ONU define agenda urbana para los próximos 20 años en el mundo

Ban Ki Moon ONUPor Manuel Valencia.

Intendente Orrego dice que se requieren reformas institucionales para cumplirla:

La cumbre ONU Hábitat III, que se inició ayer en Ecuador, puso el foco en la sustentabilidad y en una mejor calidad de vida en las ciudades.

En medio de un caluroso sol serrano que superó los 35 grados, las delegaciones de 150 países, con más de 45 mil personas invitadas, aglomeraron desde temprano el Parque El Egido de Quito, donde se desarrolla la tercera cumbre mundial de urbanismo, Hábitat III (antecedida por una en 1976, en Vancouver, y otra en 1996, en Estambul).

Las incesantes masas de invitados superaron la organización del país anfitrión. En las filas se repetían las quejas por la falta de información y la escasa preparación de los guías y personal policial.

Por lo mismo, pocos pudieron presenciar o ver por las pantallas la promulgación de la nueva agenda urbana que establece la hoja de ruta a las ciudades de 193 países hasta 2036, cuando se realice la cuarta versión del encuentro más esperado por urbanistas y autoridades.

El acto inaugural fue encabezado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien destacó el papel de las ciudades en la superación de la pobreza (ver página A 13).

La nueva agenda urbana, resumida en la declaración de Quito, establece 175 visiones de lo que serán las ciudades en 2040 y compromisos para que, en ese tiempo, sean un lugar de mayor calidad de vida para sus habitantes. En ese sentido, se establece como objetivo terminar con la miseria, respetar los derechos humanos, fortalecer la coordinación de autoridades nacionales con locales, entregar opciones de vivienda diversas a los habitantes, ampliar el acceso de áreas verdes, proteger el patrimonio, y mejorar las interacciones urbanas y rurales, entre otros.

Asimismo, la agenda reconoce el débil equilibrio entre los requerimientos energéticos de las ciudades y las necesidades de generar ambientes más limpios, por lo que se busca ampliar modos de consumo sustentables. En esa línea, se promueven nuevas tecnologías de ciudades inteligentes.

La agenda ya había sido consensuada en septiembre, y solo esperaba una rúbrica. Más allá de las buenas intenciones del texto, en las conversaciones de diversos urbanistas cundía la sensación de que la declaración de principios no se traduce en metas concretas, por lo cual corre el riesgo de no cumplirse, tal como sucedió con muchos compromisos asumidos en Estambul 1996, cuando el mundo se propuso reducir o acabar con asentamientos informales y promover energías más limpias.

El intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, dice que para cumplir el plan que fijó la ONU, se requieren reformas institucionales profundas en Chile, que permitan descentralizar decisiones y terminar los “feudos” en que hoy se convierten pequeñas comunas en zonas metropolitanas como Santiago. “Solo así se podrán crear estrategias que permitan entender mejor las ciudades”, afirma.

Contra el cambio climático

Santiago ingresó ayer formalmente al C40, un grupo de 40 metrópolis como Estocolmo, París, Chicago, Barcelona, Yokohama o Copenhague que han acordado planes para reducir emisiones de gases invernadero.

En esta alianza, creada en 2005 y presidida por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, las urbes buscan compartir y replicar experiencias sustentables para alinearse en la meta de llegar a un aumento máximo de 1,5 ºC, según lo acordado en la cumbre COP21, el año pasado en la capital francesa.

“Estas son las ciudades más ambiciosas y los estándares son cada vez más duros. Santiago va a incorporar sus experiencias y también va a nutrirse de las otras ciudades que han sido más eficientes en reducir emisiones”, señala Mark Watts, director ejecutivo de C40.

Orrego fue el encargado de firmar el acuerdo. Según explica, en este marco, Santiago termina el primer mapa que mide la huella de carbono y los riegos del cambio climático, con los peligros de remoción de masas y otros desastres provocados por el fenómeno, como las precipitaciones en la zona alta de la precordillera.

“Lo más relevante es mirar la experiencia comparada de los alcaldes de todas las metrópolis. Una ciudad de 100 mil habitantes es como un barrio de Peñalolén, pero en esto tenemos una escala de problemas que es tremenda y es la que tenemos que mirar”, asegura.

El intendente añade que producto de la alianza se buscará potenciar un plan de ahorro de agua. “La desertificación ya llegó a Santiago, en la zona de Chacabuco, que está con problemas de agua. Hay más derechos de agua que el recurso disponible”.

Stand interactivo

Chile es uno de los pocos países latinoamericanos que cuentan con un stand en la exposición de Hábitat III (además de México, Argentina y Ecuador). El recinto incorporó paneles interactivos de los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Transportes, Medio Ambiente, Energía y Bienes Nacionales. En ellos, los visitantes pueden, por ejemplo, vincular los aspectos que conforman una ciudad equitativa. Se habilitó también un panel para anotar ideas para un mejor desarrollo urbano.

Programas
Los encargados del stand chileno señalan que ha existido interés por políticas como el programa Quiero Mi Barrio y los planes de descontaminación e infraestructura 30/30.