Área afectada por ruidos del aeropuerto de Santiago disminuye a la mitad en un año

Por Ignacio Araya y Lucía Adriasola, El Mercurio. (02/03/14)

Zonas adyacentes al terminal aéreo con niveles superiores a 65 decibeles suman 12,8 km2 :

Baja responde a la optimización de pistas y recambio en la tecnología de los motores de aeronaves.

Al aprobar la construcción de la segunda pista del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, en 2003, uno de los requisitos fijados por las autoridades ambientales fue hacer un monitoreo permanente del ruido de los despegues y los aterrizajes. Y en su último informe, la Dirección General de Aeronáutica Civil asegura que la superficie en torno al terminal expuesta a 65 decibeles se redujo casi a la mitad entre 2012 y 2013.

Según el Mapa de Ruido elaborado por la DGAC, en 2012 el área expuesta a 65 decibeles era de 24,757 km2, mientras que doce meses después disminuyó a 12,861 km2.

La reducción, detalla el documento, obedece a distintas razones: el uso predominante de la pista 17L en desmedro de la 17R del terminal aéreo, que permite disminuir los fuertes sonidos en sectores como Campo Alegre y Peralito, ubicados al poniente del aeropuerto. También considera la implementación del dispositivo Hush Kit en la parte posterior del motor de los Boeing 737-200 que aún operan en el país. Esta innovación tecnológica es un requisito impuesto por la autoridad aeronáutica para que estas aeronaves -que algunas aerolíneas ya han retirado por su obsolescencia- sigan en actividad.

Según la resolución ambiental que permitió la construcción y funcionamiento de la segunda pista, los procedimientos de las aeronaves no pueden superar la barrera de 65 decibeles sobre las áreas habitacionales de Maipú, Pudahuel y Cerro Navia.

La Organización Mundial de la Salud considera que el límite al aire libre no debiera superar los 55 dB.

Casas demasiado cercanas

Para elaborar el mapa, el organismo tomó en cuenta las 124.922 operaciones aéreas -entre despegues, aterrizajes y sobrevuelos- monitoreadas en 2013. De ellas, el 79,4% se realizó durante el día (entre las 07:00 y las 22:00 horas) y el 20,6% restante en horario nocturno (22:00 a 07:00 horas).

Sin embargo, el informe advierte que, pese a los esfuerzos para disminuir la contaminación acústica, la construcción de conjuntos residenciales cercanos al aeropuerto impide que las medidas sean efectivas, como en el caso del condominio Jardines de Vespucio en Pudahuel (ver recuadro). “El sector actualmente afectado fue construido y poblado recientemente, y claramente, sin considerar que dicha área ha estado durante todos estos años con niveles de ruido sobre lo permitido”, señala.

El informe cuestiona la modificación del Plan Regulador Metropolitano de Santiago, aprobada en noviembre pasado, que expande el suelo urbano para uso habitacional en sectores de Quilicura, donde actualmente los niveles de ruido son altos. “Por mucho que se reduzca el área de 65 dB, si las viviendas siguen aproximándose al aeropuerto, inevitablemente existirán incumplimientos”, indica el documento.

Vecinos de condominio afectado por ruidos: “Las casas llegan a temblar”

Según el mapa de ruido elaborado por la DGAC, el único sector residencial de Santiago afectado por niveles de ruido que alcanzan hasta 65 decibeles es el condominio Jardines de Vespucio, en la comuna de Pudahuel.

“Aquí, el avión pasa muy bajo. Las casas llegan a temblar”, dice Susana Saavedra, vecina del sector. Cuando se aprobó la normativa de ruidos, en 2003, este conjunto habitacional de 150 casas no existía. Pese a que el aeropuerto está a unos pocos kilómetros, el condominio de todas formas se edificó en 2005.

“La idea de venirse a vivir acá era buscar la tranquilidad, pero pasa con ruidos de aviones. Yo creo que a lo mejor sabían antes que existiera esta construcción, el tema estaba y lo hicieron igual”, señala. Según ella, es tanto el ruido, que cuando los aviones pasan sobre el condominio se activan las alarmas de los automóviles.

Para Amalia Torres (69), no queda otra opción que resignarse a convivir con el ruido de las aeronaves: “Cada cinco minutos pasa uno, llega a temblar la casa… pero tengo que soportarlo”.

Desde la inmobiliaria Aconcagua -constructora de Jardines de Vespucio- declinaron referirse al tema, pues, según señalan, a la fecha no han recibido ningún “reclamo formal, ni tampoco se han hecho denuncias”. Además, agregaron que realizaron un sondeo en el Sernac, donde también descartaron la presencia de reclamos.