Aeródromo El Bosque reduce conos de protección y se abre posibilidad de nuevas construcciones en altura

aerodromo el bosque conos de proteccionPor Pamela Gutiérrez.

Extensión de cada uno baja de 15 a 3 km:

El último trazado es parte de un decreto supremo que tramita el Ministerio de Defensa. Debido al cambio, ya no se podrá operar instrumentalmente, sino solo cuando las condiciones climáticas permitan adecuados niveles de visibilidad.

Un eventual aumento de las construcciones en altura en las comunas de El Bosque, La Cisterna y San Bernardo es el efecto que puede traer la reducción de los conos de protección norte y sur del aeródromo El Bosque, que actualmente tramita el Ministerio de Defensa en la Contraloría.

Los conos de protección establecen la trayectoria por donde deben pasar los aviones en sus despegues y aterrizajes, y son definidos por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Como explica Ricardo Gutiérrez, secretario general de este último organismo, “cuando elaboramos un cono de protección, pensamos en que los aviones estén libres de interferencias en su procedimiento normal”.

El área involucrada se extiende desde el San Cristóbal al río Maipo

En el caso del aeródromo El Bosque, sus actuales conos (ver infografía) se extienden hoy desde el cerro San Cristóbal hasta el umbral de la pista norte, y desde el umbral de la pista sur hasta el río Maipo.

Dicha disposición afecta las alturas máximas de construcción en tres comunas: La Cisterna, El Bosque y San Bernardo. Así, las direcciones de obras de esos municipios deben consultar a la Dirección de Aeronáutica antes de autorizar nuevos edificios en lugares ubicados dentro de la trayectoria de los conos. Incluso, Gutiérrez revela que en una ocasión una construcción de 40 metros “no cumplió la normativa aeronáutica, por lo que hubo que ordenar la demolición de los dos últimos pisos”.

El cambio en trámite significa reducir la extensión de los actuales conos de 15 a 3 kilómetros, lo que a su vez incidirá en la operación del aeródromo. Esta es actualmente del tipo instrumental. Con la reducción pasará a ser visual, con lo que solo se podrán realizar maniobras aéreas cuando las condiciones climáticas permitan un adecuado nivel de visibilidad.

El diseño de protección de los aeródromos -aparte de conos- también considera círculos. En El Bosque hay dos: el más pequeño, que permite la construcción de hasta 45 metros de altura en su borde, y el mayor, hasta de 145 metros de altura.

Eso quiere decir que aunque el terreno quede liberado por la reducción del cono de protección, también debe cumplir el requisito de estar fuera de los círculos de protección.

Vivienda valora

Según se explicó desde la Seremi de Vivienda, las áreas que ahora quedarán fuera del resguardo aeronáutico se regirán por los respectivos planos reguladores comunales en cuanto a uso e intensidad de suelo.

La entidad valoró la modificación que está tramitando el Ministerio de Defensa como un paso para no restringir innecesariamente la utilización de importantes superficies de suelo urbano bien localizado.

Seguridad
Aparte de los conos,la operación de aeródromos también requiere definir áreas de protección laterales y círculos. Controladores aéreos presentarán plan para salir de la DGACEl paro de los funcionarios aeronáuticos del año pasado, en plena temporada de Navidad, tuvo como eje central la petición de los trabajadores (dependientes de la Dirección de Aeronáutica Civil) de ser traspasados al sistema previsional militar (Capredena).

Más allá de esa solicitud, los controladores solicitaban otra “igualmente urgente”, según explican: dejar su dependencia de la entidad militar y configurar una nueva estructura civil, tal como lo hicieron países europeos en los 90. En esa dirección, este mes los controladores de tráfico aéreo darán a conocer una propuesta que ya han presentado al ministro de Defensa: la conformación de una entidad estatal independiente de la DGAC que se haga cargo de los cerca de mil trabajadores, entre los 450 controladores y otros 550 ingenieros en comunicaciones, redes y transmisión de datos.

Héctor Ibarra, presidente del Colegio de Controladores de Tráfico Aéreo de Chile, señala que este cambio busca allegar más recursos al trabajo que realizan. “La DGAC es una institución muy grande, con más de cuatro mil funcionarios. Con tantos focos de interés, se pierden recursos dedicados a esta área. Estamos atrás en equipamientos, software , capacitación y un déficit de personal que es necesario subsanar”, explica.

Si el cambio se concreta, Chile dejaría de ser el único país de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) que tiene una estructura militar a cargo de la prestación de servicios de navegación aérea.

Ibarra señaló que el ministro de Defensa se comprometió a encargar un estudio a la OCDE para conocer comparativamente otras estructuras y determinar si corresponde acceder a la petición de los trabajadores.

De todas formas, según el dirigente, algunos de los funcionarios han planteado dudas en torno a los alcances del cambio, debido a que podría alejar a los controladores de su anhelo de ser trasladados a Capredena. “El problema previsional debiese estar resuelto antes. Este es un cambio que planteamos a futuro”, precisa.