30 mitos de ciclismo urbano (Parte II)

Falacias del Ciclismo Urbano. Licencia CC BY-NC-SA 4.0

Falacias del Ciclismo Urbano. Licencia CC BY-NC-SA 4.0

Con el objetivo de que la información sobre los ciclistas sea lo más verídica posible y así se dejen de reproducir mitos que no contribuyen al desarrollo del ciclismo, la Embajada de Ciclismo de Gran Bretaña formuló 30 mitos que aclara con estudios y experiencias internacionales.

A continuación les compartimos la segunda parte con 15 de estos mitos. Los 15 primeros te invitamos a leerlos este artículo.

16. “La infraestructura ciclista es muy costosa y el retorno es muy bajo”.

El costo de la infraestructura para el transporte requiere de grandes inversiones, pero decir que siempre la infraestructura ciclista es más costosa que otras, es una frase injustificada.

Como referencia, un informe de Reino Unido publicado en 2014 sostenía que el retorno de la infraestructura ciclista es de 2 es a 1 (2:1). Es más, porque solo en Londres, esta cifra alcanzaba

Ahora, si vemos los números de los Países Bajos, claramente el mito se derrumba. Allí, en donde un 40% de la población se traslada en bicicleta, la inversión en infraestructura para este medio de transporte es de €500 millones anuales que representan un retorno de beneficios en salud por €31 miles millones en una relación de 60:1.

17. “Los ciclistas no usan la infraestructura que ya hay”. 

Aunque en muchos casos esto puede ser cierto, es necesario ver cuál es el motivo que lo causa en vez de solo quedarse con esta impresión. Es muy común que cuando los ciclistas no opten por pedalear en una ciclovía ya construida esto sea porque tiene características de baja calidad que solo dan como resultado una ruta ineficiente e insegura.

Entonces, si hay ciclistas que no eligen una ciclovía siendo que hay una construida, se puede tomar como un síntoma de dónde hace falta una ruta con un mejor estándar.

18. “Los estándares de conducción más rigurosos permitirían que todos compartieran las calles con seguridad”.

Si bien las pruebas de conducción se han hecho más rigurosas en los últimos años, esto no quiere decir que los automovilistas sepan cómo compartir las calles, pero puede ayudar a que así sea.

Ante esto, la Embajada de Ciclismo de Gran Bretaña dice que la mala conducción de los automovilistas es un factor que influye en que los ciclistas dejen de usar la bicicleta, pero no es el único. En este sentido también menciona que el riesgo que representan los automóviles en cuanto a tamaño y velocidad es lo que termina por afectar a los ciclistas.

19. “Frecuentemente las personas no respetan las reglas cuando andan en bicicleta”.

Ver que un ciclista atraviesa un cruce a pesar que tenga luz roja es una situación que se repite en nuestras calles. Sin embargo, la Embajada plantea que a partir de esto no se puede generalizar que todos los ciclistas y que por lo mismo este grupo es el que más comete infracciones.

En este sentido sostiene que “también hay evidencia que sugiere que pasarse una luz roja intencionalmente puede ser más seguro donde el diseño de la ruta es pobre, usualmente porque el entorno ha sido diseñado solo con los vehículos motorizados en mente”. 

Entonces, cuando se construye una infraestructura que desde su diseño incorpora el ciclismo como un modo de transporte válido, hace que romper las reglas sea menos atractivo y necesario.

20. “El ciclismo genera congestión vial”.

Esta frase es muy común escucharla de quienes creen que el espacio vial es únicamente para los vehículos motorizados y que ven la construcción de una ciclovía como un hecho en desmedro de ese medio de transporte.

No obstante, cuando se asigna una pista de autos a una para ciclistas está comprobado que se vuelven más eficientes porque son utilizadas por más personas. Esto quiere decir que si antes tenían una capacidad para 2.000 automovilistas, pueden llegar a tener una para 10 mil ciclistas, usando el mismo espacio, pero generando mucha menos contaminación tanto atmosférica como acústica.

21. “La infraestructura ciclista es insegura”.

Es innegable que hay ciudades que tienen infraestructura ciclista insegura y por ende de baja calidad, lo que no quiere decir que toda la infraestructura para este modo de movilidad tiene que ser siempre así.

Por esto, la Embajada plantea que se puede tomar como referente la infraestructura ciclista de Dinamarca y los Países Bajos, países que no solo tienen la mayor densidad de kilómetros de ciclovías y niveles de uso que inspiran a cualquier ciudad que está impulsando la movilidad sostenible, sino que también es la más segura. ¿Por qué? Por su buen diseño.

22. “Más ciclismo urbano no ayudará. Los autos eléctricos solucionarán todos nuestros problemas de transporte”.

En términos medioambientales, es mejor que las ciudades tengan más automóviles eléctricos que convencionales, sobre todo si se trata de reducir la contaminación atmosférica.

No obstante, hay otros problemas relacionados al uso de los automóviles que no se van a solucionar aunque su fuente energética no genere un impacto negativo en el entorno, tales como la distribución del espacio vial y en consecuencia los atochamientos y la sensación de inseguridad entre quienes no se mueven en auto.

23. “Si apoyo la infraestructura ciclista, aunque tenga un diseño terrible, voy a estar obligado a usarla”.

La interpretación de este mito es lo que hace la diferencia, porque si lo dice un ciclista no significa que no está a favor de la infraestructura ciclista, sino que está demandando que la que se concrete tenga un diseño de buena calidad.

24. “Pedalear por el medio de la calle retrasa el tráfico (de automóviles) y expone a los ciclistas. Deben mantenerse en un costado”

Cuando se ven ciclistas que están pedaleando por el medio de la calzada, siendo que lo correcto es pedalear en un costado de ésta, puede ser menos peligroso, ya que están evitando otros inconvenientes de la ruta. Ejemplo de esto es la apertura imprevista de las puertas de los automóviles mal estacionados o las rejillas de las alcantarillas.

En este punto además hay que tener presente que los ciclistas deben pedalear en fila por la calzada y que los automovilistas deben mantener una distancia prudente, establecida comúnmente en 1.5 metros.

Respecto a este mito, la Embajada sugiere que para evitar conflictos constantes entre los diferentes modos, es preferible segregar el tráfico.

25. “Los ciclistas no pagan por las calles”.

Los beneficios de tener más ciclistas en las calles no solo son para quienes pedalean, sino que para toda la ciudad porque contribuye a reducir la congestión vial y la contaminación, además de mejorar el estado de salud de la población. La mantención que requieren las calles no es por el impacto que causan las bicicletas, que es nulo, sino por el mismo efecto de los ciclistas.

Pero, ¿qué pasaría si se cobrara por el daño que causan los autos en cuanto a accidentes y congestión? La respuesta de la Embajada: “si los impuestos de los automovilistas fueran hipotecados exclusivamente ‘a pagar por los caminos’ dejaría un enorme agujero financiero en costos para la sociedad”.

26. “Los ciclistas están autorizados a usar las pistas para buses, entonces no necesitan una infraestructura específica”.

Los ciclistas que ya tienen la confianza necesario y la experiencia para compartir las calles con los buses no ven inconvenientes en usar las vías para buses. Pero también hay que considerar que hay ciclistas que se sienten más seguros en las ciclovías, entonces esta posibilidad no se les debe negar.

27. “Los ciclistas deben usar ropa visible cuando pedalean”.

Los accesorios y la vestimenta reflectante sin duda que ayuda a que los ciclistas sean más visibles en las calles, pero la Embajada dice que no hay estudios que demuestren que hayan influido en la disminución de accidentes.

Por esta razón, plantea que el enfoque no debe ser impulsar a la gente a que use prendas específicas al momento de pedalear, sino que debe ser que hay que diseñar infraestructura que los deje visible como las “biciboxes” o zonas de espera que en los cruces dejan a los ciclistas en primera fila, seguidos por los automovilistas.

28. “Las personas que andan en bicicleta siempre necesitan una ducha”. 

Claramente ninguna persona es igual a otra, por lo que el esfuerzo que un ciclista requiere para completar una ruta no siempre va a ser el mismo que otro. No obstante, sobre este mito, la Embajada de Ciclismo de Gran Bretaña afirma que a través de ciertas características de diseño se pueden evitar sacrificios adicionales e innecesarios. Eso sí, nunca va a ser un punto negativo que se puedan habilitar duchas para los ciclistas en los destinos.

29. “Necesitas un montón de implementos para pedalear”.

De acuerdo a la explicación de la Embajada, esta frase se aplica a aquellos países donde la infraestructura aún tiene deficiencias. Lo ideal es que andar en bicicleta sea lo más normal posible, algo que por ahora es posible en países con una infraestructura eficiente.

30. “Las personas no quieren o no pueden recorrer largas distancias”.

Según datos de la Embajada, casi el 40% de los viajes en auto que se realizan en Gran Bretaña cubren una distancia aproximada de 3,2 km que si se hicieran en bicicleta no demorarían más de 10 a 15 minutos. Por otro lado, también están aquellos ciclistas que les gustaría cubrir distancias más largas que el promedio.

¿Cómo se puede equilibrar esto? Con una infraestructura que de la opción de cubrir los trayectos que uno necesite y con la intermodalidad.

Para más información haz click aquí.

30 mitos sobre ciclismo urbano (Parte I)