El arte callejero no calla

1934065859_stencil.jpg(La Nación, 14/08/2008)

Mil stencils provenientes de Santiago, Buenos Aires y Bogotá recalan en Valparaíso. Un casete anarquista, un peatón que le grita al Transantiago y un guerrillero en la puerta de una casa, son algunos de los stencils que componen la exhibición que se presentará en el puerto desde el 22 hasta el 24 de agosto. Por Sebastián Labra

Catalina Scott está de vacaciones. Y camina por las calles del gran Buenos Aires. Ella es profesora de sicología, sin embargo, aparte de la pedagogía su otro amor es el arte. Pero no todo, sino que el arte callejero, específicamente, los graffitis y stencils. Los mismos que ahora observa en las paredes de los edificios porteños mientras pasea por Avenida de Mayo, desde donde nos cuenta de su próxima exposición: “La calle no calla: imagen y posmodernidad”.

“Esta es una recopilación personal que no pretende ser ni sistemática, ni completa, de imágenes urbanas encontradas en distintas ciudades de habla hispana. Imágenes que coexisten entre una diversidad de discursos visuales que circulan sin toparse en la ciudad que parece estar muda, pero no es así”, explica Scott.

Por eso ahora vuelve del descanso con una exhibición que verá la luz el 22, 23, y 24 de agosto en Valparaíso al lado de la Plaza La Matriz, en el Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano Contemporáneo DUC.

Desmóntelo usted mismo

Rebeldía, cultura pop y grandes artistas como Salvador Dalí se pegan en el concreto. Y después son trasladados a la sala de arte, gracias a los mil stencils capturados fotográficamente en diferentes ciudades latinoamericanas como Buenos Aires, Bogotá y Santiago. Así nace la vanguardia errante, comprobando que el arte vive y respira en la calle.

“Desde mediados de los ’90, las plantillas, tags, pegatinas, etc han sido usadas por los artistas que dan forma a diversos estilos de intervenciones callejeras. Si bien, las obras han comenzado a ser reconocidas, éstas siguen siendo relativamente marginales y por ahora, el anonimato es un valor que no se transa”, afirma Scott.

Pero no todo será observar. El público en la exposición podrá desmontar la exposición y reordenarla, así como también participar en la charla que se realizará el primer día sobre “La función de la imagen en el mundo contemporáneo”, presentada por Francisca Pérez, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Andrés Bello, para echarle un vistazo al arte callejero en la urbanidad.

Respecto a eso Scott rescata que “los stencileros intervienen la calle utilizando una técnica de estampado milenaria que usa imágenes recortadas como plantillas. Papeles, recortes, moldes, aerosol y pegamento son sus armas. Y lo interesante es que son autores que no se identifican cuando estampan muros y murallas de sitios baldíos. Son anónimos artistas que operan en las sombra”.

-¿Cuál crees tú que es lo mejor de este formato artístico llamado “street art”?
-Creo que lo mejor es que las imágenes salen al encuentro del peatón y que no necesitan mediadores, curadores ni gestores culturales. Hay una multiplicidad de voces que no callan y que al ser advertidas consiguen visibilidad. Una visibilidad que al ser recopilada construye una estética especial de la jungla callejera.