Impuestos verdes son “relativamente bajos”
El informe elaborado por la OCDE destaca que en la reforma tributaria de 2014 se incorporaron impuestos “verdes”, como los que gravan la compra de vehículos motorizados livianos, sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de contaminantes atmosféricos locales producidos por grandes fuentes fijas.
Sin embargo, sobre este último punto, el documento destaca que el tributo de emisiones grava principalmente a las centrales termoeléctricas, pero deja de lado a otras grandes fuentes de emisiones, “como las fundiciones de cobre”.
Respecto de la minería, el análisis de la OCDE agrega que en 2006 se estableció en el país un impuesto específico, pero que la tributación del sector parece “relativamente baja” a otros países de la OCDE donde abundan estos recursos.
Además, el informe critica que los impuestos establecidos al dióxido de carbono (US$ 5 por tonelada de CO2), son bajos y que “debería ser objeto de un aumento progresivo”.
Agrega, a propósito del punto anterior, que las tasas impositivas con que se gravan los combustibles “no guardan nexo alguno con su contenido de carbono y se aplican sólo a aquellos usados en el sector del transporte”.