Los Bancos del Tiempo se extienden a cinco comunas

(El Mercurio, 16/08/2008)

Distintos trabajos pueden permutarse a través de “cheques-horas”. A las sedes de Peñalolén y Quilpué se sumarán las de Macul, Puente Alto y Conchalí. Por Pamela Elgueda

En los Bancos del Tiempo no se ahorran pesos ni dólares sino horas de servicios. Entonces, cada vez que un vecino da clases de inglés o le arregla un enchufe a otro, recibe a cambio “cheques-horas” para cobrar por otro favor, que puede ser una asesoría legal, arreglos en su jardín, gasfitería, costuras y hasta sesiones de reiki, entre otros.

Esta sencilla fórmula de organización comunitaria ya está prendiendo entre los chilenos. Su promotora en el país, la ONG Cívica, acaba de sumar a las dos sucursales de Peñalolén una tercera en Quilpué, y para mediados de septiembre contempla la instalación de tres más, en Puente Alto, Conchalí y Macul. A fines de 2008, finalizará este segundo año de expansión con la apertura de una oficina en la comuna de Santiago.

Mauricio Dorfman, presidente de Cívica, destaca que todo esto ha sido posible por la unión de voluntades: primero, de las organizaciones de vecinos que han estado dispuestas a impulsar la apertura de una sucursal del Banco del Tiempo.Y también de autoridades municipales que los han apoyado con insumos o financiamiento; de otras ONG con las que han hecho alianzas (como la Corporación Participa en Santiago); y de entidades de gobierno que aportan infraestructura, como el Injuv con sus infocentros, y fondos, como la División de Organizaciones Sociales (DOS).

El interés por ser “cuentacorrentista” de un Banco del Tiempo es alto. En dos semanas la sucursal de la Unión Comunal El Belloto Sur, de Quilpué, tenía 70 inscritos. Y el jueves, durante la hora y media que duró la inauguración oficial, abrieron cuenta 20 personas más.

“Tenemos inscritos que ofrecen una gran variedad de servicios: abogado, dibujante, asistente social, enfermera, jardinería, reiki, masajes, ir a pagar cuentas; es decir, de todo”, comenta Gladys Paillacar, presidenta de la Unión Comunal y agente de la sucursal.

Mauricio Dorfman destaca que la organización que preside esta dirigenta social gestionó sus propios recursos para poner en marcha el banco. “Postulamos y nos adjudicamos fondos del portal ciudadano de la Secretaría General de la Presidencia. Son dos millones de pesos que necesitábamos para financiar la operación del banco, mandar a hacer carteles publicitarios, las chequeras, etc.”, comenta Gladys Paillacar.

Más sucursales

Ahora, Cívica se concentrará en poner en funcionamiento las sucursales que se instalarán en Puente Alto, en el infocentro del Injuv instalado en el Sindicato N° 1 de la CMPC; en Macul, en el Club Deportivo Santa Julia; y en Conchalí, en el infocentro de la Unión Comunal instalada en la villa General René Schneider. Además, queda la alianza con la Corporación Participa, para instalarse en el barrio San Vicente, de Santiago.

Dorfman acota que aquellas organizaciones que estén interesadas en abrir una sucursal del Banco del Tiempo pueden escribirles al correo electrónico central@civica.cl, en el que deben detallar sus nombres y lugar de residencia. “Nos contactaremos con ellos y comenzamos a ver cómo nos organizamos”.

Lo importante es que quienes escriban tengan capacidad de convocatoria en sus comunidades, además de infraestructura instalada.

MUNDO

22.000 personas hacen transacciones en las sucursales del Banco del Tiempo que existen en España. Además, realizan intercambios con “cuentacorrentistas” de Italia.