EFE mejorará último ramal ferroviario del país que conecta Talca-Constitución

ramal constitucionPor Milton Saavedra.

Declarado Monumento Nacional:

Presidenta Michelle Bachelet encabezó ceremonia con la cual fueron celebrados los 100 años desde que comenzó a operar.

Juan Cantillana fue jefe de estación en Curtiduría durante 12 años, uno de los lugares que cubren el ramal Talca-Constitución. Ahora, jubilado, recuerda que por varios años el tren fue el único medio de transporte entre ambas ciudades.

“Había movimiento todo el día, desde las 7:00 a las 22:00 horas, porque teníamos buscarril, tren para viajes especiales, para carga, lastre. En esos años no estaba la carretera; por acá salían la madera, el vino, los productos agrícolas”.

Esto último fue lo que motivó su construcción, prometida por el Presidente Balmaceda. Los trabajos comenzaron en 1890 y los primeros 33 kilómetros de línea fueron entre Talca y Curtiduría, después se extendió hasta Pichamán. El tren tenía secciones de carga y pasajeros con primera, segunda y tercera clase. El último tramo fue inaugurado el 19 de diciembre de 1915, hasta Constitución.

Los mejores años del ramal fueron a fines de los 70, pero la ruta pavimentada entre Talca y Constitución le quitó lentamente pasajeros y carga. El tren casi no era usado y estuvo a punto de desaparecer. Sus diez estaciones quedaron abandonadas y el tiempo las fue destruyendo. El terremoto de 2010 dejó en el suelo a varias.

Pero hubo movimientos ciudadanos que exigieron su preservación, pues hay personas que todavía dependen del buscarril para movilizarse (4.500 pasajeros cada mes). Y ven en él un potencial turístico y económico. Cada verano, 20 mil turistas realizan el viaje.

El 25 de mayo de 2007 fue declarado Monumento Histórico Nacional. Es el único ramal en su tipo en el país; tiene trocha angosta (1 metro); cubre un trayecto de 88 kilómetros en casi tres horas de viaje, recorriendo el río Maule, viñedos, bosques y viejas casonas que lo cercan. Hay personas que en la actualidad aún cruzan el río en bote para “tomar” el tren.

La máquina actual, con dos carros, es alemana y llegó en los 60. Tiene un motor diésel y avanza a 30 km/h.

Los habitantes de las zonas por las que pasa el ramal reciben un subsidio del Estado (fondos del Transantiago) para rebaja de pasajes (pagan entre $800 y $1.200). Son $350 millones al año, que también sirven para mantener la vía.

El “ultimo ramal” se ha negado a morir. Existe un compromiso de recuperar las primeras tres estaciones (Corinto, Curtiduría y González Bastías), lo que implicaría US$ 2 millones. Las obras comenzarán en 2016. El resto, por etapas.

EFE llamará a licitación para adquirir nuevos carros. Serán US$ 8 millones que también saldrán del Transantiago. El plazo para concretar la compra será de tres años, pues los trenes de este tipo son escasos. “Estamos buscando dónde se fabrican, y no queremos que sea un tren moderno, sino que se adecue a lo que tenemos acá”, señala el presidente de EFE, Jorge Inostroza. El ramal ayer cumplió 100 años. La Presidenta Michelle Bachelet hizo un breve recorrido, entre Talca y Curtiduría, y la acompañó Cantillana. “Espero que restauren el tren y vuelva a ser lo que era. A este ramal, no podemos dejarlo de lado”, recalca.

1915
es la fecha en que se terminó la construcción del último tramo del buscarril.

US$ 8
millones es el monto obtenido de los fondos del Transantiago para adquirir nuevos carros para el servicio.