La lucha de La Victoria 30 años después

Por María José Jarpa, La Tercera.

Mientras conmemora un aniversario más de la muerte del padre André Jarlán, la población busca recuperar la participación ciudadana. En tanto, nuevos habitantes llegan al sector.

La conmemoración de la muerte del padre André Jarlan una vez más convocó a los vecinos de La Victoria esta semana. Con el parque que lleva su nombre como telón de fondo, los victorianos recordaron con claveles rojos al sacerdote, mientras las autoridades de la comuna de Pedro Aguirre Cerda inauguraban una placa en su honor. Estrecho colaborador del padre francés Pierre Dubois, falleció el 4 de septiembre de 1984, producto de una bala que le impactó en el cuello mientras leía su biblia dentro de su casa, en una de las noches en que los pobladores protestaban en las calles contra el gobierno de Augusto Pinochet.

Francisco Javier González, de 51 años, vecino de La Victoria, dice que también salió a protestar esos años, pero tres décadas después su lucha es otra. Con carteles pegados en la fachada de su casa pide justicia por su hija Ema, quien fue encontrada quemada y con signos de haber sido violada, según su padre, a principios de marzo de este año en la Ruta 78. “Era consumidora de pasta base”, señala González con tristeza. “La droga entró aquí y en muchas otras poblaciones después de los 80. Aunque hace unos 10 años no era tanto”, comenta González. Según él, la droga es el causante del desinterés de algunos jóvenes por participar en la comunidad.

Recuperar la organización y la cohesión social que caracterizaron a la población desde su nacimiento, en 1957, además de acabar con el “individualismo” que existe entre los más jóvenes son parte de las metas de los habitantes de este sector, quienes reconocen que tras el retorno de la democracia en 1990 se diluyó parte de ese espíritu combativo que caracterizaba al barrio. “La tecnología, la televisión, los niños que pasan el tiempo en el computador, es como que la gente no tuviera por qué luchar. Hay algunas personas también que no dejaron ese legado en sus hijos, esa historia de la población y lo que significó para nuestros padres el sacrificio de haber llegado a una toma”, cuenta el presidente de la Junta de Vecinos de La Victoria, José Medel. Agrega que el municipio, la Junta de Vecinos y las organizaciones sociales “nos hemos unido para retomar los espacios de nuestra población”. Según él, actualmente existen alrededor de 70 organizaciones sociales en el barrio.

“Se ha perdido el poder de convocatoria. Con la democracia la gente entró a sus casas”, reflexiona la hermana María Inés Urrutia, miembro de la organización Hermanitas de Jesús, presente desde 1959 en la comuna. Urrutia vio la evolución de estos terrenos desde un comienzo, en los días en los que no había agua, pavimento, ni luz. También, trabajó codo a codo junto a los padres Pierre Dubois y André Jarlan y, fue testigo de la lucha de este último por rescatar a los jóvenes adictos al neoprén. “Se sentaba con los niños que consumían, se sentaba a hacer amistad”, recuerda Urrutia. Hoy la hermana es una de las participantes de la agrupación Por Ema y nuestra Victoria, organización comunitaria que pide justicia por la joven asesinada en marzo.

Según carabineros del sector, la mayoría de los robos que se producen en La Victoria tienen relación con el consumo de drogas. Datos comunales de la Subsecretaría de Prevención del Delito del año 2012 establecieron que el 71,3% de las detenciones son por infracción a la Ley de Drogas. En este contexto, desde el municipio señalan que recientemente firmaron un convenio con esta misma Subsecretaría, para incluir a La Victoria y otros barrios de la comuna en el Plan Comunal de Seguridad Pública impulsado por el gobierno.

La llegada de inmigrantes, la inserción de nuevas áreas verdes y otros proyectos comunales, son algunas de las transformaciones de las que están siendo testigos los habitantes de La Victoria, población que actualmente supera los 150 mil habitantes. “Hace unos cuatro años se comenzó a notar más la llegada de inmigrantes. Hoy tenemos haitianos, peruanos y bolivianos; ellos buscan nuestros barrios, porque son más baratos (…) un gran número de ellos trabaja en la feria Lo Valledor”, señala la alcaldesa de Pedro Aguirre Cerda, Claudina Núñez, quien especifica que algunos de los niños extranjeros concurren a la escuela de la población.

En cuanto a la transformación del territorio, la jefa comunal es optimista: el próximo año comenzará la construcción de un nuevo parque en frente de la Avenida Clotario Blest, que se situará a un costado del André Jarlan, y que tendrá 10,7 hectáreas.

“Este proyecto lo diseñamos con la comunidad y el 2015 comenzará la construcción. Tendrá un complejo deportivo y además considerará a la etnia mapuche. Tiene una zona de rehue y un sector para jugar palín”, dice Núñez.

A este proyecto se sumarán tres nuevas ciclovías en sectores aledaños a La Victoria -que se sumarán a una existente en Av. Clotario Blest-, tentativas a las que se podría agregar la instalación de una especie de boulevard en uno de los sectores del ex Hospital Ochagavía -hoy bajo la administración de la empresa Red Megacentro- idea a la que la empresa estaría dispuesta a aceptar, según la alcaldesa.