Ciudades intermedias: piden institucionalidad para revertir sus déficits urbanos

calamaPor Manuel Valencia, El Mercurio.

Estudio de la Universidad Austral analizó realidad actual de estas urbes

Investigación plantea que actual discusión para fortalecer gobiernos metropolitanos es una oportunidad para revertir el centralismo que las afecta.

Según el estudio de las ciudades chilenas que realizó hace dos años la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en el país hay 26 grandes centros urbanos. De ellos, tres son metropolitanos (Santiago, Valparaíso y Concepción) y los 23 restantes son urbes intermedias, las que no superan los 500 mil habitantes.

Según esa definición, centros urbanos como Arica, Calama, Ovalle, Curicó, Chillán u Osorno tienen mucho en común. Sin embargo, pese a que son las que más crecen -de acuerdo al último censo- y gozan de mejor calidad de vida (según lo detectó la serie “El Barómetro de las Ciudades”, realizada por “El Mercurio”), al no ser grandes epicentros de poder ni sistemas demográficos relevantes viven los efectos de un abandono institucional, que no promueve sus particularidades ni su identidad. Tampoco este déficit reconoce el valor de esas ciudades como centros clave para la soberanía nacional.

De esta realidad da cuenta una reciente publicación de la Universidad Austral de Chile denominada “Ciudades intermedias en Chile: territorios olvidados”, que contiene 10 ensayos alusivos. Uno de sus editores, el historiador Andrés Rojas, afirma que “no ha habido incentivos ni instrumentos que potencien a estas ciudades. Aportan mucho al país, pero reciben poco de él”.

Un claro ejemplo es Calama: pese a que es el centro urbano por el que rota la principal faena minera del país (Chuquicamata) y, por ende, contribuye con los mayores ingresos fiscales, la ciudad no cuenta con inversiones urbanas que la hagan atractiva para retener residentes. Más bien, durante el auge del cobre se consolidó como una ciudad de paso y prueba de ello es el auge hotelero que aún vive.

Según Andrés Rojas, es necesario aprovechar la discusión institucional que actualmente busca crear gobiernos metropolitanos, con el propósito de hacer más reconocibles estos territorios. “El Estado tiene que tomar un rol que tuvo en los 60, con la Corfo, de generar un contrapeso al mercado. Tiene que dotarlas de una institucionalidad e instrumentos para implementar proyectos de desarrollo específicos”.

La investigación también da cuenta de quiebres históricos que rezagaron a las ciudades intermedias. A modo de ejemplo, según Rojas, a inicios del siglo, Santiago concentraba el 10% de los habitantes (distante del actual 40%).

Este cambio, a juicio del autor, también responde al desplazamiento de las élites y sus capacidades productivas desde las ciudades de regiones a Santiago.

El presidente del Consejo de Desarrollo Urbano, Luis Eduardo Bresciani, dice que estas urbes requieren una capacidad de asociarse regionalmente con alcaldes empoderados. “Ante el progresivo agotamiento del ciclo económico de las materias primas, las ciudades metropolitanas estarán mejor dotadas para al desarrollo económico futuro, dada su mayor diversidad social, económica y cultural. Pero existe una gran oportunidad para las intermedias si se interconectan con mejores infraestructura de transporte”.

Desde el Gobierno, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) apuesta por la creación de gobiernos metropolitanos en el proyecto de descentralización para mejorar la administración de las ciudades intermedias.

Según Pablo Contrucci, jefe de la división de desarrollo urbano del Minvu, esa estructura contribuirá a fijar una atención del gobierno regional en las ciudades intermedias, al delegar responsabilidades en la nueva administración metropolitana. “Si bien el rol de fomento empresarial del Estado se perdió en estas ciudades, la inversión fiscal es enorme y tiene mayor peso en las economías locales que en las áreas metropolitanas”.

Para potenciar el desarrollo de estos centros, Contrucci destaca los planes regionales de inversión que está elaborando en cada territorio la Comisión de Vivienda, Ciudad y Territorio, conformada por diversos ministerios que actúan en el desarrollo urbano.

El decano de la Facultad de Arquitectura de la U. del Desarrollo, Pablo Allard, complementa que deben tener una priorización especial en el sistema de evaluación social de proyectos. “Hoy se focalizan donde hay beneficio social y eso se vincula con grandes centros que concentran población”. Añade que el Estado debe invertir en desarrollar industrias de servicio en esas ciudades “e invertir en bienes públicos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes”.

REGIONES
Según el estudio, las antiguas 23 provincias recogían mejor el peso e identidad de las ciudades intermedias. ModelosLa realidad chilena coincide con la que viven otros países, que se concentran demográficamente en pocas ciudades. Sin embargo, según Pablo Contrucci, otros han logrado descentralizarse por su pasado feudal (Alemania), porque las ciudades no se constituyeron en un gobierno nacional (Italia o España) o por razones geográficas (Ecuador, Colombia o Brasil).