Remodelación de casas patrimoniales revitaliza el centro de Santiago

Por Daniela Yanzon, El Mercurio.

Se prevé que restauración finalizará en noviembre:

El ex Club Domingo Fernández Concha y la Casa Goycolea impulsarán la cultura en la Zona Típica.

Quienes caminan por la calle Compañía, se detienen al notar dos casonas de colores. Es el efecto de la remodelación del ex Club Fernández Concha y la Casa Goycolea, propiedades del constructor civil Santiago Urzúa, quien aspira a convertirlas en parte de un circuito turístico cultural.

Estas casonas, construidas en 1860, han sido reconstruidas gracias a archivos fotográficos, lo que ha permitido continuar la línea de diseño del arquitecto original, Lucien Hénault.

Dicha restauración fue uno de los 31 proyectos ganadores del Programa de Reconstrucción Patrimonial del Consejo de la Cultura, y recibió $120 millones por cada inmueble. Al ser parte de una conservación histórica, la Inmobiliaria Angostura debe mantener los salones, patio interior y fachadas.

Uno de los objetivos de este proyecto, liderado por el arquitecto Rodrigo Pérez de Arce, es conectar las calles Huérfanos, Compañía y Catedral a través de un paseo peatonal, permitiendo a la ciudadanía acceder a salones circulares y patios internos.

Lo que más llama la atención son los colores descubiertos por la empresa a cargo de la restauración. Primero fue el rojizo en la Casa Goycolea, y luego el amarillo en el ex Club Domingo Fernández Concha.

Para llegar a las tonalidades originales fue necesario mandar muestras a un estudio en España. De manera científica se comprobaron los siete períodos históricos de la estructura.

“La restauración del color rojo altera el imaginario que tenemos de nuestra ciudad”, dice Paula Urzúa, una de las gestoras de este proyecto.

La restauradora Andrea Castro trabaja diariamente en la fachada amarilla y considera que el descubrimiento de las tonalidades originales “pone en valor al casco histórico de Santiago. Es un lujo contar con esto en el centro de la ciudad”, señala.

La mayoría de las construcciones del centro de Santiago es en tonos grises. “Estas casonas permiten conocer que hubo un período donde Santiago era más colorido que en la actualidad”, agrega Urzúa.

El proyecto apunta a consolidar un centro de encuentro sociocultural con cafés, restaurantes y salas con exposiciones permanentes acerca de la historia de las casonas.

La restauración terminaría a fines de noviembre. Sus impulsores esperan que gracias a la Ley de Donaciones Culturales puedan concretar los programas artísticos.