Manual de Estilo para Valparaíso

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Así como Milán, Siena, Barcelona o Lyon, Valparaíso cuenta hoy con un manual de estilo de diseño para conservar, mejorar y realzar la calidad patrimonial de la ciudad puerto. El manual creado por la Escuela de Diseño UC y la consultora Geociudad considera aspectos que van desde el colorido de las casas, la calidad de los espacios públicos y veredas, el mobiliario urbano e iluminación.

Para realizar este manual se estudiaron los antecedentes históricos, patrimoniales, y las características físicas y geográficas de Valparaíso, así como el uso que tienen hoy en día los espacios de la ciudad y la opinión de los mismos porteños. Según estos detalles se determinaron distintas zonas en las que se establecieron líneas especificas de diseño para cada una de ellas.

La idea es que se reconozcan las épocas y usos de cada zona o edificio, como también que se integren a este ambiente de la mejor manera posible elementos urbanos modernos como la publicidad, regulando su tamaño y localización. Otro importante asunto que se ha tomado en cuenta es asegurar económicamente el proyecto, aprovechando los diseños del mobiliario urbano como plataforma para la publicidad.

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Otro rol importante lo jugaran las veredas. Para los directores del proyecto el pavimento y sus veredas podrían ser un rasgo característico por el que se pudría reconocer a Valparaíso. La idea según ellos es que estos elementos “tengan una imagen propia, que sea reconocible, pero también sumamente discreta y de buena calidad”. Se busca con ello corregir lo que ocurre en las mayorías de las veredas de Chile, en las que gracias a grifos, postes y otros, se pierde su principal función, el caminar. Por ello en Valparaíso exigirán un ancho mínimo para el peatón, y sólo si hay más espacio se pensará en la arboles u otro mobiliario.

Para el característico colorido de Valparaíso se han definido dos zonas; una céntrica en la que primará el blanco y tonos claros y otra en los cerros donde, aunque los estudios han señalado que en sus principios fue más bien gris y negro, se continuará con su último colorido. Allí se recomendará usos de colores diferentes para cada propiedad, para diferenciar y evitar una lectura errónea del conjunto, pero no aquellos tonos que generen un alto contraste entre propiedades, la idea es mantener la armonía del conjunto.

Sin duda un gran avance para mejorar uno de nuestros patrimonios urbanos, y donde hasta el minuto poco se ha hecho por mejorar.

Fuente de la Información: Revista VisiónUniversitaria Nº 167 – Mayo 2008.

Fuente de las Imagenes: Revista VisiónUniversitaria Nº 167 – Mayo 2008.