Los requisitos del nuevo aeropuerto: wifi en todo el recinto y estacionamientos con tag

Por Francisco J. Fuentes, El Mercurio.

Próximo operador deberá garantizar un nivel de servicios superior al 95% en todas sus prestaciones

El fisco conocerá las ofertas de consorcios internacionales en febrero de 2015, luego que el MOP decidiera extender el plazo.

Acceso a internet inalámbrica gratuita con disponibilidad total en la superficie del recinto, un sistema de buses con traslados gratuitos entre la losa y los edificios administrativos, además de estacionamiento con pago vía tag para que los viajeros no pierdan tiempo, son algunas de las exigencias que el nuevo aeropuerto de Santiago Arturo Merino Benítez deberá cumplir a partir de su construcción, en septiembre de 2015.

Los requisitos, establecidos como parte de la escala de niveles de servicio óptimos que la autoridad le exigirá al nuevo operador de la concesión, deberán ser cumplidos en niveles que parten en estándares mínimos aceptables del 95% en algunos casos, hasta 99,5% en los servicios más críticos, según lo detallan las bases de licitación del proyecto.

Hasta ahora, el actual aeropuerto exige este tipo de prestaciones, pero no está obligado por contrato a cumplir un estándar determinado; es decir, el contrato no establece cuál es el mínimo aceptable de servicio.

El aeropuerto de Santiago tendrá una superficie total de 305 mil metros cuadrados, podrá mover hasta 30 millones de pasajeros al año y demandará una inversión total superior a los US$ 660 millones, esperándose su puesta en servicio, en una primera etapa, para junio de 2018.

Para participar de la licitación, hasta ahora seis consorcios internacionales se han inscrito para la precalificación técnica: Grupo Pudahuel (Icafal, Echevería Izquierdo y Ferrovial), Astaldi, Grupo Costanera, Agencias Universales (ligada al grupo Agunsa), Sacyr y la brasileña Invepar. Pero ha trascendido que otros cuatro consorcios tramitan también su calificación.

Si bien el Ministerio de Obras Públicas (MOP) había fijado inicialmente para septiembre la recepción de ofertas técnicas y económicas -otorgando un plazo de solo 90 días para el estudio de las propuestas y la confección del proyecto alternativo-, la cartera decidió la semana pasada ampliar el plazo, postergando dicho trámite para el 28 de febrero de 2015.

La decisión se adoptó por la preocupación expresada por los propios oferentes, que estimaron muy breve el lapso en que deberían conseguir el financiamiento y culminar una propuesta técnicamente fundada.

Según confirmó el gabinete del ministro Alberto Undurraga, “atendido el proceso de revisión de antecedentes por parte de la Coordinación de Concesiones, hemos ampliado en cinco meses el plazo, para permitir mejor competencia y con ello lograr mejores beneficios para el Estado y los pasajeros”.

La decisión, que debiera ser informada mediante la Circular Aclaratoria N° 1 del proceso, dará cuenta también de otras tres modificaciones recientemente definidas: se eliminará la obligación de presentar un certificado de conducta aeronáutica extendido por la autoridad del país en que el oferente ya opere otras terminales. También desaparecerá el requisito de exponer encuestas de satisfacción que acrediten su prestigio en otros aeropuertos del mundo.

Por último, el MOP y el Ministerio de Transportes aprovecharán de incluir en las bases de licitación los antecedentes que servirán para que los privados evalúen los costos y alcances técnicos con que se deberán construir los corredores y paradas destinados a la operación del transporte público en el recinto que se construirá.

Las exigencias mínimas para el concesionario

Buses de embarque/desembarque: El umbral mínimo de disponibilidad de ellos será del 95%, y el servicio está calificado como un “proceso crítico”.

Puentes de embarque: Por la importancia para el desarrollo de un buen desplazamiento de los pasajeros, el umbral mínimo aceptable de operación en este caso será del 99%, calificándose también como un “proceso crítico”.

Sistema de información de vuelos, equipajes y puertas de embarque: Se exige funcionalidad en todo el aeropuerto, con disponibilidad mínima del 99%, por tratarse de un ítem “crítico” de servicio.

Manejo de equipajes en llegadas y salidas: También es calificado como un proceso crítico y deberá presentar “funcionalidad y disponibilidad total” en todos los niveles del terminal.

Climatización y aire acondicionado: Si bien no se trata de un servicio calificado como “crítico” para el desempeño del terminal aéreo, el MOP le exigirá al oferente “funcionalidad total para mantener las áreas internas dentro de los rangos de temperatura y humedad recomendados”.

Suministro de energía eléctrica: En este caso, el nivel de disponibilidad alcanza el 99,9%, lo que implica que el recinto funcionará con más de un nivel de respaldo energético en caso de requerirlo.

Enchufes para carga de dispositivos electrónicos : Los usuarios podrán acceder a ellos en el 95% del aeropuerto, con funcionalidad total.