Historia y futuro: Museo de Arte Precolombino reabre sus puertas

Por Iñigo Díaz, El Mercurio

Tras dos años de cirugía mayor, que consideró la creación de una gran nueva sala en el subsuelo, hoy el recinto vuelve a recibir público. “No tiene nada que envidiarle a los grandes museos de Europa”, dicen.

“Mucha gente cree que Chile existe desde la Independencia. Otros, los más avezados, que existe desde la Colonia. Pero son muy pocos los que saben que nuestra historia se remonta a 13 mil años, desde que se encontraron los restos del primer hombre en Monte Verde (sitio de asentamiento humano al sur de Puerto Montt descubierto en 1976)”, dice Carlos Aldunate, director del Museo de Arte Precolombino.

Se refiere a la nueva gran vitrina que estará en exhibición en este remozado recinto en el centro de Santiago (Bandera y Compañía), y que fue sometido a un complejo proyecto de reingeniería. “Chile antes de Chile” se titula esa impresionante muestra que hoy abre al público en una sala de 440 m² y más de ocho metros de altura. Fue construida en concreto y revestida en maderas amazónicas bajo del edificio histórico del museo, original de 1802. El arquitecto a cargo fue Smiljan Radic.

Esta nueva exposición reúne apenas 300 objetos entre las seis mil piezas que conserva el museo en sus depósitos: momias Chinchorro, moáis rapanuís y chemamülles mapuches; textiles incas y tocados tiwanacu; vasijas nortinas de greda, instrumentos de piedra y madera; platería aymara y otras joyas arqueológicas ordenadas de norte a sur en vitrinas de alta tecnología, con estelas explicativas, un mapa del territorio y una completa línea de tiempo.

“Es apenas el cinco por ciento del material que tenemos. Su selección fue dolorosa, pero al mismo tiempo significa que todo lo que está allí es extraordinario”, apunta Aldunate. La sala, que fue diseñada museográficamente por el inglés Geoff Pickup -especialista del Museo Británico-, viene a dar un giro al concepto inicial del museo, ideado por Sergio Larraín García-Moreno en 1981. Su fundador buscaba la disolución de las fronteras administrativas que hoy conocemos, para dar campo a las culturas precolombinas esparcidas por América. Esa muestra sigue vigente en las reacondicionadas salas del segundo piso, hoy intensamente iluminadas, pintadas de blanco y conectadas visualmente con el entorno del casco antiguo de la ciudad.

El proyecto de reingeniería, arquitectura y museografía fue financiado por Minera Escondida a través de la Ley de Donaciones Culturales con un costo de US$17 millones. Tomó dos años en su etapa de análisis de factibilidad y otros dos en la ejecución de las obras. Además se incluyó el reacondicionamiento de la biblioteca, la creación de una tienda, la optimización de la plataforma Precolombino.cl, que tendrá mayores contenidos educativos, y la Sala Zona Interactiva Mustakis, que abrirá durante el verano con pantallas y juegos didácticos para niños.

El financiamiento del museo correrá por cuenta de la Municipalidad de Santiago, con un aporte anual de $400 millones, además de los nuevos $250 millones del programa Legado Bicentenario.

El choque de las fuerzas

La tierra se sacude y el agua arremete. Son las enormes fuerzas, en permanente movimiento e impacto, en la creación del mundo según el mito mapuche. Y están representadas en Trentren Vilú y Caicai Vilú, las serpientes de la tierra y el agua, esculpidas en piedra. Ubicada en una vitrina justo al centro de la sala, es la pieza más importante de “Chile antes de Chile”. “Es pequeñita, pero es nuestro equivalente al Calendario Azteca, del Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México”, ha dicho Aldunate.