Sergio Jara: “Es difícil revertir la desconfianza que existe hacia el sistema de transporte público”

sergio jaraPor Camila Mardones.

El ingeniero del Instituto Sistemas Complejos de Ingenieria (ISCI) entrega recomendaciones para mejorar el Transantiago de cara a la nueva licitación en 2017.

El año 2017 será clave para el transporte público de la Región Metropolitana. En mayo del próximo año se realizará la nueva licitación para el Transantiago, algo que muchos ven como una oportunidad para mejorar el sistema que ya lleva nueve años operando en la capital. De miras a esos nuevos contratos, Sergio Jara, Ingeniero del Instituto Sistemas Complejos de Ingenieria (ISCI) y prorrector de la U. de Chile, entrega un diagnóstico del sistema actual, explica los errores que se cometieron en su diseño y cómo mejorarlo.

¿Qué problemas identifica hoy en el Transantiago?

Hay dos temas. Primero, es difícil revertir la desconfianza que existe hacia el sistema de transporte público por el aumento de los tiempos de espera, incomodidad y hacinamiento. Hoy es más la gente que desea cambiarse al automóvil, y eso es un serio problema. El segundo gran problema es que el comportamiento de los operadores es muy variado. El desafío es lograr generar contratos que orienten el comportamiento empresarial en la dirección de aquellas empresas que se han desempeñado bien.

¿Qué aspecto del sistema cree fundamental cambiar en los nuevos contratos?

Un gran desafío es pensar de manera adecuada el sistema troncal-alimentador. Ese diseño significó aumentar los transbordos de los viajes de un 10% a un 70%, lo que provoca mucha insatisfacción en el usuario. El solo hecho de transbordar aumenta entre 10 a 25 minutos los tiempos de viaje. Por otra parte, las frecuencias disminuyeron porque la flota es muy pequeña y de buses muy grandes. Pero con más buses de tamaño mediano, los tiempos de espera serían menores. Por eso el cambio del diseño de la estructura de líneas, desde troncal alimentador a algo más cercano a servicios directos, es algo necesario, y debe ir acompañado del monitoreo y control de flota que hoy permite la tecnología.

Actualmente el sistema recibe millones de dólares en subsidio. ¿Cómo cree usted que debería haberse pensado el financiamiento?

Si se hubiera diseñado considerando que era posible utilizar algún subsidio, el sistema no sería el que hoy día tenemos. Estamos subsidiando un mal sistema. Pero eso no significa que el subsidio sea malo, sino que había que considerarlo a priori. Dentro de los errores inducidos por la obligación de diseñar, considerando que con la tarifa de ese entonces se tenían que cubrir todos los costos de operación del sistema, está el haber llegado a una flota sub-dimensionada de buses sobre-dimensionados, lo que resulta más barato para los operadores pero peor para los usuarios por las bajas frecuencias.

La gente hoy prefiere utilizar el Metro. ¿Es mejor seguir construyendo líneas de Metro antes que priorizar por el Transantiago?

La razón por la cual un usuario mira el metro con mejor cara es porque en él son evidentes las indicaciones; está todo señalizado. Cuando tienes que combinar en superficie el usuario relativamente nuevo no sabe exactamente adónde tiene que esperar la micro de conexión. Por otra parte, si alguien desea pensar el Metro como una línea de desarrollo urbano tiene considerar qué significa seguir desarrollando Santiago, que es una ciudad de sobre 6 millones de habitantes y completamente contaminada. Si hay parlamentarios que les parece que el subsidio al transporte público es una mala cosa, ¿van a estar dispuesto a que se invierta en Santiago el equivalente a 60 millones de dólares por kilómetro de metro? Aparentemente sí. Pero ¿será eso lo más efectivo?.

¿Se debería hacer un sistema más interconectado que incluyera varios modos de transporte?

Una de las razones para cambiarse al automóvil es que la gente ve en el viajar de origen a destino de forma cómoda. Pero eso intensifica muchísimo el uso de las calles y al final terminan perdiendo, tanto buses como autos. Cuando se propone que el sistema sea conectado con varios medios de transporte público no se piensa que quienes usan automóvil aprecian la continuidad de su viaje ¿Estaría el dueño de un automóvil dispuesto a bajarse del auto dos veces en su viaje? Nadie está dispuesto a hacer eso. Entonces, ¿por qué la gente que usa el transporte público está obligada a hacerlo?.

¿Cómo le gustaría que se abordara la nueva licitación?

Espero que haya un re diseño de la estructura de líneas y que se aproveche la experiencia de todos estos años. Los indicadores que usa el Ministerio de Transporte han avanzado muchísimo y aún se puede avanzar más. Por ejemplo, la información que entrega la tarjeta bip! es muy rica pero no hay mucha experiencia de cómo usar esa información para mejorar el sistema y es algo en lo que se debe progresar.