Reflexiones post Terremoto: Sobre los medios y la información

MediosTerremotos

Sin duda alguna que el terremoto de la madrugada del sábado aún no pasa. Aún son miles los damnificados, cientos de desaparecidos y numerosos pueblos abandonados aún sin comunicación. Mientras los más afortunados se reúnen en un increíble esfuerzo para ayudar como puedan y el gobierno intenta dominar una situación de gravedad que a mi parecer, no ha manejado correctamente, son los medios de comunicación los que se han convertido en el canal oficial de información para los ciudadanos a lo largo del país.

Cero que específicamente en el caso de un terremoto, la noticia inmediata es de una importancia fundamental. Por lo mismo, dejo un poco de lado la prensa escrita en este análisis y trato más en profundidad la labor de las radios, Internet y sobre todo, los canales de televisión. Además, me gustaría hablar sobre  una interrogante que no he visto en discusión en estos días. Se habla de los errores al momento del terremoto y tras el terremoto, pero poco se ha dicho sobre los errores previos al terremoto. Muchos dicen que Chile estaba preparado. Yo no lo creo. Más después del salto.

Comunicaciones

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El colapso de las comunicaciones

Partamos por lo primero. Creo que el principal problema, sobre todo en los minutos y horas inmediatamente después del terremoto fue el total colapso de las comunicaciones. Cortes de electricidad, colapso de las líneas telefónicas, internet, corte en las transmisiones radiales (que durante mucho tiempo fue el único medio disponible ante el corte de luz), desataron un caos en los canales de información.

Creo que en un principio, sobre todo en las zonas cercanas al epicentro y en Santiago, ante la falta de luz la radio emerge como el medio más importante. Miles prenden sus radios a pila o ingresan a sus autos para escuchar información que pueda ayudar. Y en ese ámbito, creo que la radio cumplió y cumplió bien. Ahora bien, tengo más que claro que en todo minuto la información “oficial” que llegaba de los organismos correspondientes era poco clara, muchas veces errónea y también inexistente, pero convengamos en que eso no es problema de los medios, si no del mal manejo de los organismos.

Concepcion

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Emerge la televisión

Una vez que la luz comienza a llegar a los lugares afectados, evidentemente por la capacidad de transmitir imágenes, la televisión desplaza a la radio y el ciudadano en general prende sus televisores para seguir el transcurso de las horas. Y ahí comienzan a llegar las críticas. Sensacionalismo, repetición, pelea por el rating, etc. Mi idea no es defender a los canales. De hecho no hay nada que odie más que los típicos “somos el primer canal en llegar acá” o  “tenemos la exclusiva”. Creo que el ingreso de Amaro Gómez-Pablos o un periodista deportivo de Canal 13 al edificio derrumbado para mostrar como bomberos busca rescatar gente atrapada constituye CERO aporte al televidente. Sin embargo creo que los canales han tenido un notable desempeño a la hora de informar.

Uno de los principales errores del gobierno fue no nombrar a una voz oficial tras el terremoto. No importa si es el vocero de gobierno, la directora de la ONEMI o la misma Michelle Bachelet quien asuma ese rol, pero en este caso no lo asumió nadie. Creo que era fundamental realizar reportes hora tras hora acerca de la situación en general. ¿Dónde se moviliza la gente? ¿Cuándo llega la ayuda? ¿Qué hago yo después del terremoto? ¿Hay alerta o no hay alerta? Todas interrogantes que era posible responder con informes periódicos que nunca llegaron. Y ante este caos, la televisión asumió el rol de informarle a la gente.

Tengamos también presente que esta fue, es y será una catástrofe de enormes magnitudes y tras transmisiones en vivo durante casi 24 horas, imágenes sin revisar, enlaces cortados resulta evidente que los distintos canales van (y seguramente seguirán) cometiendo errores en sus transmisiones. Pero también reconozcámoslo, miles de jóvenes se han reunido de forma independiente para llevar ayuda a los lugares más abandonados, donde en la mayoría de los casos, llegaron antes los medios de comunicación que las F.F.A.A. o enviados oficiales.

Celulares

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El fenómeno Twitter

Salt 2010

Twitter se convirtió rápidamente en una especie de centro de información no oficial (pero sí inmediata) para todos los que usan esta tecnología. Gente pidiendo ayuda, organizaciones, mensajes de apoyo y hasta organismos oficiales como la PDI o Carabineros de Chile han informado sobre sus estados a través de esta plataforma. Pero también hay que tener cuidado. Los cientos de mensajes de pánico, saqueos y avisos de alarma son rápidamente propagados por esta red, y el día de ayer Carabineros indicó que un 99% de los mensajes de saqueo en Santiago eran falsa alarma. Es un medio de inmesurable utilidad en estos casos, pero debe ser usado con responsabilidad.

Maremoto

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La información ciudadana pre-terremoto

Para terminar, una breve reflexión. Más allá de buscar culpables sobre los problemas de comunicación (que ya vendrá la hora de hacerlo) creo que también hay una responsabilidad de cada uno en buscar los errores y por supuesto evitar que ocurran a futuro. Chile es un país de terremotos, y si la tendencia sigue, es probable que muchos de nosotros vivamos hasta 2 o 3 terremotos más en nuestras vidas. Muchos dicen hoy que estamos preparados, que sabemos reaccionar. Claro, uno sabe que tiene que pararse abajo de la puerta, o al lado de la cama, mantener la calma, etc. Pero un país que vive bajo el riesgo de terremoto TIENE que conocer la historia de sus terremotos.

Dicen que de los errores se aprende. Parece no ser el caso. Tras el terremoto de Valdivia de 1960, una ola de 8 metros azotó la costa entre Chiloé y Concepción a más de 150 km/h matando a cientos de personas. Les aseguro que si el ciudadano de Talcahuano hubiese sabido esto, apenas siente un terremoto de esa magnitud (sin saber donde era el epicentro), lo primero que hace es correr a los cerros. Quizás cuántas vidas se hubiesen salvado. No pretendo con esto eximir de culpa a los responsables de dar la alarma, pero sí creo que hay un deber cívico en conocer cómo va a reaccionar mi ciudad ante un terremoto. Y conociendo la historia de nuestros terremotos, es posible saberlo. Por ejemplo, una idea: Que se enseñe en colegios como parte de la historia de nuestro país lo ocurrido en los terremotos (no son muchos, ¿será una hora de clases?). Y obviamente adecuado para cada ciudad. Que los niños en Talcahuano sepan que una ola de 8 metros llegó a sus costas en 1960. Me parece importante discutirlo.

Me gustaría saber qué opinan. ¿Ha sido el rol de los medios correcto? ¿Qué han hecho bien? ¿Qué han hecho mal? ¿Cómo se han informado ustedes? Y tras la reflexión final, ¿Creen que el ciudadano debe estar más informado?