Doctor en Transportes UDP: “Calidad de la nueva infraestructura debe ser muy superior a la actual”

Por Valentina Ríos, La Tercera.

Experto abordó la necesidad de modernizar los sistemas de inversión y velar por la calidad de la nueva infraestructura.

Mejorar la calidad urbana de las grandes ciudades es la tarea que impuso el doctor en Transportes Louis de Grange, quien fuera miembro del directorio de Metro de Santiago e impulsor de diversos estudios de movilidad e infraestructura para las personas. Sobre los desafíos del país en estas materias, el académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Diego Portales presentó sus propuestas para el crecimiento de la infraestructura nacional.

¿Cómo evalúa la cartera de proyectos al 2030 presentada por el gobierno?

Me parece razonable, pero lo que no se ha impulsado con la suficiente fuerza es el déficit de calidad. Hoy en día, con un ingreso per cápita de US$ 20 mil, ya no somos un país ochentero, por lo tanto, tenemos que preocuparnos de que la calidad de la nueva infraestructura sea muy superior a la que hemos tenido hasta hoy. Tenemos que asignar los recursos que se necesitan para mejorar la inserción urbana.

¿Eso incluye hacer autopistas urbanas subterráneas?

Hay que empezar a pensar en soterrar algunos tramos de Costanera Norte, Vespucio, de la Autopista Central y, con ello, liberar espacios públicos para las personas e ir enterrando los automóviles. La superficie tiene que ser para las personas y el transporte masivo debe ser subterráneo, por lo tanto, las autopistas y las nuevas líneas de Metro también deben tener algún soterramiento en algún lugar estratégico.

¿Se puede hacer un análisis de la conectividad vial del país?

Chile tiene, relativamente, buena conectividad, sobre todo en la zona central. Sin embargo, en las zonas más extremas, la conectividad es muy mala, principalmente, por la zona geográfica. En la X Región, en Chiloé, el 40% de la población vive en los islotes y se desplaza de otra forma. A esa gente a lo mejor no le sirve mucho el puente. Si somos capaces de subsidiar con US$ 750 millones el Transantiago, somos capaces de financiar todos estos proyectos de conectividad en zonas extremas. Chile ya no es un país pobre.

¿Y el plan de pavimentar la Carretera Austral?

Ayuda mucho, pero, lamentablemente, yo creo que el sistema de inversiones está absolutamente desactualizado. Tiene 40 años de antigüedad, y las metodologías son inaplicables y absurdas. Si pretendes, mediante el Sistema Nacional de Inversiones, evaluar proyectos de ese tipo y aprobarlos, no vas a poder. No son capaces de reconocer múltiples beneficios que se producen a mediano y largo plazo. En la Carretera Austral es menos rentable, porque la demanda es más baja, pero ahí hay efectos de largo plazo que sí son importantes.

Hubo una iniciativa para construir una Ruta 5 alternativa. ¿Se justifica?

La tercera pista es más que suficiente por el momento y no justificaría una ruta paralela. Sí evaluaría proyectos de trenes regionales o a Chillán de mejor calidad, o a Temuco, pero una carretera paralela hoy no se necesita.

Sobre puertos, se acaba el tiempo para implementar el megapuerto y todavía no se conoce cuál será su ubicación…

Sin duda alguna, tiene que estar en San Antonio. No sólo por un tema de costos, sino por viabilidad política. En Valparaíso cuesta US$ 3.000 millones, versus San Antonio, que cuesta mil millones. Además, en San Antonio no tienes un patrimonio que proteger, y es más fluido impulsarlo. San Antonio es superior a Valparaíso, pero, claro, Valparaíso tiene 500 mil votantes y San Antonio 50 mil.

¿Es viable en términos de productividad?

Podrías hacer el mismo producto en los dos lados, pero el costo es una tercera parte. Además, ya tienes una vía férrea que llega, entonces, acceder es más fácil. Y con la congestión que tiene la vía Valparaíso-Viña, tampoco tiene mucho sentido seguir metiendo camiones. En mi opinión, el megapuerto tiene que estar en San Antonio.

La conectividad hacia la región, ¿es necesario modernizarla?

Yo creo que ahí el problema es de otro tipo, más de índole normativa que estructural. Hay ciertas estacionalidades de demanda o climáticas que afectan el normal funcionamiento, pero me parecen razonables. Siempre es bueno tenerlos, es bueno mejorarlos, pero no sé si es prioridad.

¿Cuál es la prioridad?

Mi principal visión a futuro, de los requerimientos en infraestructura, pasa por mejorar la calidad de vida de las personas, y eso está en las ciudades. Las otras cosas son importantes también, pero hay que estudiarlas cada una en su mérito. Yo creo que esa infraestructura nos va a permitir pegar el salto en equidad, en oportunidades y en mejorar la calidad de vida y superación de la pobreza.

En el ámbito técnico, ¿las concesiones se van o se quedan?

El sistema de concesiones ha sido tremendamente exitoso. Negarse a concesionar cárceles y hospitales es un tema netamente ideológico, y las autoridades tienen que entender que sus decisiones afectan a millones de personas. No me parece prudente que, por contingencias de corto plazo, se cambien políticas de Estado que han demostrado ser exitosas. Yo hago un llamado al Estado a revaluar, en su mérito técnico, cuáles son los proyectos que ameritan ser concesionados y cuáles no.