El regreso del Museo de los Tajamares

Por Carlos Reyes Barría, La Tercera. (01/03/14)

[patrimonio] Cerrado en 2003, este jueves fue aprobada su remodelación, con la que buscan replicar el éxito de los cafés literarios.

Inundaciones, roedores y habitantes nocturnos. Fueron algunos de los problemas que causaron el cierre en 2003 -tras dos décadas de funcionamiento- del Museo de los Tajamares, Monumento Nacional ubicado en el Parque Balmaceda, que alberga un histórico muro de 30 metros construido en el siglo XVIII, que solía contener la subida del Mapocho colonial.

Pero este jueves, el Concejo Municipal de Providencia aprobó la adjudicación de la propuesta pública para su mejoramiento, idea que forma parte de las 114 medidas de campaña de la alcaldesa Josefa Errázuriz y que había sido elaborada en 2005 por el Premio Nacional de Urbanismo Germán Bannen.

Las obras consisten en la remodelación de la sala de exhibición del Muro Tajamar, mejorando sus revestimientos, pavimentos e instalaciones sin intervenir el muro, junto con una refacción de su entrada -una plaza hundida con dos taludes- que durante las temporadas lluviosas llenaban de agua el recinto. “El nuevo museo tendrá su patio techado con poliuretano y un parrón, que además de protegerlo de la lluvia, permitirá el paso de la luz”, cuenta el arquitecto y Secretario Comunal de Planificación de Providencia, Nicolás Valenzuela. “Aunque los tajamares fueron hechos hace siglos para soportar el cauce del río, hoy no están en condiciones de recibir más agua, por lo que era crucial un cambio como este”, agrega Bannen.

Los taludes serán eliminados y se convertirán en dos salas, una de 85 m² y otra de unos 100 m², donde instalarán un café -con una capacidad para 25 personas- y una hemeroteca.

“Asimismo, incorporaremos un nuevo cruce peatonal frente al barrio ‘Vaticano Chico’. Creemos que será un lugar que entregará valor al parque y sus habitantes. Además, a ciertas horas, en el café literario del Parque Balmaceda suele ser difícil encontrar una mesa, y esta será una alternativa a pasos del lugar”, señala Valenzuela.

Carolina Sepúlveda (28) vive desde los 15 años en el sector de Plaza Italia y recuerda que cada vez que paseaba cuando niña por el parque, el museo le parecía lúgubre, con la impresión de estar siempre cerrado. “Y no había mucho en el lugar, pese al valor histórico de los tajamares”, agrega. Por eso, según Bannen, una solución es aumentar los panoramas en el espacio y tomar como referencia el éxito de los cafés literarios de la comuna. “Para no repetir la historia hay que multiplicar su oferta, convertirlo en un lugar de reuniones, de seminarios, clases de yoga en la sala multiuso, y a eso, sumarle la exhibición del muro tajamar”, continúa Bannen.

Este museo in situ -por haber sido construido en el mismo lugar de los hallazgos- contará además “con un escenario en su patio para tocatas, actividades culturales y teatro en pequeña escala”, añade Valenzuela.

Las obras serán ejecutadas en un plazo estimado de ocho meses, por un valor de $ 713 millones más IVA.