Entre ellos hay personas necesitadas, pero también quienes venden cosas robadas”, sostiene.

Opinan las “caseras” y “caseros”

LUIS LEAL

“Las frutas las compro en el supermercado y el resto en la feria. Eso sí, a veces uno compra seis tomates y dos vienen malos. Es barato, pero la calidad varía”.

CRISTINA ROJAS

“Acostumbro a comprar en la feria y en el supermercado. Este último es más caro, pero tiene productos de mejor calidad”.

CARMEN FERRADA

“Me gusta más la verdura de la feria, porque es más fresca, el resto de las cosas las consigo en el supermercado”.

M. TERESA TONDON

“Desde hace un año compro todo en la feria, porque los precios son más bajos y los productos son frescos. Vengo aquí todos los martes y viernes”.

EN CIFRAS

300 puestos tiene una feria grande en Santiago.

La más chica cuenta con 35 y la más grande supera los 1.000.

30.000 puesteros hay en el Gran Santiago. De ellos, la mitad son mujeres.

1,5 millón de pesos (brutos) gana, en promedio, un feriante al mes.

10.000 personas atiende una feria grande diariamente. La cifra aumenta los domingos.

70% de las frutas y verduras del país se vende en las ferias libres.

Foto de: Juan Eduardo López