Cierre de ascensor Larraín deja sólo 7 funiculares operando: De 15 que funcionaban en Valparaíso

(El Mercurio, 28/05/2010)

por Álex Delgado

Medida se adopta 24 horas antes de la celebración del Día del Patrimonio.

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Un nuevo golpe recibirá mañana el más tradicional medio de transporte de Valparaíso, ante la decisión de la Compañía de Ascensores de cerrar el funicular Larraín, que desde 1909 conecta el cerro del mismo nombre con el plan de la ciudad.

Con la clausura indefinida de esa máquina por falta de financiamiento solamente quedarán en operación siete de los 15 elevadores -públicos y privados- que hasta hace pocos años funcionaban en el puerto, y que fueron claves en la declaratoria de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad. El hecho se registra un día antes de que se celebre el Día del Patrimonio en el país.

A partir del próximo mes, los turistas y porteños sólo podrán utilizar los funiculares municipales Reina Victoria, El Peral y Polanco, además de los particulares Artillería, Concepción, Espíritu Santo y Cordillera. Este último iba a ser clausurado junto con el Larraín, pero un acuerdo de último momento entre el municipio y el propietario revocó la decisión.

“Medida de presión”

“Ya no se soportaba a sí mismo. El ascensor Larraín generaba entre 20 y 30 mil pesos diarios, y eso no alcanza para costear sus insumos mínimos”, afirmó el gerente de la Compañía de Ascensores, Juan Esteban Cuevas.

Otra opinión tiene Atilio Caorsi, coordinador del Consejo de Monumentos Nacionales en Valparaíso. A su juicio, el cierre de un nuevo funicular “no es más que una medida de presión que ejercen los propietarios justo antes del Día del Patrimonio”. La intención de los privados, agrega, sería que el Estado les compre las máquinas.

Caorsi recordó que la Unesco, ante la declaratoria patrimonial de Valparaíso en 2003, “puso especial insistencia en que se cuidaran las viejas instalaciones portuarias y los antiguos medios de transporte, donde están incluidos los ascensores”.

La delegación del BID que hace unas semanas visitó Valparaíso para ver el estado de avance del proyecto de recuperación que la entidad financia en la ciudad, con una inversión de US$ 73 millones, también planteó aprensiones por el estado de los ascensores.

“Se ha avanzado menos de lo esperado. Aquí hay un problema de decisión de gobierno. (Los ascensores) son un sistema de transporte público y deben tener un grado de control público”, planteó el especialista en desarrollo urbano del BID, Eduardo Rojas.

El cierre progresivo de los ascensores ha perjudicado directamente a los vecinos. “Afecta a vastos sectores de la comunidad que los usa para ir a sus trabajos y regresar a sus hogares”, dijo el presidente de la Agrupación de Usuarios de Ascensores de Valparaíso, Herman Cabezón.

El alcalde Jorge Castro pretendía arrendar algunos ascensores para que el municipio continuara con el servicio a los usuarios, pero la propuesta fue rechazada por los propietarios de los funiculares.

DESEMPLEO

En los últimos 4 años se ha despedido a 40 trabajadores por el cierre de ascensores privados en el puerto.