Cirugía urbana para población La Legua
Hoy en día el problema de la delincuencia está completamente inserto en la agenda pública del país. Muchas veces vemos que las políticas para enfrentar este problema son la mayoría de las veces ineficientes o apuntan a solucionar los efectos pero no las causas del problema. En ese sentido, resulta interesante y alentador escuchar al subsecretario del interior, Felipe Harboe anunciando una medida de diseño urbano para prevenir el crimen en una de las poblaciones más conflictivas del Gran Santiago.
La estrategia; erradicar los enclaves de violencia a través de una operación de cirugía urbana, interviniendo pasajes “ciegos” y construyendo calles nuevas en las zonas más peligrosas de la población.
La Legua, población ubicada en la comuna de San Joaquín y que cuenta con 15 mil habitantes aproximados, tiene como principal problema social el tema del narcotráfico y la tenencia ilegal de armas. Debido a estos, durante este año y el próximo el Gobierno y el municipio de San Joaquín ejecutarán una intervención urbana que espera modificar la dinámica estructural de La Legua. Uno de sus objetivos es extinguir las condiciones que fomentan la existencia del crimen organizado y la droga.
Para esto, se busca abrir aquellos pasajes ciegos que generan ghettos narcos, creando en su lugar espacios públicos y áreas verdes. De esta forma, se cambiaría el concepto urbano de la población. La operación consiste en en abrir una calle en el costado norte de la población, donde hoy existen grandes murallones que cierran la calle creando estrechos pasajes sin salida en los que se reunen microtraficantes y delincuentes. Una noticia alentadora es que las empresas que colindan con la población ya cedieron una franja de cinco metros para abrir el nuevo corredor.
Junto con esto, la idea es sumar otros 5 metros hacia el sur de la misma calle mediante la modificación menor de algunas estructuras. El objetivo es ensanchar la calle principal Jorge Canning para transformarla en avenida y trasladar la feria de frutas y verduras que se instala dos veces a la semana en ese eje vial.
El subsecretario comentó que están aplicando la metodología del CPTED –Crime Prevention Through Environmental Design– . Esto permetiría crear condiciones urbanas que favorezcan a la gente honesta y dificulten la comisión de delitos, sobre la base de romper la “caja cerrada” que existe actualmente en la población, con pasajes sin salida, bajos niveles de luminosidad y una alta densidad poblacional.
El proyecto no sólo consiste en abrir pasajes, sino que la intervención va de la mano de otras medidas como el levantamiento de un centro comunitario, el cual se ya se encuentra en ejecución con un costo cercano a US$ 1 millón. El centro contará con espacios para la ubicación laboral, rehabilitación de drogas y actividades vecinales.
El nuevo corredor permitirá incluso insertar una pista para buses de Transantiago. Una de las operaciones que buscan consolidar esta intervención no solo como un simple vacío en la manzana, es la modificación del plan regulador de San Joaquín para esta zona, de manera tal de impulsar el comercio. Junto con esto, se espera que el centro comunitario genere mayor actividad y trabajo para los vecinos, dando mayores oportunidades a la gente de insertarse en trabajos.
En conclusión, una operación integral para atacar la delincuencia mejorando la calidad de vida, dirigida a una de las causas físicas del problema a través de un diseño urbano esencial y necesario para nutrir de conectividad las zonas tugurizadas de La Legua.
Finalmente, esperamos que medidas como estas, de funcionar, se repliquen en otros lugares del Gran Santiago y se difundan en los medios. Harto bien le haría a esta población la cual mucha veces es estigmatizada por el problema de la delincuencia y ahora podría brillar por la innovación en mejoramiento de espacios públicos. Bien por La Legua.
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