300 mil personas viven en zonas de riesgo de tsunami en Arica, Tarapacá y Antofagasta

Por Macarena Villa y Víctor Fuentes, El Mercurio. (22/03/14)

Estimación de alcaldes de las comunas del borde costero de las tres regiones afectadas por sismo 6,7 Richter:

Onemi reforzará la entrega de información en esas zonas. Municipios trabajan en acopio y otras medidas.

En las comunas costeras de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta viven alrededor de 900 mil personas. Según estiman sus alcaldes, un tercio de ellas, es decir poco más de 300 mil, viven en zonas identificadas como de riesgo de inundabilidad ante un eventual tsunami .

La cifra representa un aumento de 35% en los últimos 14 años, según información de la Unidad de Gestión Territorial de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi). Y responde tanto a la expansión demográfica de la zona norte como a la actualización de las cartas de inundación de esas comunas que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) realizó en 2012 y 2013.

El sismo de magnitud 6,7 Richter que el domingo pasado afectó a estas tres regiones -movilizó a más de 100 mil personas a zonas de seguridad- tuvo lugar en la zona donde los científicos esperan que ocurra el gran terremoto que se pronostica para la zona norte.

“Con la nueva carta (del Shoa) se inunda el 90% de Mejillones (…) La comunidad está con mucha preocupación por toda la especulación”, dice el alcalde Marcelino Carvajal. Y es que hasta las islas de seguridad que habían construido ahora quedarían bajo el agua.

Por eso hace años acopian materiales, como carpas, frazadas y agua, que almacenarán en un espacio que les habilitó una empresa, que está a 3 km de la ciudad.

En Taltal, donde 4 mil de sus 13 mil habitantes viven en zona de riesgo, el municipio dispone de un albergue que cuenta con camillas, radios y teléfono satelital.

“Ahora estamos trabajando en la instalación de iluminación solar en camiones móviles para enfrentar la emergencia”, detalla el alcalde Sergio Orellana. Está en construcción un nuevo edificio consistorial fuera de la zona de riesgo.

El alcalde de Arica, Salvador Urrutia, explica que en la zona con mayor población en riesgo se han construido rampas e instalado señaléticas. Aunque el sismo del domingo, dice, dejó en evidencia la necesidad de un plan para embarcaciones menores que estén navegando durante un tsunami.

“El norte es una población consciente de lo que puede ocurrir”, dice el director nacional de Onemi, Ricardo Toro. Y eso, añade, quedó en evidencia porque “actuó con mucha calma, y siguieron los procedimientos”.

Allí en los próximos meses se reforzará la entrega de información con campañas que incluyen spots televisivos. Se realizarán nuevos simulacros en junio en Antofagasta, y en octubre un ejercicio binacional con Perú, donde participarán las regiones de Arica y Tarapacá.

Durante 2013, la Onemi realizó una revisión de los mapas de seguridad y otros instrumentos de planificación territorial, que generó insumos para el diseño del plan de desarrollo 2014-2018 que la próxima semana presentará al Ministerio del Interior. Incluye proyectos como el diseño de un mapa de riesgo nacional y la incorporación de nuevos equipos de medición a la red sismológica.

Estado debe ayudar a municipios

“En donde ya no hubo planificación y no se pensó bien la localización, hay que fortalecer y potenciar los gobiernos locales. Se necesita que el Estado potencie a los alcaldes y genere los recursos para que puedan mejorar la resiliencia en sus ciudades”, dice Roberto Moris, académico de Instituto de Estudios Urbanos de la UC.

Eso significa, agrega, planificar en función de las vías de evacuación. Esto requiere invertir en obras urbanas con “doble sentido”, como gimnasios que puedan funcionar como recintos de acopio de bienes y materiales, lugares que sirvan de albergue con estándares de calidad, preparar los terrenos donde deberían instalarse poblaciones transitorias y contar con un sistema de prefabricación de viviendas. “En la experiencia internacional es lo que se llama ‘respuesta rápida y reconstrucción lenta'”.

NOAA revisó en Chile los equipos de alerta

Tres escalas en puertos chilenos realizó el buque “Ronald H. Brown”, perteneciente a la dotación de la Agencia Norteamericana de Investigación Oceánica y Atmosférica (NOAA), dedicado a la investigación científica de mareas y climas. La última de ellas se concretó en Arica, en cuyas costas realizó mantención a una boya de alerta de tsunami y, además, cargó equipos que recibió por vía marítima para proseguir sus labores en otras doce coordenadas del Pacífico, próximas a Hawai, en su viaje de regreso al puerto de San Diego, California. “Los equipos que tenemos instalados en Chile estaban funcionando en buenas condiciones, pero una de las boyas se encontraba al garete, y hubo que reemplazarla”, explica el capitán de la nave, Joe Pica.

En sus recaladas en Arica, Valparaíso y Punta Arenas, los científicos que estudian cambios climáticos, corrientes marinas o predicción de maremotos desembarcaron y retornaron por avión a sus países de origen.