Centenaria escuela de Valparaíso está en ruinas tras daños por sismo de 2010

escuelaPor: MAURICIO SILVA.

Edificio diseñado en 1924 por Alfredo Azancot es Monumento Nacional:
El Día del Patrimonio Nacional del domingo no fue motivo de fiesta para la comunidad de la escuela Ramón Barros Luco de Valparaíso. Instalaron un escenario en calle Victoria frente al edificio que los cobijó, pero para protestar. Alumnas, ex alumnas, profesores y apoderados exigieron que se inicie su restauración.

“Queremos que las autoridades tomen conciencia de que llevamos seis años fuera del establecimiento”, reclamó la directora, Gloria Tapia.

Construido en 1924 por Alfredo Azancot -el arquitecto de los palacios Rioja y Carrasco, el arco Británico y el castillo Brunet-, el recinto sufrió serios daños con el terremoto del 27 de febrero de 2010. La restauración, iniciada en 2012, quedó inconclusa luego de que la constructora Vesia se declarara en quiebra. En 2013, el Ministerio de Educación aseguró que contaba con los recursos para reanudar los trabajos. El nuevo proyecto cuesta $5 mil millones, y requiere que la cartera de Desarrollo Social certifique su rentabilidad social para ser licitado.

El edificio, declarado Monumento Nacional en 2003, sufre el rigor del abandono. Ha habido dos principios de incendio causados por indigentes que se albergan en él. Una vez se halló un cadáver que cayó desde la terraza.

Las 600 alumnas, de prekínder a 8º básico, se han acomodado todo este tiempo en el ala derecha de la Scuola Italiana, en la cercana avenida Pedro Montt. Sin duchas, casino ni auditorio, han debido arreglárselas para que las niñas reciban al menos su comida caliente. En abril, la escuela fue notificada por la Seremi de Educación de que estaba autorizada para albergar en el recinto transitorio a solo 294 alumnas. Tras ello, fiscalizadores de la Superintendencia de Educación visitaron el recinto para exigir el cumplimiento de esa resolución.

El director de la Corporación Municipal de Educación, Gustavo Mortara, explicó que la autoridad propuso redistribuir a las alumnas en otros colegios.