Una nueva casa-clavo en China queda en la mitad de una calle

No es el primer caso de este tipo y probablemente tampoco va a ser el último. Se trata de una casa que sus dueños no quisieron vender y que quedó en medio de una calle construida como parte de un nuevo barrio residencial en Nanning, al sur de China.

De acuerdo a la legislación china, cuando el dueño de una propiedad no la quiere vender a pesar que en sus alrededores se proyecten nuevas construcciones, no está obligado a dejarla. Sin embargo, esto tampoco prohíbe que en torno a la propiedad se construyan centros comerciales, edificios e incluso autopistas.

¿Por qué ocurrió esto? ¿Podría pasar algo así en Chile?

Así fue como le pasó a esta casa en Nanning, que si bien está deshabitada desde hace un tiempo, sus dueños no la quieren vender desde fines de los ’90, cuando el pueblo del que era parte empezó a ser renovado para construir edificios residenciales.

En China, producto de los planes de urbanización para acoger a los 1.000 millones de habitantes que se estima que tendrán las ciudades en 2030, se comenzaron a comprar terrenos en barrios deteriorados o de baja altura. No obstante, se encontraron con la oposición de los residentes a dejar sus casas, haciendo que éstas se convirtieran en casas-clavo, es decir, viviendas que quedan en medio de otras construcciones de mayor envergadura.

Otra historia así es la que ocurrió en Wenling, una ciudad china en donde sus dueños vieron cómo en torno a su casa se construyó una autopista de alta velocidad, dejando literalmente su vivienda en la mitad.

En Chile, según la Ley Orgánica de Procedimiento de Expropiaciones, promulgada en 1978, las expropiaciones se pueden realizar tras un estudio previo -al que los dueños no se pueden negar- y cuando los proyectos son, por un lado, “para poder desarrollar las obras que el progreso del país exige, y, por otra parte, (para) resguardar en forma justa el derecho del propietario y los distintos derechos de terceros que, de un modo u otro, se ven alcanzados o afectados con la expropiación”.

En esta misma línea, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) establece que el “proceso de expropiación obedece a una necesidad del Estado para desarrollar obras de infraestructura”, y que en el caso de los proyectos de concesiones se les debe pagar a los dueños del terreno según lo que fija la ley mencionada y una vez aprobado el plano de las áreas en cuestión.