Guía Urbana de Chile: Plaza de Armas y Calle Lynch, Osorno
Osorno es una ciudad de la Región de Los Lagos que encanta con cada detalle histórico que se guarda en sus calles del centro y en su Plaza de Armas. Como es un lugar entretenido y fácil para recorrer, lo mejor es caminar tranquilamente por ella para no pasar por alto los rincones que sorprenden.
El lugar que por lejos se lleva todas las miradas y no deja de impresionar en esta ciudad es la Iglesia Catedral San Mateo Apóstol, el mayor ícono arquitectónico de Osorno que con una torre de 45 metros de alto y un estilo neogótico destaca desde varios puntos de la ciudad. Pero no sólo lo que está a la vista llama la atención, ya que su historia que data desde los primeros años de esta ciudad fundada en 1558, hace que se valore aún más este edificio.
Muy cerca de la Plaza de Armas está la calle Lynch, la principal avenida comercial de Osorno, a la cual se aconseja dedicarle unas horas para ver la enorme variedad de objetos antiguos y nuevos que se concentran en un par de cuadras.
Historia
El primer intento para fundar Osorno estuvo a cargo del conquistador español Pedro de Valdivia en 1553. Sin embargo, varios ataques mapuches en su contra, que buscaban evitar la colonización española, terminaron con la muerte del conquistador y con la destrucción de la joven ciudad.
En 1558, los españoles intentaron nuevamente fundar la ciudad y esta vez sí tuvieron éxito. Fue así como el gobernador García Hurtado de Mendoza y Manríquez estableció la ciudad el 27 de marzo entre los ríos Damas y Rahue bajo el nombre de “Villa de San Mateo de Osorno”, en honor a su abuelo.
Pero la historia de la ciudad se volvió a interrumpir en 1598 con la batalla de Curalaba, uno de los episodios de la Guerra de Arauco que convirtió a Osorno en ruinas y en un lugar abandonado.
No fue hasta 1796 que Osorno nuevamente se pudo repoblar después que el gobernador Ambrosio O’Higgins llevara adelante este plan y que se iniciara el proceso de colonización europea, lo que hizo que en 1823 la ciudad fuera reconocida como territorio chileno.
Plaza de Armas
La Plaza de Armas de Osorno, no sólo es donde se juntan comúnmente los osorninos, sino que también es un lugar cultural y turístico que asombra a cualquiera con sus monumentos y simbólicos rincones que cuentan la historia de la ciudad.
Antes de recorrerla, lo mejor es comprar un helado de crema en el Café Central, un restaurant que está frente a la plaza, en la calle Lord Cochrane, y que según dicen quienes viven aquí, es el mejor helado de la ciudad.
Por esta misma calle está una de las primeras esculturas de la plaza, la que se inauguró en 1927 y que le rinde un homenaje a Eleuterio Ramírez, un militar chileno que participó en una de las batallas de la Guerra del Pacífico. También es quien da origen al nombre de una de las calles que rodean la plaza.
En el centro, una fuente de agua, el escudo de la ciudad y un odeón o pérgola, son los principales distintivos entre la gran vegetación que tiene esta plaza. Los dos primeros se construyeron durante una remodelación hecha en 2012, mientras que el odeón ya estaba para los arreglos que se hicieron en 1942, diseñados por el arquitecto Óscar Prager, cuando también se trazaron los caminos en forma de cruz que se mantienen hasta hoy.
Otro ícono de la plaza es el Monumento al Toro, una escultura de bronce que representa el sector agropecuario, la mayor actividad económica de la ciudad que la ha hecho reconocida como la “Tierra de la leche y patria de la carne”.
Muy cerca de este toro, hay un homenaje a la poetisa Gabriela Mistral que, aunque muchos no lo saben, vivió un tiempo en Osorno después de trabajar en varios países de Latinoamérica como embajadora. Incluso, en un costado del monumento hay un canelo que lo habría plantado la misma escritora, según se lee en una piedra.
En los jardines hay imágenes antiguas que muestran cómo era la plaza hace más de 70 años, lo que permite compararlas con el paisaje actual y en donde no se ve la torre de la catedral, el mayor hito de Osorno que se construyó en 1962.
Iglesia Catedral San Mateo Apóstol: La historia tras el principal ícono de Osorno
En un costado de la Plaza de Armas, en la calle Manuel Antonio Matta, está la Iglesia Catedral San Mateo Apóstol, más conocida como la Catedral de Osorno.
Con una torre neo gótica de 45 metros de altura que se ve desde la mayoría de las calles del centro, la catedral se ha convertido en un símbolo de la ciudad que guarda una historia única. Esto porque ha sido reconstruida en cuatro oportunidades después de terminar completamente destruida con guerras, incendios y terremotos.
Es así como la actual iglesia es el quinto edificio que se construye en el mismo lugar, luego que la primera, que se construyó en 1577, quedara en el suelo tras la Guerra de Arauco. Recién después de 219 años, en 1796, se levantó una segunda catedral, pero ésta se derrumbó con el terremoto de 1837. Luego, un incendio en 1926 y el terremoto del ’60 terminaron con las demás construcciones.
Por esto, no fue hasta 1962 en que Osorno pudo contar con su actual ícono, la que proyectó el arquitecto chileno León Prieto Casanova, quien se inspiró en los sombreros de los obispos, llamados Mitra, para diseñar la torre principal.
Una visita a la Catedral de Osorno
Desde la Plaza de Armas, la fachada de la iglesia pareciera que tuviese pintados varios santos católicos. Sin embargo, al pararse frente a ésta, se puede ver que cada uno de ellos está hecho por incontables trozos de cerámica que, en conjunto, formarían el mosaico más grande de América Latina, según dice una placa que está en la misma iglesia. Sobre éste hay unos vitrales traídos desde Barcelona y diseñados por el arquitecto Juan Echeñique.
Al cruzar las puertas principales, hay un pequeño hall que en sus paredes tiene varias placas que cuentan distintos momentos de la historia de la iglesia, la que también se puede conocer en cada rincón de ésta. Saliendo del hall se puede ver el Cristo Quemado, que si bien nunca estuvo en alguna de las primeras construcciones, se trajo a la catedral desde el Convento de las Carmelitas Descalzas que está en Osorno y que se incendió en 1993.
También se puede visitar la Agonía de Cristo, un crucifijo que se rescató de la catedral que se construyó en 1929 y que se cayó con el terremoto del ’60. Las cientos de placas de agradecimiento de los fieles que rodean la imagen reflejan el apego que los osorninos y habitantes de ciudades cercanas tienen por este símbolo.
Calle Lynch: Cuadras y cuadras llenas de sorpresas
Una calle en Osorno en donde uno puede comprar de todo y pasar varias horas recorriendo pequeñas tiendas sin aburrirse es la avenida Patricio Lynch, ubicada a cuatro cuadras de la Plaza de Armas y bautizada así por un Vicealmirante de la Armada de Chile.
Como la calle Lynch es una de las principales avenidas comerciales del centro desde hace más de 20 años y una de las más entretenidas por la gran variedad de tiendas que tiene – las que van desde ferreterías, librerías, tiendas de ropa usada y de decoración hasta tiendas de mascotas y zapaterías- atrae un gran número de osorninos y turistas.
En 2012 esta calle se remodeló y hoy sus veredas son ideales para caminar bajo los árboles o descansar en los asientos, que la convierten en una calle comercial donde se puede pasear con la tranquilidad que caracteriza a las ciudades del sur de Chile.
Hay que ver: En el hall principal de la Iglesia Catedral San Mateo Apóstol se mantienen dos de las piedras fundacionales que datan de 1577 –fecha en que se construyó la primera catedral- y que se rescataron después de la Guerra de Arauco. Ambas sostienen una escultura de San Mateo.
Ubicaciones, horarios y entradas
* Todos los lugares tienen entrada liberada.
Plaza de Armas de Osorno: Entre las calles Juan Mackenna, Bernardo O’Higgins, Eleuterio Ramírez y Manuel Antonio Matta.
Iglesia Catedral San Mateo Apóstol: Manuel Antonio Matta Nº 662.
Calle Lynch: Avenida Patricio Lynch, entre las calles Manuel Montt y Arturo Prat. En promedio, las tiendas están abiertas los días lunes a viernes entre las 10 y las 20 horas. Los sábados, entre las 10 y las 14.30 horas.
- © Andrea Manuschevich para Plataforma Urbana
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- Tienda Qué Mono! en calle Lynch. © Andrea Manuschevich para Plataforma Urbana
- Tienda Qué Mono! © Andrea Manuschevich para Plataforma Urbana