Santiago se convirtió en líder latinoamericano de ciclismo urbano

Por AMALIA TORRES, El Mercurio (30/9)

Las condiciones estaban dadas, dice Amarilis Horta, fundadora y directora del Centro de Bicicultura. “En Santiago tenemos 15 o 20 días de lluvia al año, además el clima es seco, y la mayor parte de la ciudad está construida sobre zonas planas o con una inclinación menor. Así, teníamos las condiciones climatológicas y topográficas para que en Santiago se lograra la masificación de la bicicleta”.

Sin embargo, hace seis años, cuando se creó Bicicultura -“una especie de ‘ministerio de la bicicleta'”, como lo define Horta-, sus integrantes se dieron cuenta de que estos factores no eran suficientes.

Había un gran problema y éste radicaba en la mentalidad de los chilenos. “Detectamos que había barreras socioculturales importantísimas. El auto en Chile estaba muy asociado al éxito económico y social. Por eso, hace seis años, los únicos que se movilizaban en bici eran los que no tenían recursos para andar en micro, además de algunos extranjeros, los deportistas que la usaban como entrenamiento físico y un par de universitarios, aunque sus papás nunca estaban muy contentos de que sus hijos se fueran en bicicleta a clases”.

Según Horta, no sólo el factor económico, también la percepción chilena de que transpirar y tener una respiración agitada es “mal visto”, jugaban en contra del pedaleo.

Sin embargo, en los últimos años, el cambio es evidente. En el Día de la Bicicleta, que se realiza hoy en Vitacura, por ejemplo, hubo que ampliar los cupos para la cicletada, y, a pesar de los 7.500 inscritos, quedó gente fuera. Además, durante el primer semestre de este año, la venta de bicicletas creció, en promedio, un 19%.

“Con distintas iniciativas, reivindicamos la bicicleta: la mostramos como un vehículo más eficiente, inteligente, productor de salud y promotor de una cultura de convivencia, democratizadora, de un ritmo a escala humana”, dice Horta.

Claudio Olivares, editor de CiclismoUrbano.info y miembro de Arriba ‘e la Chancha, coincide: “Ya no es el estigma del vehículo de la gente pobre. Ahora hay personas en terno que van en bicicleta al trabajo y es cool “.

Y agrega: “Cada primavera brota con más ciclistas que la anterior. Podemos ver que las ciclovías ya están colapsadas en la hora punta, no hay dónde acomodarse. Eso es un signo espectacular, que confirma que pasa algo fuerte en la cultura de la bicicleta, pero que nace de las personas. El cambio estatal aún no se da”.

“La demanda por estacionamientos de bicicletas supera 200 veces la oferta -sentencia Amarilis Horta-. Fue el trabajo de la sociedad civil organizada el que ha logrado este cambio de mentalidad que hizo que los chilenos sean proclives a usar la bicicleta y a usarla más que en otros países de Latinoamérica. Se supone que, más o menos, hay un millón de personas en Santiago que alguno de sus viajes diarios lo realiza en bicicleta. Eso es altísimo”.

Además, dice, si bien Colombia es un referente en el uso recreativo de la bicicleta en la región, “en el resto, nosotros estamos en la punta”.

Desde la organización Macleta (Mujeres Arriba de la Cleta), Sofía López reconoce que se han dado cuenta del aumento de ciclistas urbanos usando otro índice. “El número de mujeres que anda en bici es un excelente indicador de cuán amigable es la ciudad para las bicis, porque en general nosotras somos más temerosas y nos atrevemos menos”.

Si en 2002 el 20% de los ciclistas en Santiago eran mujeres, ahora, dice López, la cifra bordea el 30%.

Para comenzar

Según Olivares, la primavera es el mejor momento para empezar a cambiar el auto por las dos ruedas. “Si alguien se quiere aventurar a irse al trabajo, le recomiendo que primero haga el trayecto el fin de semana. Esto le permitirá recuperar la habilidad en conducción y conocer mejor el camino”.

Además, recuerda que si el trayecto es muy largo, es buena idea mezclar bicicleta con transporte público.

Sofía López, añade: “No hay que disfrazarse para andar en bici. Incluso se puede andar con taco. Lo único importante es que la suela no sea muy lisa, porque eso hace que se resbale el pedal. Lo que yo hago en esos casos es que le pongo media suela para que quede más rugosa”.