¿Descoordinación o identidad? El desigual mobiliario urbano que predomina en la capital

Por Sebastián Sottorff, El Mercurio. (04/05/14)

Espacios públicos divergentes:

Focos, paraderos, plazas o basureros. Si es que está presente, el equipamiento en Santiago no tiene ningún patrón común entre una comuna y otra.

La noche llega, la luz solar desaparece más temprano y el alumbrado público comienza a encenderse. Mientras que los peatones que circulan en la avenida Pedro de Valdivia, en Providencia, caminan bajo el pálido fulgor de los focos callejeros de color blanco, al cruzar a la comuna de Ñuñoa el panorama cambia y unos resplandecientes reflectores naranjos lo iluminan todo.

Un par de kilómetros más al sur, en La Florida, muchas veredas de la avenida del mismo nombre se terminan abruptamente en la calzada. Para quienes se desplazan en silla de ruedas o portan coches de guagua, esto puede ser un gran problema. Pero al cruzar Vespucio y avanzar ya por las aceras que son parte de Macul, la situación cambia, ya que muchas intersecciones en esa comuna sí cuentan con un desnivel pensado para estas personas.

Asimismo, esperar la micro en un paradero de Las Condes no es lo mismo que hacerlo en un refugio de Pudahuel. Tampoco lo es jugar en una plaza de Vitacura o de San Miguel, o botar algo en un basurero de Santiago centro o de Estación Central. La primera comuna cuenta con basureros en muchas de sus cuadras, mientras que la segunda, no.

Así, en muchas regiones del país las diferencias y el estándar del mobiliario urbano entre una comuna y otra son evidentes. Esto porque la coordinación entre los municipios es nula y hoy es posible ver una discontinuidad en el equipamiento de nuestra ciudad.

Y mientras que para algunos expertos la diferenciación del equipamiento urbano es sinónimo de identidad, para otros es equivalente a la ausencia de una autoridad coordinadora. De ahí que muchos planteen que un alcalde mayor o autoridad empoderada sea una necesidad imperiosa para el desarrollo metropolitano.

Para el urbanista de Atisba, Iván Poduje, la coordinación entre los municipios para establecer un patrón común es variable.

“Todo depende del proyecto, de su emplazamiento y tamaño. Si es relevante y comprende varias comunas, lo ideal es que el mobiliario sea similar, tanto por razones funcionales como de imagen e identidad de ciudad”, explica el experto, resaltando que más que crear una nueva institucionalidad, “se requiere contar con un gobierno metropolitano fuerte para este y otros temas. Me gusta más la figura de un intendente empoderado que crear otra nueva como el alcalde mayor”, afirma Poduje.

Infraestructura variada

Otros dos ejemplos críticos de esta descoordinación urbana se observan en la señalética y en las ciclovías. Muchas de estas rutas se terminan abruptamente en el límite de dos comunas.

Lo mismo pasa con la señalética vial. Mientras hay zonas de Santiago que cuentan con el respectivo nombre de sus calles, hay otras áreas en las que es muy difícil circular. El primer caso se da en Vitacura, donde abundan las señales públicas de todo tipo y hasta los cruces peatonales están llamativamente demarcados. El panorama totalmente opuesto está en La Pintana, donde existen pocas indicaciones y las que hay son incluso de color rojo.

El académico de la U. de Chile y editor del sitio www.plataformaurbana.cl, Alberto Texido, considera que esta descoordinación “representa la problemática que conlleva la administración territorial de Santiago, ya que la diferenciación en el mobiliario muchas veces suele ser una anécdota, pero más que eso, representa también la inequidad que hay en el espacio público”, explica, agregando que “lamentablemente, todo depende de la capacidad económica de un municipio”.

El experto no considera que el nombramiento de un “alcalde mayor” sea la solución al problema, pero sí afirma “que se debería crear un estándar de ciudad y la reciente conformación de un Consejo Nacional de Desarrollo Urbano está dando luces para democratizar y dar condiciones de equidad a los habitantes de nuestras ciudades”, advirtió.