Vecinos del Parque Forestal se organizan para terminar con grafitis y carteles

“Cada vez que gana o pierde Chile somos los afectados. Cada vez que hay una protesta nos toca a nosotros”. Son las palabras de Héctor Vergara, presidente de la junta de vecinos del Parque Forestal, sobre una realidad que parece ser parte del paisaje, pero que se ha convertido en una molestia para los residentes: grafitis, firmas y dibujos. A ello se suma gran cantidad de carteles con avisos y por eso los vecinos se han organizado para combatir esta “plaga urbana”.

Los afectados de esta zona de Santiago centro -delimitada por la Plaza Italia, la Alameda, el Parque Forestal, Victoria Subercaseaux y José Miguel de la Barra- cuentan que cada vez que hay eventos masivos o que llega el fin de semana, desconocidos usan los muros de los edificios como pizarra. Algunos vecinos tienen que limpiar y pintar cada 15 días y eso es algo que aumenta los costos de vivir en este barrio.

Frente a esta realidad, decidieron organizarse para formar una agrupación -o “brigada”, como ellos la denominan- y sacar, así, los rayados. “Cada afectado debe pagar por los materiales, pero los voluntarios hacen el trabajo de recomponer”, sostiene Vergara. Lo que se hace es pulir la superficie y, luego, aplicarle impermeabilizante y barniz. “Lo importante para nosotros es poder conservar un barrio de gran valor. Es uno de los sectores más turísticos”, agrega Juan Carlos Silva, quien vive en Lastarria.

Los residentes, además, han solicitado a la Municipalidad de Santiago que para terminar con el problema de los avisos pegados en muros, se habiliten zonas especiales. Una de las peticiones fue reutilizar casetas de teléfonos públicos en desuso.

Pilar Arrarás, dirigenta del sector, dice que no sólo es afectado el Parque Forestal, sino que también el sector cercano al Museo de Bellas Artes. Ahí hay numerosos grafitis en edificios y eso obliga a los vecinos a estar limpiando en forma permanente.

El director de Aseo y Ornato del municipio, Raúl Ponce, explica que están abiertos a dialogar con los residentes para encontrar soluciones a este problema. “Pese a ello, es complejo fiscalizar estos rayados, debido a que son acciones que se ejecutan a altas horas de la madrugada”.

Por Oriana Fernández

(La Tercera 10/08/2010)