Arte, niños y educación: Las nuevas apuestas de los museos

museoPor: Daniela Silva Astorga.

Las visitas guiadas han cambiado sustancialmente en el Chile de los últimos años. Ahora, los guías buscan sobre todo incentivar el pensamiento crítico.

Escuchan atentos el discurso del guía. Y aunque no están en la sala de clases, la lógica funciona tal como frente al pizarrón: el especialista entrega datos para que ellos los memoricen, y quizás hagan un par de preguntas.

Así se sintetiza la experiencia de una visita guiada típica. En Chile entraron en etapa de extinción hace una década o poco más, aunque los cambios mayores son de los últimos cinco años. “Creo que entonces se instaló claramente el desafío de tener un área de educación renovada. Ahora se proponen espacios exploratorios, sin dictar cátedra. Nosotros apuntamos a generar pensamiento crítico en los niños. El modelo clásico está obsoleto”, dice Juan Pablo Baraona, director de educación del Centro de las Artes CA 660.

Para todas las exhibiciones -desde la de Kusama hasta “Light Show”- han preparado cuadernos educativos para que los docentes continúen el trabajo en la sala, videos del backstage de la muestra y talleres. De 2015 hasta ahora han participado más de 31 mil alumnos (69% de colegios subvencionados y municipales).

Experiencias flexibles

Las visitas dejaron el apellido de guiadas. Ahora son mediadas. “El guía no solo se hace cargo de los contenidos de la exposición. También de sus visitantes: el foco pasó a ellos. La idea es que el guía lo piense así: ‘Yo podría querer contarte todo sobre esta institución, pero tú igual tienes cosas que aportar, pues vienes de otra realidad, y desde ahí leerás esta muestra'”, grafica Julia Romero, coordinadora de EducaMAC, del Museo de Arte Contemporáneo.

Hoy, 20 mil estudiantes participan cada año en los recorridos educativos del Museo de Bellas Artes. Pero la institución también trabaja con profesores de arte. Organiza un seminario que por día reúne hasta cien participantes que comparten con expertos extranjeros y reflexionan. Así, el arte se visualiza como herramienta eficiente para abordar contenidos amplios. “También hacemos cursos para profesores de todas las asignaturas”, dice Natalia Portugueis, coordinadora de mediación. Y su área creó en 2012 los “Diálogos con la obra”, en los que personalidades públicas disertan.

No obstante, una de las iniciativas más innovadoras del último tiempo nació fuera de los museos. Se llama “Fava VA!”, y corre por cuenta de la Fundación Artes Visuales Asociados, un organismo privado que en 2015 empezó a trasladar las obras de su acervo a colegios de Cerro Navia, Santiago Centro, Talagante. Los establecimientos que acogen las obras se llaman “anfitriones”. Y allí, cuando la muestra está instalada, profesores especializados capacitan a los estudiantes que oficiarán como guías frente a otros escolares.

Así lo diseñó Myre Educación. “La territorialidad permite trabajar en línea con el contexto donde llega la muestra y hacer comunidad con los colegios vecinos”, enfatiza Mariana Bórquez, directora de la consultora. Y sobre el real impacto de la iniciativa -que ha llegado a 10 mil jóvenes-, profundiza: “A nivel personal de los alumnos, es evidente que la experiencia abre un mundo nuevo; esa dimensión de análisis y comprensión del arte que antes no veían. Adquieren herramientas para hablar en público y exponer ideas. Aún falta trabajar que los docentes aprovechen el arte para entregar más conocimientos”.

En el Museo de Arte Contemporáneo -que en 2015 recibió a 12.596 estudiantes en sus dos sedes- la educación también cambió aceleradamente. En 2014, el área EducaMAC y Anilla Cultural estrenaron un programa que, vía streaming , ofrece visitas mediadas -personalizadas, según la realidad de cada colegio- a alumnos de regiones. “Acortamos la distancia cruzando su cotidiano con el fenómeno del arte. Una obra siempre habla de una época y un contexto. Ahí está la clave”, dice Julia Romero.

Durante el segundo semestre, el MAC dará un paso más ambicioso con el programa “Ejercicios razonados”, que llevará réplicas -certificadas y de escala 1:1- de las obras clave de su colección a escuelas vulnerables de Lampa y Pedro Aguirre Cerda. Ahí, la exposición de dos semanas será complementada con talleres y una exhibición de las creaciones de los alumnos. “Nuestro mayor triunfo es cuando ellos ven las obras buscando conversación y debate; no solo en torno a la historia del arte, sino también a problemáticas actuales”, concluye Romero.