Opinión. Conflicto en Chiloé: la demanda es el desarrollo local

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Por Álvaro Román y Jonathan R. Barton*

Desde la década de 1980, la provincia de Chiloé ha estado en el centro de la internacionalización de la economía chilena debido a la demanda internacional por salmón. En este período hemos visto el paso de un Chiloé tradicional a uno plenamente incorporado a la modernidad. Está más urbanizado, pues las plantas de proceso atrajeron a la población rural a pequeñas ciudades que han sido presionadas por un crecimiento descontrolado y desregulado, y las mujeres han tomado un rol en el empleo formal, demandando infraestructuras y servicios para cubrir tareas habitualmente realizadas por ellas, como la crianza de los niños y la cocina. Pero también está más degradado en términos ambientales debido a la carga de actividades productivas.

 

Distintas manifestaciones han tenido lugar en la Isla Grande de Chiloé durante la última semana, surgidas tras la masivo fallecimiento de especies animales, la expansión de la marea roja y el reciente vertimiento de miles de toneladas de salmones muertos en el mar. Barricadas y marchas han copado la atención de la prensa sin que el desabastecimiento de productos básicos parezca asustar a los chilotes. Una mención que se repite es que se trata de una pelea justa que interpela al modo en que los tomadores de decisión piensan el desarrollo, que hasta ahora ha sido definido por autoridades centrales y las empresas, con escasa injerencia de los propios chilotes. Por ello, esta movilización bien puede ser un punto de encuentro para identificar las necesidades y aspiraciones locales y redefinir el modo en que el Estado y el sector privado convergen con ellas.

 

La irrupción de descontento y malestar en Chiloé es evidencia de una situación donde no hay canales de comunicación adecuados. Hay brechas significativas entre alcaldes y concejales, empresas salmoneras, pescadores artesanales y el gobierno central. Hay una visión de desarrollo basada en que el empleo y la construcción de un puente son una vía al desarrollo. En contraposición, las manifestaciones organizadas en el archipiélago plantean que se ha transado más de lo deseado en materia ambiental y cultural. Han pasado bastantes años de desconfianzas entre todas las partes, de ahí que la discusión sobre el monto de un bono de asistencia esté lejos de la resolución de este conflicto.

 

La salmonicultura y la mitilicultura han transformado Chiloé. Sin embargo, aún no hay claridad respecto de los mecanismos de involucramiento local. Las patentes comerciales tributadas en las comunas chilotas son mínimas o no existentes, las iniciativas con la comunidad son ajustadas según una conceptualización conservadora y muy reduccionista de la responsabilidad social empresarial y en la política local persisten los clientelismos. No hay una lógica común y compartida de desarrollo local. En lugar de ello, cada uno rema para su lado. Todavía falta establecer mesas de trabajo que funcionen de manera permanente, colaboración con fines comunales acordados y un compromiso entre las empresas no solamente hacia sus empleados, sino hacia la localidad que las cobija. En suma, se requiere de nuevas formas de gobernanza local y más competencias descentralizadas para asegurar que esta movilización no sea parte de una serie de reclamos como los ocurridos en Punta Arenas, Aysén y Tocopilla. Debemos indagar acerca de lo que los propios habitantes del archipiélago esperan de sus proyectos de vida, los que son más complejos y ambiciosos que la mantención de una postal turística o la empleabilidad en una maquiladora. Atender esas expectativas, no solo escucharlas, es clave para construir confianzas una vez que las barricadas se apaguen.

Algunas investigaciones que pueden aportar en esta dirección se encuentran en:

 

*Álvaro Román

Sociólogo (Universidad de La Frontera), Magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente (Pontificia Universidad Católica de Chile), estudiante de Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos (Pontificia Universidad Católica de Chile).

Ha sido investigador en el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales (UC) y profesor en la Universidad Alberto Hurtado y en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Su trabajo se centra en gobernanza y transformaciones territoriales relacionadas con cadenas de valor transnacionales en el sur de Chile. Ha publicado sobre transformaciones en comunidades tradicionales, relaciones de poder en sistemas de gobernanza y reestructuración espacial.

*Jonathan R. Barton

Geógrafo (Universidad del País de Gales), Master en Estudios Latinoamericanos (Universidad de Liverpool), Ph.D en Historia Económica (Universidad de Liverpool). Su labor como investigador y profesor se concentra en temas de políticas ambientales, en particular las relacionadas con las regulaciones, la producción y el comercio, el desarrollo urbano sustentable y la economía política de Chile.

Ha sido profesor e investigador en la Universidad de East Anglia (1996-2004) y la London School of Economics (1993-1996). Sus publicaciones incluyen libros sobre democracia en América, globalización y regulaciones ambientales y geografía política en América Latina, además de artículos en revistas tales como Revista de la CEPAL, EURE, Comercio Exterior, Estudios Públicos,Geoforum, Area, Journal of Latin American Studies y Bulletin of Latin American Research.