Moscú: el drástico cambio que planea la ciudad

Las principales arterias de la capital congestionadas por extensas colas de automóviles, precariedad en las carreteras que afectan el desplazamiento del transporte público (autobuses, trolebuses y tranvías) y prolongados tiempos de traslado. El diagnóstico: carencia de una infraestructura vial de calidad para la capital Rusa.

Problema que no sólo afecta a Moscú sino a todo el país y que ya hizo a las autoridades manifestarse. En noviembre de 2010, Dmitri Medvédev, presidente de Rusia, incluyó el problema de la congestión entre las prioridades del programa federal ´Desarrollo del Sistema de Transporte en Rusia (2010-2015)´.

Y una de las principales promesas del alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, al asumir su cargo en septiembre de 2010, fue apoyar al gobierno a terminar con los atascos, dolor de cabeza para las autoridades y para los más de diez millones de habitantes que habitan la ciudad moscovita.

Para sobrellevar el problema se han planteado diferentes medidas. Por ejemplo, Sobianin propuso reubicar los edificios de oficinas hacia el extrarradio y construir viviendas en el centro, así la zona se convertiría en un área residencial y se terminaría con la congestión del centro histórico.

Punto que ya está en conflicto porque se cambiaría para siempre el espíritu histórico de esta tradicional zona. Además se corre el riesgo de que se alarguen los tacos en las vías de salida de la ciudad, situación fomentada por la deficiencia vial que presenta la capital.

Algunos consideran que es una utopía del alcalde llevar adelante la medida, ya que el costo de vida en Moscú se encuentra entre los más caros del mundo y sería una minoría de ciudadanos los que podrían costear un departamento nuevo.

Un proyecto complementario es la expansión del radio urbano para disponer de una mayor superficie, medida que fue aprobada la semana pasada por el presidente ruso Dimitri Medvedev.

Los medios internacionales han consignado que este Plan de Expansión tiene como principal objetivo atraer inversionistas y convertir a la capital rusa en una de las más grandes metrópolis financieras del mundo, como lo son actualmente Nueva York, Londres y Tokio.

Se prevé que con este proyecto la capital rusa se ampliará casi en un 50%. Pasará de 1.068 km [2] a 2.509 km [2] de superficie. Se proyecta expandir la zona urbana hacia el suroeste de la capital, área que actualmente está ocupada por bosques y pequeñas comunidades.

Sin embargo las características del plan no han sido detalladas, aún no se conocen los costos de ejecución y sólo se pronosticó que el Plan de Expansión para Moscú, estaría listo, cerca del año 2030.