Los nuevos barrios gay de Santiago

1280845280_zzz.jpg(La Nación, 24/02/2009)

Estación Central, Puente Alto, Providencia, Plaza Brasil. Homosexuales edifican nuevos espacios en la capital, un fenómeno que se acrecienta con la cada vez más nutrida migración de provincia, de gays buscando aceptación y oportunidades. Santiago se tiñe de rosa. Por Sofía Fernández

“Gay friendly” (amistoso con los gay), es una categoría urbana que varios barrios del globo ya han conseguido.

Santiago ya tiene un rincón en esa categoría: el Barrio Bellas Artes, proclamado así en 2006 por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), un sector cada vez más pluralista donde conviven lesbianas, gay, bisexuales, transexuales y transgénero (LGBTT).

“Para qué estamos con cosas, la mayoría de los colas son arribistas y obvio, querrán vivir donde esté toda la onda”, escribe del Bellas Artes Vilches (su nick) en un foro del sitio maricones.cl.

Y es que los gay reconocen en su círculo un gusto por el arte, el diseño, la buena mesa y el carrete. Es por eso que este céntrico y tranquilo sector, con apariencia “afrancesada y antigua” les parece atractivo. “Nadie decidió desterrar el esparcimiento gay a esa reducida cuadra, sino que fuimos nosotros mismos los que quisimos reunirnos allí. Y la masa atrajo cafés, restaurantes, librerías, etcétera” explica Dual en el mismo foro.

Daniel Shang vivió en Loreto con Bellavista, y recuerda que el lugar albergaba a muchísimos gays, hasta el Metro Universidad Católica. Concuerda en que a la mayoría le gusta aparentar y por ello aspiran a vivir en el sector oriente “pero a lo más les alcanza para vivir en Providencia, en el Metro Pedro de Valdivia, que es como de colas viejos” cuenta.

El problema es que para vivir allí, se necesita capacidad adquisitiva. Es por eso, que nuevos sectores menos costosos están surgiendo como alternativas de asentamiento para este grupo.

Cristina, dice que en el barrio Brasil habitaban muchos LGBTT, debido a la cercanía con los pubs y el centro “Pero eso ha ido cambiando por la llegada de inmigrantes, que volvieron peligroso el lugar”. Ella vive en La Florida y trabaja en una galería de Puente Alto, caracterizada por la presencia de peluquerías de gay y transexuales, donde la fuerte segmentación da la apariencia de ghetto.

Jaime Lorca, miembro del directorio de Acción Gay, explica que “existe un tipo de discriminación entre los mismos gays, por nivel socioeconómico. De hecho si te metes a un chat gay y pones que eres de Estación Central, te van a sacar al tiro”. Por eso en la “Villa Japón como de 100 casas 60 deben estar habitadas por gays, pero ellos no lo comentan” asegura.

Migración gay

“Es distinto vivir la homosexualidad en las ciudades pequeñas, que en las grandes urbes. En las regiones aún predominan un modelo más antiguo de homosexualidad: el afeminado, que tiene doble vida” señala el sociólogo y presidente del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUMS) Fernando Muñoz, para explicar un creciente fenómeno: la migración homosexual desde provincia.

Rolando Jiménez, presidente del Movilh, cree que hay avance en provincias en cuanto a aceptación, pero concuerda en que existe una tendencia a emigrar a la capital, porque la discriminación persiste.

Según una encuesta del Centro Latinoamericano de Sexualidad y Derechos Humanos durante la marcha del orgullo gay 2008, el lugar donde se vive juega un rol predominante en este tema. “Más de un tercio de los encuestados se sentía discriminado en sus barrios y eso en regiones es mayor” explica Muñoz.

Cristina, peluquera transexual de Puente Alto, cuenta que muchos trans se vienen de ciudades chicas buscando oportunidades de desenvolverse en el ambiente artístico. Otros por el contrario, arrancan del rechazo de sus propias familias, para camuflarse en el anonimato, proporcionado por la densidad poblacional de Santiago.

¿Segmentación o ghettos?

“Es segmentación de mercado, nada más” señala Roro, también miembro del foro de maricones.cl. Y es que como explica Muñoz, “la mayoría de los gay prefieren irse a vivir al centro de Santiago, como cualquier pareja joven sin hijos. Porque son departamentos pequeños, que están cerca del comercio y la diversión”. Además señala que es un fenómeno del marketing, pero que no es nuevo, sólo que ahora está mucho más definido el segmento al que se quiere llegar: “el gay joven y de altos ingresos”.

Para Casanova -otro participante del foro- la razón de agruparse es la “calentura”. “Reconozcamos que el hecho de tener ‘carne accesible’ a la vista es también un atractivo para el gay estándar, el estar mirando y flirtear con otros hombres es casi una necesidad natural”, señala.

Sin duda, la principal razón para gestar barrios gay friendly es sentirse más seguros y aceptados. “Muchas personas prefieren sentirse agrupadas con sus pares, no por automarginarse, sino por un sentido de pertenencia”, postea Broken (nick).

 

Sea por la razón que fuere, la mayoría cree que es negativo que se generen ghettos o barrios exclusivamente de LGBTT, como explica Muñoz: “Es como salir del closet para meterse en un closet más grande”.