Los pros y contras del Transantiago según los usuarios extranjeros

tiempos de viaje Por Valentina Mery, La Tercera.

Valoran las alternativas de los buses y limpieza del Metro, pero critican la falta de información.

Hace unas semanas, el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, envió un proyecto de ley al Congreso para aumentar el subsidio al Transantiago y evitar un aumento de $ 30 en la tarifa del sistema. El precio del pasaje -actualmente en $ 640- sumado a otros factores como la calidad de los buses, ha provocado que la percepción de los usuarios del transporte público de Santiago sea negativa.

Sin embargo, análisis internacionales y la visión de los extranjeros que viven en la capital revelan una idea diferente.

Según un estudio de la aplicación para celular Moovit, presente en más de 400 ciudades del mundo y con 20 millones de usuarios, los capitalinos utilizan 102 minutos al día para movilizarse, cifra que está por debajo de otras grandes ciudades como Nueva York, Toronto o Sao Paulo (ver infografía).

“En la encuesta que realizamos, los usuarios de Moovit nos dijeron cuál es la percepción que tienen a la hora de esperar el transporte público (…) creo que el sistema en Chile funciona bastante bien en comparación a otras ciudades y también a otros países dentro de la región, porque en general es bastante bueno”, sostiene el español Alex Torres, vicepresidente de Marketing e Innovación Internacional de Moovit.

Según Torres, un elemento a favor que tiene el sistema de Santiago es su nivel tecnológico, puesto que permite conocer en tiempo real cuánto falta para que el bus llegue a un paradero determinado. “Los datos que nos entrega el gobierno son bastante organizados, es muy fácil trabajar con ese tipo de datos y eso es muy importante, porque hay muchos países y ciudades que ni siquiera lo tienen, que no tienen GPS en los buses y hay que estar orgullosos de que es un sistema de planificación muy fiable”, agrega Torres.

Otro de los puntos que consideró la encuesta de Moovit es el tiempo que gastan los usuarios diariamente en esperar al bus. Santiago tiene un promedio de espera de 31 minutos, al igual que Buenos Aires. El primer lugar lo tiene Tel Aviv (Israel), con 29 minutos y el con más espera es Los Angeles (Estados Unidos) con 41 minutos. Otras ciudades donde la espera es superior a los 35 minutos son Nueva York, Boston, Sao Paulo.

Usuarios extranjeros

Melanie Jones nació en Kentucky, Estados Unidos, y hace tres años y medio vive en Chile y considera que el transporte público en Santiago no es tan malo como se cree. “En Kentucky no tenemos metro y los buses pasan cada 30 minutos (…) a mí me gustaría tener un sistema como el Transantiago en Kentucky, porque para las personas que no tienen auto es complicado”, asegura. Además, sostiene que el metro es limpio en comparación al de Nueva York y al de Buenos Aires. “El metro es nuevo (…) lo único malo es que tiene muchos problemas, lo que es raro, porque es nuevo”.

Dentro de los aspectos negativos, Jones dice que en horario punta considera que los buses son lentos. “En esos casos prefiero tomar el metro, pero lo bueno es que hay tres micros que pasan para donde tengo que ir, entonces hay varias alternativas. En general, el sistema no es tan malo, solo les falta mejorar algunas cosas”, añade.

Otro usuario extranjero es Carlos Areces, oriundo de Oviedo, España, quien residió varios años en Reino Unido. “Yo viví en Londres y por lo que recuerdo me parece mejor allá, aquí lo que hace falta es un plano, en Londres había un plano general y salía la ruta de las micros (…). Cuando alguien quiere a ir a un lugar, muchas veces no hay información, pero las aplicaciones en el teléfono lo facilita, pero el problema es que la gente mayor no sabe utilizarlas”. A pesar de eso, Areces sostiene que “en general encuentro que el transporte en Santiago es bastante bueno, no me parece muy caro si uno hace viajes largos, pero si quieres moverte en tramos cortos se gasta más plata. Yo pienso que el número de líneas de micro y el número de paradas está muy bien. Me parece que en hora punta es más complicado por la congestión de las calles, pero al ser Santiago una gran ciudad, es normal”.

En el caso de Raúl La Torre, de nacionalidad peruana que vive hace seis años en Santiago, comenta que “cuando yo llegué encontré que era genial el Transantiago porque hay una gran diferencia con el transporte público limeño que es caótico, desorganizado, no se respeta nada, las tarifas dependen de cada empresa (…), pero ahora encuentro que en Santiago no hay la suficiente cantidad de buses para solucionar el problema del tiempo y que las calles no están adaptadas para las micros que son demasiado grandes”.