Lecciones del quiebre de Detroit

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Por Gerardo Ureta Campos. Diploma en Planificación y Gestión Urbana IEUT-UC. Diploma en Economía UC. Creador del blog EconomiaUrbana.cl

Hemos sido testigos de cómo Detroit, una ciudad que fue símbolo del poderío de los Estados Unidos durante el siglo XX, se acaba de declarar en bancarrota, iniciando los trámites para liquidar los activos de la ciudad para pagar deudas a sus acreedores.

Actualmente tiene una deuda récord de 18.500 millones de dólares, cuenta con 78.000 edificios abandonados, el 40% del alumbrado público no funciona y además, la ciudad perdió la mitad de su población en los últimos 60 años.

Es la ciudad más grande del estado estadounidense de Míchigan y la sede del Condado de Wayne. Es conocida como el centro tradicional del mundo automotriz. Fundada en 1701 por comerciantes de pieles franceses, quienes llamaron a la ciudad París del Oeste a finales del siglo XIX por su arquitectura.

Pese a su larga y tradicional historia, para nosotros, esto debe ser una voz de alerta y debemos sacar lecciones al respecto, debemos tomar precauciones necesarias para cuidar las finanzas municipales, que en su gran mayoría están alicaídas y requieren de un rescate financiero.

Podemos ver como hace poco más de un mes, el Alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, realizó un llamado al Ministerio de Educación para que liberen 3.200 millones de pesos de subvención embargados debido al no pago de las cotizaciones de los profesores del sistema municipalizado de Valparaíso. Esta deuda, tiene a la corporación municipal al borde la quiebra.

Entonces, ¿qué podemos hacer? El economista urbano Richard Florida en su libro “El gran reset” (2011), señala que las crisis ofrecen oportunidades para que las sociedades resurjan renovadas. Hablaba ya de cambios económicos y financieros, de nuevas pautas en la forma en que trabajamos o consumimos, pero también en la actitud que mantenemos hacia la propiedad o la manera en que introducimos innovaciones en al ámbito laboral y personal. En definitiva de una profunda revolución social. La cual, no vemos hoy.

Esto no pasa por llevar la última tecnología a un determinado lugar, sino que pasa por tener a personas innovadoras, creativas, emprendedoras, con carácter y ganas de salir adelante. No hay fuerza tan grande como la de aglomerar personas productivas y talentosas que revitalicen una ciudad.

También es importante tener en cuenta que la ciudad monofuncional no funciona. En el caso de Detroit, ésta se centró en la industria automotriz, dejando otros modos de transporte de lado, basando su economía sólo en lo que esta industria le podía entregar. Para tener en cuenta que se deben tener variados tipos de mercados y funciones dentro de una ciudad, para no verlas caer. Confío en que así será.