Chile y California comparten fórmulas para afrontar crítica escasez de agua

sequia valle aconcagua region valparaisoPor Nieves Aravena E., El Mercurio.

Expertos abordan cómo adaptarse, en el agro y urbes, a prolongado déficit de lluvias:

David Zoldoske, de U. de Fresno, EE.UU., y Luis Gurovich, de la UC, plantean ampliar riego por goteo, regar jardines y cultivos con aguas servidas tratadas y construir plantas desalinizadoras.

Chile y el estado de California, en la costa oeste de Estados Unidos, se parecen en el clima mediterráneo, la geografía y el paisaje. Y en el último tiempo, además, coinciden en un azote de la naturaleza: una prolongada sequía cuya mayor consecuencia es una crítica escasez de agua para la agricultura y para el consumo humano en las ciudades.

Tal como otros lugares del mundo, ambas zonas exhiben hoy los efectos del cambio climático global, que ha ido reduciendo las lluvias en vastas áreas del planeta. “Una tendencia que, según los modelos de especialistas en clima, se incrementará y obligará a adaptarse a esta falta de agua”, enfatiza el ingeniero agrónomo Luis Gurovich, académico de la U. Católica y presidente de la Asociación Gremial de Riego y Drenaje de Chile.

En Chile, la actividad agrícola utiliza el 78% del total del agua, describe, pero es un promedio, porque en el norte hay zonas en que se dispone a veces de una lluvia mínima de 5 mm al año, mientras en el sur caen más de 2 mil mm.

En las regiones más azotadas por la escasez hídrica en los últimos diez años, como Coquimbo y Valparaíso, se requieren, a su juicio, políticas de fomento a una mayor tecnificación (riego por goteo) para manejar la escasa agua y evitar la sobreextracción de las napas subterráneas a través de pozos.

En California, en tanto, el agro ocupa en promedio el 65%, pues allá, a diferencia de Chile, existe mucho más riego de áreas de recreación y parques. El uso en jardines a nivel residencial es muy fuerte en las ciudades, tanto que la autoridad optó por bajar en 25% el consumo urbano por la vía de prohibir irrigar superficies de pastos y salvar solo los árboles, describe David Zoldoske, director del Centro de Tecnologías de Riego del Jordan College of Agricultural Sciences and Technology, de Fresno State University. Del consumo de una casa, explica, casi el 60% se va a los jardines.

Gurovich y Zoldoske son parte de un grupo de expertos que abordaron experiencias internacionales y sus aplicaciones en Chile en el seminario internacional Water Tec, organizado por la Escuela de Recursos Naturales del Duoc UC y la Comunidad Judía de Chile.

Ante el escenario de condición seca que se prolonga en el tiempo y el avance de la desertificación, ambos especialistas coinciden en que habrá que recurrir a otras fuentes: el reciclaje de aguas domésticas tratadas para mantener jardines y cultivos; y la construcción de desalinizadoras para abastecer a la población cercana a la costa. Las dos opciones se han usado muy poco en California, al igual que en Chile, y empiezan a ser necesarias.

Zoldoske cuenta que ahora se obliga a los edificios en San Francisco a disponer de plantas propias de tratamiento para reciclar esas aguas y usarlas para riego de jardines y en los baños de los departamentos, con ductos distintos a los del agua potable que se emplea para otros fines.

Embalses y pozos

Tanto en Chile como en California, hay varios sistemas de embalses en niveles críticos: están con un rango de entre 10 y 20% de su capacidad.

“En el norte de Chile, con esta sequía, los agricultores han demostrado que sí es posible producir con mucha menos agua (riego por goteo), que con la mitad también resulta. Sin embargo, eso no es generalizado”, precisa Gurovich.

En California, las aguas subterráneas, que proveen el 50% del total utilizado, son captadas con pozos y bombeos cada vez más profundos, hasta los 150 metros.

Zoldoske afirma que hoy se controla el recurso midiendo el nivel de los acuíferos y para evitar una extracción que supere la recarga natural.

RECICLAJE
El 90% de las aguas servidas se trata en Chile. Con eso, se podrían regar 400 mil has.

25%
fue la reducción de consumo urbano de agua que enfrentó California a causa de la sequía.

10%
y hasta 20% es el rango de agua embalsada en las zonas más críticas de California y del norte de Chile.

78%
del total de recursos hídricos ocupados se los lleva el agro en Chile.